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Un hombre recibe alimentos, ayer, en la favela de Maré, en Rio de Janeiro.

Foto: Fabio Motta, EFE

Bachelet llamó a generar una “economía más inclusiva” frente a datos macroeconómicos “aterradores”

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La alta comisionada de la ONU pidió a empresarios que el centro de la recuperación económica sean los derechos humanos.

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Michelle Bachelet, alta comisionada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, participó por videoconferencia en el Coloquio Idea, un encuentro empresarial de Argentina. En ese ámbito, dijo a los empresarios que la ONU es consciente de que ellos “se enfrentan a retos complejos y decisiones difíciles” en el marco de la crisis económica vinculada con el coronavirus, pero destacó que para esa organización el sector empresarial “es un socio crucial en los esfuerzos para la recuperación de esta crisis”.

En referencia a América Latina, Bachelet advirtió que “los datos macroeconómicos para la región son aterradores”, según citó AFP.

La ex mandataria chilena recordó que está prevista una caída del producto interno bruto de 9,1% en este año, y un crecimiento de la pobreza hasta 40%.

La alta comisionada dijo que la ONU no está interesada “en el business as usual [que las cosas sigan como hasta ahora]”, sino en “que los empresarios asuman las responsabilidades hoy y mañana, evaluando los costos y beneficios a largo plazo de sus actividades para construir comunidades fuertes y sociedades resilientes”, de acuerdo con la agencia de noticias Efe.

“Tenemos que generar una economía más inclusiva, donde la prosperidad realmente pueda ser compartida. Podemos hacerlo si lo hacemos todos juntos y si además colocamos en el centro los derechos humanos”, afirmó Bachelet. Se refirió a la necesidad de que las empresas trabajen por mantener el empleo, buscar nuevas formas de acuerdos laborales y reforzar el acceso a la salud. Destacó también la necesidad de reforzar los ámbitos multilaterales en el mundo para promover un ambiente en el que se desarrollen buenas condiciones de trabajo, en momentos en que hay líderes mundiales que están “tratando de menoscabar el multilateralismo”.

“La pandemia generó la más profunda recesión desde la Segunda Guerra Mundial, que amenaza con llevarnos al primer aumento de la pobreza mundial desde 1998, empujando a más de 100 millones de personas a la extrema pobreza”, dijo Bachelet, y advirtió de los riesgos políticos de “un contexto de creciente insatisfacción popular con el funcionamiento de los regímenes democráticos”. Señaló que “hay un crecimiento de populismo, nacionalismo y xenofobia” en el mundo, y afirmó que en América Latina “es clave el Estado de derecho, que las instituciones cumplan su rol”. Consideró que los líderes, ya sean políticos o empresariales, deberían ser capaces de “mirar en el largo plazo”.

Otro llamado por los derechos humanos

También este jueves, la organización Amnistía Internacional llamó a los países de la región a asegurar los derechos humanos y a buscar soluciones comunes en el contexto actual de crisis sanitaria y económica. En una carta abierta a los gobernantes que participarán en la asamblea de la Organización de los Estados Americanos, la directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara-Rosas, afirmó que “la estrategia para combatir la pandemia de la covid-19 en muchos países de las Américas se ha caracterizado por el empleo de medidas represivas y el uso innecesario de la fuerza”.

Cuestionó en el texto que, en varios países, como El Salvador, Paraguay y Venezuela, se aplicaron “estrictas medidas” para evitar que el coronavirus se propagara, que “incluyeron que decenas de miles de personas fueran confinadas en centros de cuarentenas administrados por el Estado bajo custodia policial o militar”. Advirtió que esas medidas, sin garantías para los derechos humanos, podrían “constituir una detención arbitraria”. Además, “sumadas a los desafíos estructurales y las grandes brechas sociales y económicas que anteceden a la pandemia, coadyuvan a perpetuar la desigualdad”.

La organización civil llamó a los estados a cooperar para que el tratamiento médico y la eventual vacuna contra la covid-19 “estén disponibles y sean accesibles sin discriminación”. Para lograrlo, afirmó en su carta, los países “deben procurar evitar enfoques exclusivamente nacionales”.

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