En un encuentro celebrado en forma privada en un edificio situado dentro del aeropuerto de la ciudad de Milwaukee, en el estado de Wisconsin, el candidato presidencial del Partido Demócrata, Joe Biden, y su esposa Jill se reunieron con familiares de Jacob Blake, el ciudadano negro de 29 años que fue baleado por la espalda por un policía blanco el pasado 23 de agosto y que, como consecuencia de las heridas que sufrió, se encuentra paralizado de la cintura para abajo.
En la reunión estuvieron presentes el padre de Blake y dos de sus hermanas y un hermano, además de abogados que están representando a la familia, de acuerdo a lo que informó la agencia Efe.
La actitud de Biden contrastó con la que tuvo el presidente Donald Trump, quien el martes visitó la ciudad de Kenosha, pero no se reunió con familiares de Blake, al que ni siquiera mencionó. El líder republicano, en cambio, recorrió lugares de la ciudad que fueron dañados por las protestas y saqueos que vinieron luego del ataque racista. Trump reafirmó su compromiso con las fuerzas de seguridad a las que prometió más recursos económicos y también aseguró que iba a ayudar a los dueños de los negocios dañados durante los disturbios.
Biden, luego de reunirse con los familiares de Blake, se trasladó desde Milwaukee a Kenosha, también en el estado de Wisconsin, donde asistió a una reunión con referentes de la ciudad en una iglesia luterana.
Allí, de acuerdo a lo que informó The New York Times, Biden escuchó las palabras de una serie de oradores que hablaron sobre temas que iban desde el racismo en el sistema legal hasta los desafíos que enfrentan los dueños de negocios dañados en la ciudad.
Cuando le llegó el momento de hablar, Biden expresó que el país había llegado a un “punto de inflexión”.
“Realmente soy optimista”, dijo el candidato demócrata al describir las posibilidades de un futuro más justo en el país. “Les prometo, gane o pierda, voy a caer peleando. Voy a caer luchando por la igualdad racial, la equidad en todos los ámbitos”, afirmó Biden, candidato que tiene una alta aprobación dentro del electorado negro. “Hay ciertas cosas por las que vale la pena perder, y esto es algo por lo que vale la pena perder si es necesario, pero no vamos a perder”, agregó Biden. Desde el comienzo de la pandemia de coronavirus, Biden se movió poco de su casa ubicada en el estado de Delaware, por lo que su ida a Kenosha fue relevante. Este jueves y luego de dejar el estado de Wisconsin, el postulante opositor viajó a la localidad de Latrobe en el estado de Pensilvania, un estado de fundamental importancia para las elecciones presidenciales que se realizarán el próximo 3 de noviembre. De hecho, la campaña demócrata planea que Biden recorra en varias oportunidades ciudades y localidades de estados situados en el Medio Oeste del país, como Wisconsin, ya que es en esos distritos del país los republicanos suelen hacerse fuertes.