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Aeropuerto de Melilla.

Foto: Daniel Rodríguez, adhocFOTOS

Sindicato de especialistas aeronáuticos: aeropuerto de Carrasco opera con “restricciones” y aviones deben esperar para aterrizar

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Para el ministro de Defensa Nacional, Javier García, la seguridad aérea “está garantizada” pese a problemas con radares; dijo que el gobierno trabaja en soluciones “de mediano y largo plazo”.

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El ministro de Defensa Nacional, Javier García, aseguró que “la seguridad del espacio aéreo está garantizada”, a pesar de los inconvenientes generados con los radares que detectan aeronaves, tras la falla del que estaba ubicado en el aeropuerto de Carrasco, aunque reconoció que hubo demoras para algunos aterrizajes. En diálogo con Informativo Carve este martes, el secretario de Estado dijo que el problema de los radares no es actual sino de hace “muchos años” y aseguró que el gobierno está buscando una solución a “mediano y largo plazo”.

“Si usted va a Google va a encontrar lleno [de noticias] en los últimos años de esta circunstancia”, dijo en referencia a los problemas de los radares. “¿Cuál es la diferencia? Que nosotros empezamos a trabajar en este año y poco de gobierno en el medio de la pandemia para tener soluciones de mediano y largo plazo. Y en eso estamos hoy”, afirmó. El ministro señaló que actualmente “se está trabajando con dos radares”, uno ubicado en Durazno y otro en el Comando de la Fuerza Aérea, en Montevideo.

El inconveniente generado con los radares fue explicado por el Sindicato Único de Especialistas Aeronáuticos (SUEA) en una reciente comparecencia ante la Comisión de Defensa Nacional del Senado. En la versión taquigráfica consta que el dirigente Andrés Barboza manifestó que en el aeropuerto de Carrasco había un radar comprado a una empresa italiana. Recientemente, este aparato falló y se utilizó uno que estaba de repuesto, pero el principal no se reparó. Finalmente, el de repuesto también falló y hoy la terminal aérea no tiene ninguno en funcionamiento.

Barboza manifestó que actualmente la operativa se hace únicamente con el radar de Durazno y, como todo radar –que permite a los controladores ordenar los aviones conociendo exactamente dónde están y con qué altitud–, tiene una visión en cono, es decir, a menor altura de las aeronaves, no capta las que están más lejos, como aquellas que arriban a Carrasco. Según dijo, la terminal aérea más grande de Uruguay “está operando con restricciones” y “una forma de aplicar restricciones es decir: ‘Mientras está aterrizando un avión, no dejo que otro venga atrás por diez minutos’, por ejemplo”.

Consultado acerca de si es un obstáculo que el avión no sea visto por el radar al momento del aterrizaje, el funcionario manifestó que “no es obstáculo para realizarlo”, sino que “el obstáculo va por el lado de la eficiencia y la eficacia, porque pone sobrecostos a las compañías; los pone [a los aviones] a hacer lo que se llama padrones de esperas, o sea, los pone a dar vueltas hasta que encuentran que pueden descender”. Desde el sindicato expresaron que actualmente, con el disminuido movimiento de aviones que hay en el aeropuerto de Carrasco, hay esperas de entre 15 y 20 minutos.

Barboza explicó que el problema reciente es que “falló el principal” radar de Carrasco, por lo que “pasó a funcionar con la reserva”, pero no había repuestos para reparar el principal y luego “falló la reserva”. “Es decir, no fue algo que pasó de un día para otro”, dijo, y agregó: “Esto va de la mano de un tema de gestión, porque no se tomaron los recaudos necesarios. Cuando se ve que se tiene una falla en un sistema, se toma la contingencia, pero hay que reparar para volver a la normalidad y tener siempre un backup”.

Pero se sumó otro problema: el radar de Durazno también tuvo una falla eléctrica reciente. “Se perdió ese radar por un rato hasta que se activó un plan de contingencia y se logró poner en servicio de vuelta”, explicó.

