Cómo será el operativo de seguridad para la ceremonia de cambio de mando

Editar

Este domingo Tabaré Vázquez entregará la banda presidencial a Luis Lacalle Pou, y ese acto, luego de 15 años de gobierno del Frente Amplio, dará paso a un Ejecutivo del Partido Nacional. La ceremonia de transmisión de mando contará con el mayor dispositivo de seguridad que se haya desplegado en el país. Unos 1.400 policías formarán parte del operativo, que estará a cargo de Alfredo Clavijo, hasta ese día director de la Guardia Republicana. En el país, el evento masivo que involucra a más policías es un partido de fútbol de Nacional y Peñarol. En el operativo de seguridad de un clásico participan unos 1.000 policías.

El cambio de mando presidencial empezó a prepararse los primeros días de febrero. Institucionalmente, los organismos involucrados son Presidencia, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Defensa Nacional. Las primeras coordinaciones están a cargo de la cancillería, que se encarga de la gestión de las delegaciones internacionales que asistirán, y que tiene en su órbita la Dirección de Ceremonial y Protocolo. A su vez, la seguridad está a cargo del Ministerio del Interior y el Ministerio de Defensa Nacional.

Confirmaron su asistencia unas 20 delegaciones de otros países, que están integradas por presidentes, vicepresidentes, ministros y cancilleres, entre otros funcionarios políticos. Estarán representados Argentina, Brasil, Bolivia, España, Paraguay, Chile, Colombia, Bangladesh, Costa Rica, Ecuador, Angola, México, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Bolivia, Panamá y Honduras. Además, están previstos representantes de la Organización de Estados Americanos, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y del Vaticano.

Está prevista la presencia de los presidentes: Jair Bolsonaro (Brasil), Mario Abdo Benítez (Paraguay), Sebastián Piñera (Chile), Iván Duque (Colombia) y Abdul Hamid (Bangladesh), y un vicepresidente: Otto Sonnenholzner (Ecuador). Los demás países están representados por sus ministros de Relaciones Exteriores o por otros integrantes de gabinetes.

Una caballada como seña particular

Este cambio de mando tendrá la particularidad de que el presidente será escoltado desde el Palacio Legislativo hasta la plaza Independencia por una caballada de más de 1.000 equinos. Antes de partir, Lacalle Pou rodeará el Palacio Legislativo por Avenida de las Leyes saludando a la caballada y sus jinetes.

El despliegue de caballos por Montevideo implica un operativo de seguridad específico para prevenir los riesgos asociados a que esos 1.000 animales transiten por el espacio urbano y rodeados de una ceremonia masiva. Uno de los grandes gastos asociados con esta situación específica es la contratación de un vallado que se desplegará por toda Avenida del Libertador y toda 18 de Julio para proteger al público. Se estima que el costo del vallado es de unos 40.000 dólares.

La seguridad de las delegaciones

En materia de seguridad, lo primero que se hace es analizar los riesgos que corren cada uno de los mandatarios que participan. Algunos requieren mayor atención dada la coyuntura de sus países. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, es uno de los principales focos de atención, y en este caso el dispositivo de seguridad se refuerza. Se prevé que pueda haber manifestaciones y otras expresiones de protesta asociadas a la crisis política y social de Chile.

Una vez analizada la situación particular de cada mandatario se diseña un protocolo específico para cada uno. Están previstos un dispositivo dinámico y otro estático. El dinámico refiere a la seguridad en todos sus traslados y el estático supone custodiar de manera permanente el lugar en el que cada mandatario estará alojado. La primera medida es una inspección de máxima seguridad, que en particular busca explosivos. La mayoría de los mandatarios se alojan en hoteles; hay quienes pueden hospedarse en las residencias de sus embajadores.

España estará representada por el rey Felipe VI, y el esquema de seguridad previsto en este caso es el mismo que para un presidente. Este sábado se hizo un asado en La Tahona, el barrio privado en el que reside Lacalle Pou, para recibir a ese jefe de Estado.

Alberto Fernández, el presidente argentino, no asistirá a esta ceremonia porque encabezará la apertura de sesiones en el Congreso de su país. A su vez, Cuba, Venezuela y Nicaragua no fueron invitados a la ceremonia.

El operativo

El dispositivo de seguridad comenzó el sábado, con la llegada de los caballos y sus jinetes al Prado, donde van a pernoctar. En la noche está previsto un asado con el presidente electo. La seguridad está desplegada en el interior y en el exterior del Prado. Las instalaciones que comúnmente funcionan en el lugar, como el boliche Polo Prado, no estarán habilitadas.

A primera hora del domingo, se colocarán las vallas en los alrededores del Palacio Legislativo, y personal policial asegurará la zona de exclusión. Los caballos llegarán a las 14.00. Ingresarán directamente a la zona de exclusión. Van a formar una herradura alrededor de la sede legislativa y allí esperarán a que salga el nuevo presidente para escoltarlo en su camino hasta la plaza Independencia. Se prevé la salida de Luis Lacalle Pou del Palacio Legislativo para las 15.30.

Durante todo el recorrido, el personal policial deberá asegurar el traslado y la seguridad de quienes concurran al evento. También se cuenta con unidades tácticas especiales de la Policía, como equipos de inspección contra bombas, grupos antidisturbios, grupos específicos asociados a una posible evacuación de mandatarios, y equipos de drones cuya misión es combatir posibles drones clandestinos. Además, se establecerán puestos elevados para los contrafrancotiradores, y helicópteros de la Fuerza Aérea sobrevolarán la zona. En la plaza Independencia se apuesta a otro dispositivo de seguridad que prevé grandes zonas de exclusión con custodia policial y equipos similares a los antes mencionados.

Este traspaso de mando tiene otra particularidad: a la zona de exclusión en donde comúnmente sólo acceden las autoridades electas y los mandatarios de otros países van a ingresar unos 1.500 invitados. Nunca hubo tanta gente invitada a la zona de exclusión.

La Armada Nacional cuenta con un dispositivo de seguridad en la costa por posibles evacuaciones y la Fuerza Aérea con un dispositivo similar por aire. Ambos sistemas tienen como principal objetivo los mandatarios extranjeros. Ante una crisis, su evacuación es la prioridad.

Una vez en la plaza Independencia, Vázquez entregará la banda a Lacalle Pou. Se hará allí un desfile en honor a las autoridades, y, a diferencia de otras asunciones, el presidente no será saludado por otros mandatarios. Cruzará al edificio Artigas para saludar en primer lugar al público que asista, y aquellos mandatarios que quieran saludarlo tendrán que ingresar a la sede para hacerlo. Se estima que para ese entonces serán las 20.00.

Una vez terminada la ceremonia de asunción, está prevista una cena protocolar en la residencia de Suárez en la que participarán el presidente, los ministros que formarán parte de su gabinete y los invitados extranjeros.

Al día siguiente, el lunes 2, el equipo del gobierno entrante ocupará sus nuevos puestos de trabajo al frente del Poder Ejecutivo.