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Henry Ramos Allup, nuevo presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, ayer frente al edificio de la Asamblea Nacional. Foto: Juan Barreto, Afp

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Asumen hoy los nuevos legisladores venezolanos y el chavismo pierde la mayoría parlamentaria.

La oposición, que a partir de hoy contará con mayoría legislativa en la Asamblea Nacional -el parlamento venezolano-, asume sus bancas con planes de investigar el manejo de fondos públicos por parte del gobierno y de aprobar una ley de amnistía para dirigentes políticos presos. Aunque asegura que no quiere confrontar con el gobierno, la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) llega al parlamento con varias denuncias y un discurso duro contra el chavismo.

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“[La MUD] no va a la Asamblea Nacional para convertirla en un ring de boxeo”, algo que sí es “el objetivo del gobierno”, dijo el ex candidato presidencial de la oposición Henrique Capriles en una columna que publicó en redes sociales. El dirigente del partido Primero Justicia agregó que la oposición “trabajará para poner control en el despilfarro del gobierno sobre los recursos públicos”.

Palabras muy parecidas pronunció Henry Ramos Allup, que el domingo fue electo por la MUD para ocupar el cargo de presidente de la Asamblea Nacional. “Se puede y se debe revisar todo [...] y me temo que es tal el volumen de dinero público despilfarrado, apropiado o robado que ésta va a ser una investigación de dimensiones verdaderamente colosales”, dijo al canal Globovisión, según citó la agencia Efe.

“Nosotros no vamos a declarar ninguna guerra. Si alguien en su soliloquio, en su tragedia, declara una guerra, la irá a pelear solo”, agregó Ramos Allup, pero aclaró que la MUD no va a “aceptar agresiones y que se burle la voluntad popular que acaba de ser expresada” en las elecciones legislativas del 6 de diciembre.

La MUD insiste en que se respete el resultado electoral, en particular después de que el oficialismo denunció irregularidades que incluyeron compra de votos, manipulación de votantes y suplantación de identidad para usar documentos electorales de otros. Debido a estas denuncias, el Tribunal Supremo de Justicia decidió el 30 de diciembre, en una sesión especial, suspender “de forma provisional e inmediata” la proclamación de los diputados electos por el estado de Amazonas: un oficialista y tres opositores.

Esta decisión puede afectar en particular a la oposición, que según cuál sea el nuevo quórum puede perder la mayoría de dos tercios que obtuvo en las elecciones, y con ella los poderes especiales para aprobar ciertas leyes y para elegir o destituir a determinados funcionarios. La MUD anunció que va a desconocer el fallo del tribunal y que sus 112 parlamentarios electos en diciembre tomarán posesión de sus bancas hoy. Los diputados oficialistas son 55, y a ellos se les debería restar el de Amazonas.

Ramos Allup dijo que el fallo fue una “decisión burocrática” de una corte cuyos integrantes fueron elegidos por el oficialismo, y la MUD afirmó que estaba en marcha un “golpe de Estado judicial”. Así lo denunció en una carta dirigida a la Organización de los Estados Americanos, las Naciones Unidas, la Unión Europea, la Unión de Naciones Suramericanas y el Mercosur.

“La oposición venezolana está viviendo en una especie de espejismo de pretender o hacer ver al mundo que [lo que está previsto para hoy] es algo más allá de la instalación de la Asamblea Nacional, como si se estuviese instalando otro gobierno. Aquí hay un presidente de la República”, dijo la canciller Delcy Rodríguez.

La oposición tiene en su agenda recorrer todos los caminos legales para acortar el mandato de Nicolás Maduro, pero una de sus primeras iniciativas, según confirmó ayer Ramos Allup en la entrevista con Globovisión, será la aprobación de una ley de amnistía para los “presos políticos”.

Cambio de agenda

Los parlamentarios de la MUD que asumen hoy fueron quienes eligieron el domingo a Ramos Allup para que ocupe el cargo de presidente de la Asamblea Nacional, en el que hasta ahora se desempeñaba un hombre fuerte del chavismo, Diosdado Cabello. El dirigente opositor, de 72 años, representa a la clase política tradicional venezolana, la de los “adecos y copeyanos” que gobernaron antes del chavismo y a los que solía criticar Hugo Chávez. Los copeyanos son los militantes del partido socialcristiano COPEI, y los adecos son los del socialdemócrata Acción Democrática, al que pertenece Ramos Allup. El domingo este dirigente fue electo con 62 votos y superó a su rival, Julio Borges, del partido de Capriles, que recibió 49.

Las tensiones que genera el ingreso de los nuevos parlamentarios ya se sintieron ayer. Según informaron los diarios El Universal y El Nacional, Ramos Allup denunció que intentó entrar a la sede administrativa de la Asamblea Nacional para hacer un trámite pero no pudo porque un funcionario oficialista le impidió el acceso. “Yo iba a pedir un papel que dijera cuánto es el monto de mis ahorros, de mi propiedad, y no me dejaron entrar”, dijo en conferencia de prensa. Otro opositor, el diputado Miguel Ángel Rodríguez, agregó en Twitter que los autos de ambos legisladores fueron agredidos.

La MUD invitó ayer a los ciudadanos a acompañar la asunción de sus 112 diputados. “Ni uno menos”, dijo el secretario ejecutivo de la coalición, Jesús Torrealba. El dirigente afirmó además que confía en que las Fuerzas Armadas van a impedir que “grupos extremos” actúen contra la toma de posesión de sus bancas.

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