La reparación comenzaría en setiembre

Durante la entrevista radial, el ministro de Defensa Nacional señaló que “el radar italiano, que es de 2014 y debió empezar a mantenerse en 2019, está fuera de servicio y tenemos el compromiso de la empresa italiana que lo proveyó en 2014 de que empiecen a trabajar en la reparación”. Además, agregó que las reparaciones comenzarían en setiembre, una vez terminadas las vacaciones de la empresa. García afirmó que, mientras tanto, el ministerio está “trabajando en otras líneas” para encontrar soluciones “de mediano y largo plazo”.

Finalmente, el ministro dijo que “está muy bien exigir”, aunque puso reparos: “Se nos exige a nosotros en un año y medio lo que no se hizo en 15 [años de gobierno del Frente Amplio]”. En medio de esta situación, la semana pasada el Ministerio de Turismo informó que dos aerolíneas confirmaron que volverán a operar en Uruguay en los próximos meses para viajes a San Pablo y Bogotá, tras el anuncio de la reapertura gradual de fronteras.

Por otra parte, según supo la diaria en base a fuentes diplomáticas de Argentina, tras el ofrecimiento hecho semanas atrás de un radar para el aeropuerto de Carrasco, aún no hubo ninguna respuesta formal por parte del gobierno uruguayo. Hubo charlas por el tema a nivel técnico y también entre representantes argentinos y el ministro García. Desde el país vecino se aclaró que el equipamiento puesto a disposición de Uruguay “es absolutamente compatible con el sistema” que utiliza el aeropuerto, y que no hay inconvenientes en este aspecto.

Una de las cuestiones que evalúa el gobierno uruguayo es el costo del traslado y la logística del radar que, según una fuente, rondaría los 700.000 dólares. Este monto para tener el radar en préstamo por unos meses hace que Uruguay apueste a la reparación del radar que estaba en funcionamiento hasta hace unos meses.

Dinacia se quedaría sin personal “en pocos años”

Otra dirigente del SUEA, Laura Balado, explicó que el de los radares no es el único inconveniente que atraviesan los funcionarios de los aeropuertos. Según dijo, la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia), dependiente del Ministerio de Defensa Nacional, “cuenta con aproximadamente 450 funcionarios presupuestados, civiles”, y “más de 50% del personal está en condiciones de jubilarse en menos de dos años”. La denuncia de que el área “no cuenta con el personal a largo plazo” no ha tenido mucha repercusión “ni en el gobierno anterior ni en este, pues no hubo variantes”, explicó Balado.

También Barboza hizo referencia al “problema del recambio generacional”, ya que la Dinacia corre el riesgo de quedarse “sin gente en unos pocos años”. “Hay que tener en cuenta que, más allá de la capacitación teórica, la capacitación práctica lleva por lo menos tres años. Entonces, no se puede hacer un llamado hoy y mañana ya tener a las personas trabajando. Los tengo que capacitar teóricamente primero y después ponerlos a trabajar bajo supervisión para dar las garantías correspondientes”, afirmó.

Balado, por su parte, señaló que se está “dentro de una frontera de incumplimiento total de disposiciones a nivel internacional”, tanto en “procedimientos de seguridad operacional, control, fiscalización”, entre otros aspectos.

La funcionaria agregó que los inconvenientes empezaron “antes de la pandemia”. “Se ha explicado en diferentes oportunidades a ministros de la administración anterior –a [Jorge] Menéndez y a otros–, que por suerte nos recibieron innumerables veces. No nos pasa así con el ministro Javier García. Queremos explicarle esto porque, obviamente, uno empieza por casa. Uno trata las problemáticas primero con la familia y después va hacia afuera, pero la verdad es que hace más de un año que no nos reciben; él nunca nos recibió y tampoco sus asesores”, dijo ante los senadores.

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