En respuesta a una denuncia, la fiscal general de Paraguay, Sandra Quiñónez, dispuso el martes que la Justicia penal inicie una investigación sobre cómo gestionó la pandemia el gobierno del presidente Mario Abdo Benítez. A cargo del caso fueron designados los fiscales Liliana Alcaraz y Francisco Cabrera.
La denuncia fue presentada por una abogada, Gilda Burgstaller, que pidió que se indague en particular al presidente y a los exministros Julio Mazzoleni, de Salud, y Benigno López, de Hacienda, por la presunción de que cometieron delitos contra la vida, entre estos últimos el de homicidio culposo, además de lesión de confianza. La abogada también puso en duda el destino que tuvieron los 1.600 millones de dólares que el Ejecutivo que encabeza Abdo Benítez dijo haber destinado a atender la pandemia.
Según Burgstaller, el gobierno no utilizó los fondos disponibles para comprar vacunas, equipos de protección para los trabajadores de la salud ni acondicionamiento de camas de cuidados intensivos.
El lunes Paraguay superó las 10.000 muertes por covid-19 desde que comenzó la pandemia, en marzo de 2020, y alcanzó cifras diarias de más de un centenar de fallecidos. Las hospitalizaciones por covid-19 son más de 4.000 en el país, 587 de ellas en CTI.
El 27 de mayo Paraguay llegó a superar a Uruguay en cantidad de muertes, con 15,78 por millón de habitantes frente a 15,42. Pero tres días después Uruguay volvió a pasar al frente, también por unas décimas.
Para Abdo Benítez, su país enfrenta el problema de que no hay suficientes personas dispuestas a vacunarse. “Yo invito a la gente a que vaya a los vacunatorios”, dijo. “Nosotros esperábamos mucha más ahora que bajamos a 60 años [la edad para vacunarse] y no estamos teniendo la mayor afluencia que pensábamos que íbamos a tener”, manifestó el mandatario derechista perteneciente al Partido Colorado.
Sin embargo, el periódico paraguayo ABC Color recordó que una encuesta del Ministerio de Salud concluyó que parte de la población que se inscribió para inmunizarse no pudo hacerlo porque no tenía los medios para trasladarse hasta los centros de vacunación. Por eso surgieron iniciativas de personas que ofrecen trasladar a quien no pueda ir por su cuenta, pero no se implementó, por el momento, una política pública al respecto.
Por otra parte, el presidente puso en duda el martes que sea necesario un cambio en la estrategia de comunicación de su gobierno, y consideró que las 10.000 muertes registradas en su país son un llamado de alerta suficiente. “A dos años de la pandemia yo dudo de que haya un solo paraguayo que no sepa lo que están viviendo el mundo y nuestro país. Yo no sé si es un problema de comunicación”, dijo.
Está previsto que a partir de este miércoles se amplíe la población que puede recibir la vacuna. Además de a los mayores de 60 años, se comenzará a vacunar a las embarazadas que tengan más de 18 años de edad y 20 semanas de gestación. Se anunció que se dará prioridad a las que estén expuestas a un mayor riesgo porque trabajan en el área de la salud o tienen una enfermedad preexistente.
De acuerdo con la agencia Efe, la covid-19 y las complicaciones vinculadas a esa enfermedad fueron las causas de 62% de las muertes maternas que se registraron los cinco primeros meses de este año en Paraguay. Un total de 79 mujeres murieron durante ese período ya sea durante el embarazo, el parto o en los siguientes 42 días. De ese modo, las muertes maternas ya alcanzaron un número apenas menor que en todo 2020, cuando se registraron 80 muertes maternas en Paraguay (tan sólo una había sido por covid-19).
Pese a la convocatoria de Abdo a concurrir a los vacunatorios, la prensa paraguaya informó en las últimas semanas de largas filas de personas en algunos de esos centros y cantidades insuficientes de dosis, sobre todo en los lugares más aislados del país. Hasta el martes eran menos de 400.000 las personas que accedieron a por lo menos una dosis desde febrero, cuando comenzó la campaña de vacunación.
También se alertó sobre las carencias que existen para brindar tratamientos adecuados a las personas infectadas con covid-19. La presidenta de la Sociedad Paraguaya de Infectología, Elena Candia, dijo que se están aplicando medicaciones que no son apropiadas, y recordó que no se deben utilizar ivermectina, hidroxicloroquina, anticoagulantes o aspirinas, según citó Última Hora. También el infectólogo Tomás Mateo Balmelli dijo a ese medio que la atención a pacientes con covid-19 está afectada por falta de medicamentos por un lado, sobremedicación por otro, y también porque las consultas son tardías.
Ante el aumento de contagios, el gobierno de Abdo aplicó limitaciones a la circulación, regulación para locales gastronómicos, suspendió la presencialidad en las escuelas y aprobó la obligatoriedad del uso del tapabocas en las calles y el transporte público. El viernes estas medidas se prolongaron hasta el 21 de junio.