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Pañuelazo frente a la sede central de la Universidad Católica de Chile, mientras se iniciaba la discusión de un proyecto de ley para despenalizar el aborto dentro de las primeras 14 semanas, el 13 de enero de 2021, en Santiago de Chile.

Foto: Alberto Valdes, EFE

Un proyecto de despenalización del aborto en Chile golpea la imagen de Yasna Provoste

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Pese al apoyo de la precandidata a la presidencia, favorita de la ex Concertación, la Democracia Cristiana votó en contra de la iniciativa.

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Leído por Abril Mederos.
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La Comisión de Mujeres y Equidad de Género de la Cámara de Diputados de Chile rechazó un proyecto de ley que despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo durante las primeras 14 semanas de gestación. De este modo, la iniciativa será tratada en el plenario con la recomendación de votar en contra del proyecto, tal como quería la bancada de la coalición gobernante, la derechista Chile Vamos. Sin embargo, ese desenlace fue posible gracias a que la representante de la opositora Democracia Cristiana, Joanna Pérez, se alineó en contra del proyecto en la comisión. Se emitieron siete votos en contra y seis a favor.

Pérez no sólo es diputada, sino también vicepresidenta de la Democracia Cristiana (DC), y su voto generó críticas tanto a ella como a su partido y a su precandidata a la presidencia, Yasna Provoste.

En momentos en que Provoste está en campaña por la candidatura de la coalición que integra su partido, la ex Concertación (que en estas elecciones se presenta como Unidad Constituyente), y lidera las encuestas, se le criticó especialmente que no fue capaz de alinear a los integrantes de su organización política detrás de un proyecto que ella misma defendió.

La candidata insistió en su postura: “He sido clara y lo reitero: la despenalización del aborto no es un tema valórico, sino de derechos humanos de las mujeres, y mi compromiso está en que el proyecto sea aprobado”. Afirmó que cuando el plenario vote este proyecto, se la “jugará” para que su partido lo apoye, pero no logró acallar las críticas.

“Se rechazó la despenalización del aborto en la Comisión con voto en contra de la DC. Los derechos de las mujeres no pueden seguir dependiendo de personas que imponen sus creencias por sobre la salud pública”, tuiteó la presidenta de la comisión legislativa, Maite Orsini, integrante de Revolución Democrática, uno de los partidos que están dentro del Frente Amplio chileno.

Según citó el medio digital The Clinic, otra integrante del Frente Amplio, Natalia Piergentili, presidenta del Partido por la Democracia, dijo que la Democracia Cristiana “da la espalda a las mujeres y vota en contra de la despenalización del aborto en la comisión”. En referencia a Provoste agregó: “Espero que la senadora cuadre a su partido con el derecho a las mujeres”.

“Hoy el conservadurismo sigue impidiendo las transformaciones que Chile necesita”, manifestó la dirigente socialista Paula Narváez, que compite con Provoste por la candidatura a la presidencia por la Concertación.

Según datos oficiales del Ministerio de Salud, citados por el medio digital El Mostrador, en 2016 se practicaron en Chile entre 60.000 y 300.000 abortos inseguros, y la interrupción del embarazo era la cuarta causa de muerte materna en el país. Recién en 2017, durante el gobierno de Michelle Bachelet, se legalizó el aborto bajo tres causales: inviabilidad fetal, riesgo de vida de la madre o violación. Cuando se trató ese proyecto, Provoste, que en ese momento era diputada, votó en contra de legalizarlo por la causal de inviabilidad fetal, y lo mismo hicieron otros integrantes de la Democracia Cristiana. Después, en 2017 se presentó la iniciativa que está ahora a consideración del Parlamento.

La diputada demócrata cristiana Pérez argumentó que votaría en contra en la comisión porque “este proyecto no resguarda debidamente los derechos de las mujeres y tampoco es un proyecto que respete la vida en todas sus dimensiones”. En cambio, Provoste se refirió a esta iniciativa durante un debate entre los precandidatos de la ex Concertación, y dijo que sus creencias religiosas no interferirían con su papel como “mujer de Estado”.

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