Luego de la vuelta al confinamiento la semana pasada a raíz de un caso positivo de covid-19 en un bar, Nueva Zelanda lleva 107 nuevos casos en los últimos días, lo que provocó una nueva resolución del gobierno encabezado por Jacinda Ardern: estado de alerta de nivel cuatro con cuarentena hasta el fin de semana y 13.000 personas que pasaron por 320 locaciones “de interés” que deberán someterse a test de coronavirus.
El objetivo del gobierno neozelandés es frenar cuanto antes el avance de la variante Delta del coronavirus. En este sentido, el ministro de Respuesta a la Covid-19, Chris Hipkins, dijo en conferencia de prensa que esta variante “no se parece a nada que hayamos enfrentado antes en esta pandemia”.
“La opción más segura para todos nosotros en este momento es mantener el rumbo durante más tiempo”, señaló Ardern, al tiempo que anunciaba medidas tales como la suspensión de las reuniones presenciales del Parlamento.
En declaraciones al New Zealand Herald, el profesor Shaun Hendy, del centro de investigaciones Te Pūnaha Matatini de la Universidad de Auckland, evaluó que “en el mejor de los casos” podrían surgir 200 nuevos casos de este brote, y en el peor la cifra podía llegar a 1.000, lo que dejaría el estado de alerta de nivel cuatro por unas cuantas semanas.
Otro investigador, Michael Plank, señaló que era muy probable que la mayoría de los casos positivos reportados hasta el momento se haya contagiado antes del cierre decretado por el gobierno, y que dentro de dos semanas se podrá conocer la efectividad del confinamiento.
Nueva Zelanda ha llevado muy bien la gestión de la pandemia a nivel de salud (sólo 3.055 casos positivos y 26 fallecimientos desde febrero de 2020) y trabajo (a principios de este mes el país volvió a las cifras de desempleo que se manejaban antes del comienzo de la pandemia), pero aún se le dificulta la vacunación: al 17 de agosto sólo 34% de la población se había dado al menos una dosis de una vacuna contra el coronavirus y sólo 20% tenía las dos dosis, según los datos proporcionados por Our World in Data.