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Red de Ollas Populares, el 21 de julio de 2020 realizaron una olla popular y movilización, para entregar una carta al Presidente, solicitando el ingreso básico de emergencia.

Foto: Mariana Greif

Uruguay es el país de la región que menos invirtió en transferencias monetarias para enfrentar la pandemia, según Cepal

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La pobreza extrema en América Latina llegó a su máximo en 20 años debido a la crisis del coronavirus.

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Leído por Andrés Alba
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Panorama Social de América Latina 2020 es el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en el que hace un balance detallado de cómo los distintos países de la región enfrentaron las consecuencias sociales de la pandemia. Entre los datos detallan los montos que se han invertido en transferencias monetarias a la población más vulnerable, y en ese ranking Uruguay aparece último entre 16 países.

Según se detalla, “para que sean efectivas, las medidas de protección social en respuesta a la pandemia de covid-19 deberían cubrir por lo menos las necesidades básicas de todas las personas en los hogares receptores”. En el comparativo de la región se observa que sólo “seis de 16 países de América Latina otorgan transferencias monetarias cuyo monto promedio mensual en el período comprendido entre marzo y diciembre de 2020 bordea o supera la línea de pobreza extrema”.

Según los datos, Uruguay invirtió 0,07 en múltiplos de la línea de pobreza extrema (una medición que permite la comparación entre países), mientras que Brasil, el país que más ha invertido, lo hizo en 1,56. Esto indica, según el informe, que “los montos de las transferencias monetarias de emergencia en varios casos no habrían sido suficientes para cubrir las necesidades básicas de las personas afectadas”.

El senador del Frente Amplio Alejandro Sánchez criticó al gobierno por la poca inversión en ayudas para mitigar los efectos de la pandemia. En Twitter escribió: “Uruguay es el país de América Latina que menos invirtió para contener el aumento de la pobreza en pandemia: Chile destinó el equivalente a $U 7000 por persona, Brasil $U 3500 y Uruguay $U 500”.

La Cepal afirma que “las transferencias monetarias y en especie anunciadas en 2020 por los gobiernos de la región en respuesta a la crisis del covid-19 son heterogéneas en términos de cobertura y suficiencia (en relación con su monto y duración)”. Estiman que las medidas alcanzaron a 84 millones de hogares, 49,4% de la población e indican que los países con la mayor cobertura absoluta de hogares son Brasil (29,9 millones), Argentina (10,7 millones), Colombia (8 millones) y Perú (7,5 millones).

Durante 2020, en 32 países se han adoptado 263 “medidas no contributivas de protección social”, esto implica transferencias monetarias, la entrega de alimentos y medicamentos y el aseguramiento del suministro de servicios básicos. Estos programas estuvieron destinados en su mayoría “a mantener el consumo y garantizar condiciones de vida básicas, mediante la adaptación y extensión de transferencias monetarias y en especie ya existentes y la creación de nuevos instrumentos”, asegura Cepal.

Aumenta la extrema pobreza en América Latina

En el informe, el organismo de la ONU afirma que “debido a la pandemia, y pese las medidas de protección social de emergencia que se han adoptado para frenarla, la pobreza y la pobreza extrema alcanzarán niveles que no se han observado en los últimos 12 y 20 años, respectivamente, y la mayoría de los países experimentarán un deterioro distributivo”.

En 2020, se proyecta que la tasa de pobreza extrema se situará en 12,5% y la tasa de pobreza alcanzará 33,7%; esto significa que habrá 22 millones de personas más pobres que el año anterior y del total 78 millones de personas se encontrarían en situación de pobreza extrema, 8 millones más que en 2019.

Según las estimaciones de la Cepal, los países de la región se pueden dividir en tres grupos; el primero conformado por Chile y Uruguay, con niveles de pobreza bajos, en torno a 10% o inferiores, y de pobreza extrema por debajo de 2%. El segundo grupo —integrado por Argentina, el Brasil, Costa Rica, el Ecuador, Panamá, el Perú, la República Dominicana y El Salvador— presenta tasas de pobreza en torno a 20% y de pobreza extrema de alrededor de 5%, y un tercer grupo de países tiene niveles de pobreza más elevados, en los que la tasa de pobreza iguala o supera 30% y la tasa de pobreza extrema se sitúa por encima de 10%; entre estos últimos están Bolivia, Colombia, México y Honduras.

Ingreso básico de emergencia para mujeres en Latinoamérica

En el informe hay un apartado destinado a la “economía del cuidado”, que definen como un “sector estratégico de una reactivación con igualdad”. Según afirman, “la actual división sexual del trabajo y organización social del cuidado persisten como uno de los nudos estructurales de la desigualdad en la región y es posible prever que se agudicen en el contexto de la pandemia”.

La economía del cuidado, definen, es “todo el trabajo que se realiza de forma no remunerada en el seno de los hogares, principalmente por parte de las mujeres, así como el trabajo doméstico y de cuidados que se realiza de forma remunerada en el mercado laboral, en el cual también participan mayoritariamente las mujeres”.

Aseguran que es necesario “reflexionar sobre los beneficios de las respuestas que integran una perspectiva de género y hacen énfasis en la economía del cuidado”, y subrayan que “la pandemia ha revelado el enorme costo que significa para los países de la región no tener un sistema integrado de cuidados de amplia cobertura, desfeminizado y de calidad. Por esto es urgente invertir en este sector para enfrentar la crisis, garantizar el derecho a cuidar y a recibir cuidados, así como reactivar la economía desde una perspectiva de igualdad y desarrollo sostenible”.

En esta línea, la Cepal propuso este lunes la creación de un ingreso básico de emergencia para las 13 millones de mujeres de la región que perdieron su empleo en 2020 debido a la pandemia. Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, señaló que este ingreso equivaldría a una línea de pobreza, es decir, a 120 dólares.

Además, subrayó que la crisis hizo que la tasa de ocupación de las mujeres cayera más de 12% en 2020, lo que calificó como “un retroceso de diez años en la participación de la mujer en el mercado laboral”.

Bárcena profundizó en los datos del informe y afirmó que “en 2020, las mujeres latinoamericanas dedicaron 25,7 horas semanales a trabajos no remunerados relacionados con cuidados del hogar, frente a las 19,4 horas semanales de 2019”.

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