El lunes se confirmó la renuncia de Celsa Puente a la dirección general del Consejo de Educación Secundaria (CES). Fue después de que la recibiera el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), después de que ella expusiera los motivos por los que se ausentó una semana más de la autorizada por el Codicen, y luego de que los cinco integrantes del consejo le pidieran la renuncia. Tras la reunión, el presidente del Codicen, Wilson Netto, leyó un comunicado que explica cómo se precipitaron los acontecimientos. Puente había pedido licencia del 26 de marzo al 13 de abril para viajar a España, pero tras algunas consultas se le autorizó hasta el 6 de abril. “Al constatarse el no reintegro de la directora general en la fecha estipulada, y luego de sucesivos intentos de comunicación que resultaron infructuosos”, se citó a la profesora “para conocer las razones de tal proceder”. “En el marco del trabajo en equipo que requiere un organismo colegiado, sus explicaciones no resultaron satisfactorias para este consejo”, que “le solicitó la renuncia, la que fuera presentada y aceptada en la sesión”, indica el documento, y añade que por el momento Javier Landoni, el otro consejero de Secundaria designado por el Codicen, quedará como director general interino (el Codicen tiene previsto resolver quién ocupará el cargo en los próximos días, y uno de los nombres que se manejan es el de la profesora de Historia Ana Olivera, inspectora de la región norte).
Se “reconoce el trabajo desarrollado” por Puente, quien mantiene su cargo de inspectora efectiva en el CES, y la ANEP “ratifica su compromiso con el trabajo en equipo, en pos del logro de las transformaciones que la educación requiere”.
Laura Motta, integrante del Codicen designada por el Poder Ejecutivo, comentó que si bien entre los integrantes del organismo puede haber “matices”, “hubo un acuerdo en que esta decisión se tenía que tomar”, y así se hizo por unanimidad. Consideró que lo que pasó la semana pasada “evidentemente no podía soslayarse: en el tiempo en que debía haber vuelto no volvió, y no tuvimos comunicación de parte de ella”. Si bien el pedido de renuncia se asoció con este desencuentro, para Motta el hecho “denota otros aspectos preocupantes que tienen que ver con el trabajo en conjunto, en equipo, la necesidad de acordar acciones, la valoración de las instancias en las que es necesario estar presentes”. En referencia a esto último, señaló que el inicio de clases implica, más allá del comienzo del año lectivo, “un proceso que siempre es complejo”.
“Tenemos una serie de cambios que se están procesando, en lo administrativo y lo pedagógico, y creemos que es necesario contar con todo el equipo completo y que todos estén comprometidos con los cambios”, reflexionó.
Motta destacó que la actual administración ha marcado algunas líneas de trabajo como la política de inclusión, el seguimiento de alumnos y las alertas tempranas, “que requieren un trabajo mancomunado de todos, y la articulación entre los distintos consejos es fundamental”. “No se veía la posibilidad de trabajar juntos, de articular”, argumentó. Una de las diferencias recientes que tuvieron el CES y el Codicen se relacionó con el cierre del Programa de Aulas Comunitarias, resuelto por el desconcentrado de Secundaria. “Cuando estás trabajando hacia la inclusión de todos los alumnos, las decisiones que afectan algunas de las políticas tienen que ser tratadas en conjunto; no puede pasar que queden estudiantes sin atender”, comentó Motta.
Elizabeth Ivaldi, consejera representante de los trabajadores, explicó que su apoyo a la decisión de pedir la renuncia tiene que ver con “el emergente de la licencia en este momento, que nos hace ver que estamos en la mitad de un período de gestión, con la necesidad de proyectar una serie de políticas, y se requería un cambio”. Recordó que los sindicatos de profesores “hace mucho tiempo que planteaban diferencias con el estilo de gestión” de Puente, y consideró que la renuncia es consecuencia de “una suma de situaciones”, entre ellas “la forma en que se iba recibiendo la información en el Codicen”.
El otro consejero electo por los trabajadores, Robert Silva, también rememoró que a nivel personal ha tenido discrepancias “con la forma de conducción y proceder de Puente, y algunas resoluciones adoptadas”, como la referida a las potestades exclusivas de la dirección general del CES para la creación de grupos, o el hecho de que, por más de un año, la discusión sobre la elección de horas “fue por la prensa, sin enterar al Codicen”.
Isabel Jaureguy, representante de los trabajadores en el CES, expresó “algunas discrepancias” respecto de cómo se manejó en los medios de comunicación la renuncia de Puente, y comentó que “los cinco días de licencia no pueden ser el motivo de que le pidan la renuncia”, ya que “ella trabajó todo enero”. Pero apuntó que el sistema público de enseñanza está “en un momento delicado, por la proximidad de la última Rendición de Cuentas, y nada nos puede hacer perder la perspectiva de lo que es relevante”.
Por otra parte, la editorial Planeta aseguró en un comunicado que las afirmaciones de la diputada nacionalista Graciela Bianchi respecto de que Puente viajó a España financiada por esa empresa son falsas.