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Plaza de toros Real de San Carlos, en Colonia (archivo, setiembre de 2021).

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La estimación de crecimiento de PIB del gobierno se basa en proyecciones de turismo que aún tienen “mucha incertidumbre”, según el Iecon

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La economista Gabriela Mordecki indicó que, dada la apertura de las fronteras con Argentina y los problemas de precios, la evaluación es apresurada.

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Las integrantes del Instituto de Economía (Iecon) de la Universidad de la República Gabriela Mordecki y Verónica Amarante concurrieron la semana pasada a la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda del Senado para analizar las proyecciones del gobierno en la Rendición de Cuentas.

Mordecki señaló que en 2019, en un escenario prepandémico, la economía uruguaya estaba estancada y, si bien para el año siguiente se proyectaba un crecimiento de la economía, la crisis golpeó fuertemente al producto interno bruto (PIB). Según la economista, la caída pudo haber sido mayor de no haber estado la obra de UPM 2 y las obras de infraestructura conexas. En relación a los otros países del Mercosur, Mordecki señaló que la economía uruguaya no fue la que experimentó la mayor caída, lo fue Argentina, pero “su recuperación fue de las más lentas de la región”.

En relación al escenario macroeconómico, Mordecki sostuvo que realizaron proyecciones en torno al tipo de cambio real –variable de competitividad de la economía– y los supuestos incluidos en la Rendición de Cuentas, y, de acuerdo a la “evolución de precios y el tipo de cambio que allí están incluidos, no habría prácticamente mejora en este indicador; esto no lo está proyectando el marco de los supuestos en los cuales está incluido la Rendición de Cuentas”.

En la Rendición de Cuentas, el Ministerio de Economía y Finanzas previó que la economía crecerá 3,5% este año. El gobierno sustenta esta proyección de crecimiento en “el avance de las reformas estructurales” y “la superación de los efectos de la pandemia”, lo que permite perspectivas de crecimiento de 3% en los próximos años, informó meses atrás la ministra Azucena Arbeleche. En ese sentido, se prevé que la economía crezca 2,9% en 2022, 3,1% al año siguiente y 3,2% en 2024 y 2025.

Desde el Iecon visualizan que el aumento de las exportaciones estará basado en un incremento en los servicios, en particular en el turismo, pero “ese crecimiento no se basa en una mejora de la competitividad de los precios, por lo que nos parece que es un factor que todavía tiene mucha incertidumbre para ponerlo como base en las proyecciones del crecimiento del PIB, tomando lo que nos dice la Rendición de Cuentas”, sostuvo Mordecki.

La economista agregó que una proyección debe tomar en cuenta “toda la incertidumbre” que hay en este momento. “Estamos justo ante la apertura de las fronteras, sobre todo por parte de Argentina, que es nuestro principal proveedor de turistas, y con los problemas de precios que tenemos parece un poco apresurado suponer que esto va a fluir en forma tan positiva”, señaló.

En la presentación que mostró a los legisladores durante la sesión, la economista indicó que la recuperación del PIB tampoco podría estar explicada por el consumo interno, porque se encuentra debilitado por “la lenta recuperación del empleo” y “la caída de los ingresos reales”. Asimismo, en el caso del sector público, se encuentra “sin crecimiento del gasto por ajuste fiscal”, por lo que la “política procíclica” no favorece la recuperación.

El PIB por sectores

La pandemia impactó de manera desigual en la economía. Entre los sectores que están “empujando muy para arriba la economía” se encuentra la construcción –aunque Mordecki aclaró que esto se debe, sobre todo, a las obras de UPM–. “Es un factor que nos afectó en 2020 y 2021, pero va a desaparecer y no lo tendremos más. Cuando este factor desaparezca tendremos el efecto contrario, o sea, un escalón hacia abajo”, apuntó Mordecki.

Uno de los sectores que presentan “algo de dinamismo” es la industria, en particular la agroexportadora, como consecuencia “de la demanda de China y de los buenos precios”, explicó Mordecki. “De todas maneras, hay que esperar, ver si se mantienen y si ese factor dinámico va a continuar impulsando la economía uruguaya”, señaló.

La economista explicó que el comercio también aparece como dinámico, pero “aquí el vínculo es con exportaciones e importaciones que se colocan en este rubro”, señaló, y agregó: “Al observar algunos indicadores de avance, ¿qué es lo que más crece en la economía uruguaya? La venta de autos cero kilómetro, las exportaciones, claramente las ventas de cemento, la faena vinculada al sector agroexportador y la construcción”.

En cuanto a las metas fiscales, se observa que el IVA aumenta, pero sobre todo por importaciones. Mordecki puntualizó que el IVA interno “apenas” crece 0,6%. En tanto, el Imesi “aumenta fundamentalmente por combustibles y por la venta de automóviles cero kilómetro, que es un factor importante de dinamismo en las ventas”.

“Es interesante mirar también lo que sucede con el IRPF, que nos dice dónde están las rentas de la economía. El IRPF global aumenta 0,4 %, es decir, prácticamente nada, pero cuando lo abrimos en rentas del capital y rentas del trabajo –como lo muestran las estadísticas del Ministerio de Economía y Finanzas– vemos que las que aumentan en 14% son las rentas del capital –esto es 12 meses a julio con respecto a 12 meses a julio de 2020, considerados en términos reales, es decir, eliminando el efecto de la inflación–, mientras que las rentas por trabajo caen 2,3%”, sostuvo Mordecki.

Impactos en el mercado del trabajo

A su turno, Amarante se refirió al mercado del trabajo y explicó que durante 2020, además de caída de empleo, hubo una caída “importante” en la tasa de actividad –en particular en la oferta, porque “las personas se retiraron del mercado de trabajo”–. ¿Cuáles fueron las consecuencias de esto? Aumentó el desempleo, “pero en menor medida de lo que hubiera ocurrido si la actividad no se hubiera movido. Eso fue bastante más marcado en el interior del país, en donde hubo un aumento mayor del desempleo”.

“Con respecto a los ingresos, lo que nosotros hicimos fue mirar más allá del salario. La caída del salario la podemos ver con el indicador del salario real, pero vemos que la de los ingresos laborales totales –que involucran no solamente a los asalariados, sino también al resto de los trabajadores, que 30% son fuera del empleo asalariado público‑privado– fue mayor”, explicó Amarante.

La economista planteó que la caída de ingresos es mayor “entre los hombres que entre las mujeres”, en el interior respecto de Montevideo y entre los trabajadores por cuenta propia, “sector en el que la caída de ingresos de 2020, comparada con 2019, supera el 8% y el 7%, dependiendo de la categoría ocupacional”. Asimismo, en relación a la formación, la caída es “más pronunciada” en los trabajadores con educación secundaria incompleta.

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