La noche del 2 al 3 de febrero se cumplirán 30 años del fin de la dictadura de Alfredo Stroessner en Paraguay. Acerca de ese aniversario fue consultado ayer el presidente paraguayo, Mario Abdo, cuyo padre fue secretario personal de Stroessner. Cuando un periodista le preguntó qué significado tienen para él esas fechas, respondió que es el aniversario de la fundación de Ciudad del Este, y largó una carcajada. Su respuesta fue repudiada, aunque agregara que esas fechas son “parte de la historia paraguaya” y de “la apertura democrática”.
“Comparar el aniversario de una ciudad con la llegada de la democracia fue una declaración poco feliz”, dijo el diputado opositor Edgar Acosta, mientras que una integrante del Servicio Paz y Justicia Paraguay, Cristina Coronel, dijo a la agencia Efe: “Él no tiene la culpa de ser el hijo del secretario privado de Stroessner, pero tiene el rol de presidente y representa a la persona que tiene poder para dar las órdenes de reparación y justicia”. A su vez, Sonia Aquino, de la Coordinadora de Luchadores y Víctimas de la Dictadura, manifestó que Abdo debe “hacer una separación entre sus afectos personales y su papel de presidente”.