Con 18 candidatos a la presidencia de Perú, la primera encuesta a boca de urna publicada en la noche de este domingo, cuando todavía no se conocían datos oficiales, concluía que el más votado fue el de Perú Libre, Pedro Castillo.
Unos días antes de la elección, Castillo ni siquiera aparecía en los primeros cinco puestos en los sondeos, pero en la última semana, cuando ya no se podían publicar estudios de intención de voto, su apoyo crecía entre los votantes.
En segundo lugar en la encuesta Ipsos, Keiko Fujimori, de Fuerza Popular, empataba con Hernando de Soto, de Alianza País, con 11,9% de respaldo. El siguiente lugar lo ocupaba Yohny Lescano, de Acción Popular, que con 11% también podía llegar al balotaje.
El margen de error dejaba abierta la posibilidad de que incluso uno de los postulantes que aparecían en quinto y sexto lugar pudieran superar la diferencia y competir en el balotaje. Estos fueron el ultraderechista Rafael López Aliaga, de Renovación Popular, con 10,5% de votos, y la excandidata del Frente Amplio peruano, Verónika Mendoza, líder de Juntos por el Perú, con 8,8%.
El más votado, Castillo, es docente en un colegio de Tacabamba, la localidad en la que nació, y se hizo conocido en Perú cuando lideró la huelga nacional de maestros de 2017, durante el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski.
Si bien es calificado por la prensa peruana como un candidato de ultraizquierda, algunas de sus propuestas parecen difíciles de conciliar con ese perfil, como su oposición a la legalización del aborto y a una educación formal que admita la diversidad sexual. También ha propuesto que Perú salga de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y eliminar el Tribunal Constitucional para reemplazarlo por otro organismo, integrado por jueces “elegidos por el pueblo”. En 2002, Castillo se había postulado como candidato de Perú Posible a la alcaldía de Anguía, en el departamento de Cajamarca, pero no logró ganar esa elección, informó el medio peruano Ojo Público.
De Soto, por su parte, dirigió el Banco Central durante el gobierno de Alan García, fue asesor del exgobernante Alberto Fujimori en la campaña electoral de 1990, y también asesoró en Libia a Muamar Gadafi y en Egipto a Hosni Mubarak. “He asesorado a dictadores, pero eso es irrelevante”, llegó a decir. También trabajó en el equipo de la derechista Keiko Fujimori, con la que compitió en las elecciones de este domingo.
La dirigente de Fuerza Popular, como varios políticos peruanos, pasó por la cárcel, donde cumplió prisión preventiva por delitos de corrupción. La Fiscalía pidió 30 años de prisión para Keiko Fujimori, una dirigente de derecha que en esta campaña prometió “democracia con mano dura”.
El cuarto en votos, Lescano, tiene una trayectoria de casi 20 años como congresista de Acción Popular, uno de los partidos con más años en Perú. Ha sido cuestionado porque es un político cercano al presidente que gobernó por cinco días en noviembre, Manuel Merino, y varios aliados de este gobernante integraron la lista de su partido al Congreso. Esa crisis política marcó estas elecciones.
En noviembre los parlamentarios destituyeron al presidente Martín Vizcarra y en la presidencia quedó el titular del Congreso, Merino. Su gobierno duró apenas del 10 al 15 de noviembre, y estuvo marcado por la violenta represión a las protestas contra lo que muchos manifestantes calificaron como un golpe parlamentario. Dos jóvenes murieron y hubo cerca de 250 heridos.
El repudio popular en las calles obligó a Merino a renunciar y lo sustituyó el actual presidente, Francisco Sagasti. En los últimos cinco años, además de estos tres presidentes hubo un cuarto, Pedro Pablo Kuczynski, líder de Peruanos por el Cambio, que fue el candidato que surgió de las últimas elecciones.
También marcó las elecciones de este domingo la crisis sanitaria. Los votantes de 18 a 70 años, que son lo que están obligados a votar, podían tramitar una excepción por estar enfermos de covid-19. El sábado se registraron 384 muertes por esa enfermedad en Perú, y según los datos de la Universidad Johns Hopkins el país sumaba el domingo 54.669 muertes y 1.639.767 casos confirmados de coronavirus. La vacunación –que generó varios escándalos de personas cercanas al gobierno que fueron inmunizadas antes que el resto de la población– apenas superó el millón de dosis en una población de más de 33 millones. Sólo unas 384.000 personas, 1,2% de los habitantes de Perú, recibieron las dosis necesarias para completar la inmunización.