La líder del partido opositor peruano Fuerza Popular, Keiko Fujimori, volverá a prisión preventiva, por 15 meses, debido a que la Justicia consideró que podría fugarse y obstruir la investigación. El juez Víctor Zúñiga emitió la resolución ayer martes.
Fujimori es investigada por lavados de activos por los aportes de la empresa Odebrecht durante su campaña presidencial de 2011, y ya cumplió más de un año de prisión preventiva, entre 2018 y 2019 , a pedido del fiscal José Domingo Pérez, pero fue excarcelada por decisión del Tribunal Constitucional, según informó la agencia Efe.
Uno de los argumentos del juez es que la hija mayor del ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000) sólo tiene registrada a su nombre una camioneta y vive en un piso alquilado cuando en realidad puede asumir la cuota de un crédito hipotecario, indicó El País de Madrid.
En los últimos siete años, Fujimori y su familia han vivido en una casa cuyo alquiler es de 1.600 dólares mensuales, y la excandidata presidencial ha declarado ingresos por más de 3.300 dólares al mes, que provienen aparentemente de aportes de su partido. El magistrado indicó que con esos ingresos pudieron adquirir una vivienda e incrementar su arraigo.
El diario El Comercio de Perú informó que Fujimori retornará en las próximas horas al Penal Anexo de Mujeres de Chorrillos.
Según el medio peruano, la empresa brasileña Odebrecht aportaba dinero a campañas electorales con la expectativa de que los políticos la favorecieran cuando ascendieran al poder. De acuerdo a las declaraciones del Equipo Especial Lava Jato de Perú, el dinero entregado a la campaña de Fuerza 2011 (ahora Fuerza Popular) procedía de la división de sobornos denominada Departamento de Operaciones Estructuradas.
Fujimori dijo que se trata de un “ajusticiamiento”
Antes de llegar a la sala penal, Fujimori grabó un mensaje en sus redes sociales en el que se quejó de esta “nueva injusticia” y “ajusticiamiento” promovidos por “varios intereses”.
Anunció que se entregaría a la Justicia inmediatamente porque tiene “la conciencia tranquila” y que rompería su silencio para dar “una respuesta política a esta persecución”.