El exsubsecretario del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) Armando Castaingdebat mantendrá su banca en la Cámara de Diputados mientras el presidente Luis Lacalle Pou evalúa un posible cargo en el área ejecutiva: “Soy soldado de este gobierno, ya estoy en la cámara y veremos. Quien fue intendente nunca deja de serlo porque te atrapa la tarea ejecutiva, veremos dónde puedo ser útil de la mejor forma a este gobierno”.
Luego de tener que dar un paso al costado en el Mides debido a la asunción de su yerno como ministro, Castaingdebat analizó en diálogo con En perspectiva las razones que impulsaron a Lacalle Pou a plantear este cambio en la secretaría de Estado. El exintendente de Flores se limitó a repetir lo dicho por Presidencia en un comunicado: “Con el paso del tiempo nos fuimos dando cuenta de que teníamos que ir a un encare político, a una interinstitucionalidad del ministerio, sobre todo con los gobierno departamentales y otros actores como municipios y ministerios”.
También hizo referencia a su relación con el exministro Pablo Bartol. Aseguró que eran “la conformación ideal” en un escenario previo a la pandemia. “La parte técnica, porque nadie va a negar y discutir lo que Pablo significa en el tema social”; por otra parte Nicolás Martinelli, exdirector general del Mides, “que venía a tratar de poner orden en un ministerio que había estado en el centro de la discusión en toda la campaña electoral”; y él mismo, que tenía “experiencia política” y llegó “sobre todo a articular un ministerio que era totalmente centralizado”. Para Castaingdebat, “el pensamiento inicial fue muy bueno” pero se vio alterado por la llegada de la pandemia: “Nadie pensaba que íbamos a convivir con algo que todavía no tenemos claro cuándo ni cómo termina y cuáles van a ser los efectos; eso llevó a cambiar las prioridades y determinadas actitudes”.
Con respecto a su relación personal con Bartol aseguró que en el último tiempo se habían dividido las tareas y cada quien se encargaba de una parte: “Lo que sí hicimos con Pablo en un momento fue decir ‘tú te encargas de Montevideo, yo del interior’, ‘tú sos el ministro’, y así funcionábamos”. Agregó que hubo “diferencias de enfoque y sobre el manejo de determinadas situaciones, pero no diferencias personales con una persona que aprendí a querer y admirar por su vocación de servicio”.
Castaingdebat afirmó que, más allá de los cambios en los objetivos que impuso la pandemia, hay “un tema de fondo” que es cómo se adaptan las personas que llegan desde fuera del sistema político. “Hay que ver cómo encajan los outsiders en el sistema; hay ejemplos de los dos lados, pero no es sencillo insertarse de la mejor forma cuando no se maneja experiencia política en cuanto al manejo de determinadas situaciones”.
Consultado sobre a qué se refería, el exsubsecretario respondió: “No es sencillo para quien quiere entrar en la política siendo un outsider; al final todo termina siendo un equilibro, hay códigos no escritos que se respetan, y creo que es una de las grandes fortalezas que tiene el sistema uruguayo. Cuando no se respetan o se pasan, el propio sistema los saca para afuera; eso es un poco la gran diferencia que hay en tratar de aplicar 100% la mentalidad de un organismo privado a la actividad política”.
“Llegué al Mides sin muchas ganas y hoy reconozco que me atrapó”
El exjerarca afirmó que “estuvo arriba de la mesa” su continuidad en el cargo. Relató que su puesto cesó en el momento en que lo hizo el del ministro y que en los días posteriores hubo “un montón de especulaciones”, hasta que finalmente decidió dar un paso al costado “por razones humanas”. “Quienes ocupamos determinados cargos, del presidente hacia abajo, todos somos fusibles, tenemos claro que al que le tiene que ir bien es al presidente de la República, a quien tenemos que proteger y cuidar es a él”.
Castaingdebat resumió su trayecto de los últimos tiempos: “Yo iba a ser ministro de Deporte, pero ese ministerio no se llegó a formar. Llegué al Mides sin muchas ganas, sin saber a dónde iba, y hoy reconozco que me atrapó: es un lugar crucial en el futuro de este gobierno. Mucha de la suerte política de esta gestión va a estar asociada a lo que se haga en el Mides”, reflexionó, y reiteró que se va “por una decisión humana, luego de poner arriba de la mesa todas las posibilidades en los temas jurídicos”. Sobre la incompatibilidad de ocupar el cargo de subsecretario junto a Lema, consideró que eso “no vale la pena analizarlo hoy, todos sabemos que en este país hay dos bibliotecas. Nos podíamos basar en la experiencia de gobiernos anteriores con este tipo de lazos, pero preferimos fortalecer al presidente”, dijo, si bien la Ley 19.823, que establece la prohibición, es de setiembre de 2019.