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Aldo Velázquez (archivo, julio 2020).

Foto: Santiago Mazzarovich

Vicepresidente de INAU solicitó que el perfil “oficial retirado militar” sea incluido en el llamado abierto para supervisión de programas y centros del organismo

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Para justificarlo, refirió a la experticia de los militares con niñas, niños y adolescentes y a la experiencia de las misiones en el Congo; el directorio rechazó la propuesta.

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Leído por Abril Mederos
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Aldo Velázquez, vicepresidente del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU) en representación de Cabildo Abierto, presentó una propuesta en el directorio del organismo para que el perfil “oficial retirado militar” sea incluido en el llamado a concurso público para el cargo de “supervisor de proyecto de atención integral” para los programas del INAU. Solicitó que los militares retirados se sumen a los perfiles ya contemplados en el llamado: psicólogos, asistentes sociales, maestros y profesores.

Los programas de INAU son todos los proyectos del organismo que brindan atención a niñas, niños y adolescentes en diferentes modalidades, ya sea de tiempo parcial o tiempo completo. Entre ellos están los CAIF, los clubes de niños, los centros juveniles, los centros 24 horas, y los centros de tratamiento de uso problemático de drogas, entre otras propuestas.

Para justificar la petición, Velázquez planteó que “motiva la solicitud la amplia capacitación con que cuentan los retirados militares, y su uso para supervisar los centros de INAU, estimamos provechosa y beneficiosa por varios motivos”. “La formación militar brinda una educación del carácter, tolerancia, liderazgo y disciplina; educación de nivel terciario recibida por oficiales egresados de la escuela militar, escuela naval y escuela militar aeronáutica; reciben formación terciaria, entre la que se incluyen: capacitaciones en educación ciudadana, educación física, historia y sociología, sumada a esta formación básica, los oficiales reciben capacitación y formación en derechos humanos, relaciones públicas, comportamiento organizacional, y logística, entre otros”, fueron los motivos que destacó Velázquez para la inclusión de militares retirados en el llamado.

Destacó que “desde los comienzos de la carrera militar, el Estado confiere a los oficiales participar de las más diversas misiones de apoyo, y en trato directo con las personas más vulnerables”, en particular con niñas, niños y adolescentes.

Reseñó las “misiones destacadas”: “Fundación y gestión de centros educativos en Misiones de Paz, como es el caso de las Misiones en el Congo, país con una de las poblaciones más vulnerables y con más violaciones a los Derechos Humanos del mundo; colaboración en el mantenimiento de diversas escuelas rurales, lo cual les da el conocimiento del interior profundo que tanto necesita nuestro organismo; realojo temporal y cobertura de las necesidades básicas (alimentación, salud, higiene, etcétera) de la población vulnerable en inundaciones, temporales y tornados, u otro estado de necesidad; gestión de algunos centros de primera infancia en convenio con el Ministerio de Defensa Nacional; Sanidad Militar, donde se atiende población de todo el país, muchos en situaciones complejas de vulnerabilidad social”.

Resaltó el rol de los militares en el Congo: “Son públicamente conocidos los numerosos reconocimientos con honores que recibieron los militares uruguayos por parte de las Naciones Unidas, por la participación en la gestión de escuelas en la República Democrática del Congo, así como por su labor humanitaria destacada en las Misiones otorgadas”.

Enfatizó que “también son reconocidos con honores por otros países, que a título individual, más allá de la integración de la Organización Internacional de Estados, destacan la participación de militares uruguayos, directamente en la educación y gestión en las escuelas de la República Democrática del Congo, donde los niños se desarrollan en uno de los países con más vulneraciones de derechos humanos del mundo”.

Finalmente, expresó que “por todo lo expuesto, y en atención a las necesidades de recursos humanos capacitados y formados en áreas de gran necesidad para el Instituto”, “no se desaprovechen ni discriminen los valiosos recursos humanos que el Estado forma y capacita, y se apruebe la inclusión del perfil ‘oficial retirado militar’ dentro de las bases del llamado de cincuenta supervisores para los programas de INAU”.

La propuesta del representante de Cabildo Abierto no fue aprobada por el Directorio de INAU. Natalia Argenzio, representante del Frente Amplio, votó en contra. Pablo Abdala, presidente del organismo por el Partido Nacional, se abstuvo.

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