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La corriente más cercana al gobierno de Dilma Rousseff se impuso en el congreso de su mayor aliado, el PMDB.

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El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) decidirá recién en 2018 si presentará un candidato presidencial propio para las elecciones de ese año, y descartó la posibilidad de tomar antes esta decisión, informó ayer el presidente de esa organización política y vicepresidente del gobierno de Brasil, Michel Temer.

En el PMDB conviven hoy dos fuertes corrientes respecto de la relación con el gobierno. Temer lidera la corriente que considera que hay que “tener coraje” y “colaborar con el país”, aportando a la estabilidad del Ejecutivo de Dilma Rousseff. La cara más visible de la otra corriente es la del presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, quien sostiene que el PMDB debe dejar ahora al gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) y desentenderse de la crisis económica. “No participamos, no formulamos ideas y no tenemos ningún compromiso con lo que se está haciendo” en el gobierno, dijo Cunha.

Cuando se agendó el congreso realizado ayer, meses atrás, uno de los temas a debatir era si el PMDB iría con una candidatura propia a las elecciones de 2018. La corriente mayoritaria en el partido, la liderada por Temer, consiguió en un primer momento que se postergara ese punto y que se retomara recién en marzo, en la convención nacional del partido, en la que también se elegirán nuevas autoridades. Sin embargo, Temer aseguró ayer que el debate sobre las elecciones de 2018 se realizará recién ese mismo año, lo que generó molestia en varios sectores del PMDB: tanto aquel que quiere dejar el gobierno como aquellos que pretenden que el PMDB, al menos, empiece a independizarse del PT.

Temer fue recibido en el congreso con aplausos, un cántico de “Temer presidente” y gritos de “impeachment”, en referencia al juicio político contra Rousseff. Fue muy distinto el recibimiento que tuvo Cunha, que fue silbado al entrar. De hecho, jerarcas del PMDB habían pedido a Cunha que no asistiera al encuentro para no perjudicar al partido, informaron medios brasileños. Cunha es investigado por la Justicia por sus presuntos vínculos con la red de corrupción de Petrobras y por su supuesta titularidad de varias cuentas suizas que habrían recibido dinero de dudosa procedencia. La Comisión de Ética de la Cámara de Diputados también está investigando a Cunha para verificar si mintió ante la comisión investigadora del caso Petrobras. Por cualquiera de las tres investigaciones podría perder su cargo de diputado.

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