Durazno atraviesa una situación política de excepción desde que el expresidente de la Junta Departamental, el nacionalista Luis Martínez Menditeguy, amenazó a una edila correligionaria, Daniela Moreira, para que ingresara a votar el presupuesto presentado por la administración del intendente Carmelo Vidalín, también del Partido Nacional (PN), y posteriormente la llamara “mongólica” durante la votación.
Tras la renuncia de Martínez Menditeguy a la presidencia de la Junta Departamental de Durazno, se abrió un camino de negociaciones para alcanzar acuerdos sobre la nueva autoridad. El PN tiene la mayoría, pero diferencias internas provocaron que se abriera una puerta a que otros partidos de la coalición de gobierno a nivel nacional e incluso el Frente Amplio (FA) tuvieran chances de que el presidente sea de su tienda política.
Los ediles Sebastián Charlo y Gabriel Díaz, además de Moreira, todos del PN, iniciaron reuniones con ediles del Partido Colorado (PC), Cabildo Abierto (CA) y el FA para alcanzar una nueva mayoría de 16 ediles (de un total de 31) y votar cada año una presidencia de cada colectividad, algo que no es costumbre en el departamento.
Estas negociaciones con otros partidos para repartir la presidencia de la Junta Departamental durante los próximos cuatro años ocurrieron con la oposición de los sectores alineados a Vidalín. Esta discrepancia motivó la intervención del directorio del PN, liderado por Pablo Iturralde, que pretende que los 18 ediles nacionalistas arriben a un acuerdo.
El nuevo bloque conformado por ediles de los cuatro partidos pensaba brindar una conferencia de prensa para hacer oficial el anuncio este lunes, previo a la sesión extraordinaria en la que se votará al nuevo presidente. No obstante, según dijeron fuentes nacionalistas consultadas por la diaria, la intermediación del directorio nacionalista habría provocado la duda de la edila Moreira, cuyo voto se vuelve determinante para un lado o el otro. Así las cosas, este lunes, antes y durante la sesión, podría haber novedades sobre la conformación del nuevo bloque.
“Sebastián y yo sabemos perfectamente para dónde vamos y qué es lo que queremos”, dijo Díaz a la diaria en referencia a la decisión que él y Charlo tienen tomada, es decir, acordar con el FA, el PC y CA para votar un presidente de cada partido cada año. Por lo pronto, para este lunes se prevé que Charlo sea elegido presidente hasta noviembre, cuando habría terminado el mandato de Martínez Menditeguy.
“Nosotros estamos intentando un acuerdo para que cada partido pueda tener la posibilidad de tener presidencia, vicepresidencia y segunda vicepresidencia en la Junta”, dijo Díaz, quien se describió “hincha de la alternancia”.
Mientras tanto, Charlo dijo que más allá de que sean dos o tres los ediles del PN dispuestos a conformar esta mayoría, él votará lo que ya se acordó con el PC, CA y el FA porque ya dio su “palabra”. Señaló que el tema está “muy caliente” en la interna nacionalista en Durazno, y que hay cosas “que se vienen haciendo mal hace mucho tiempo”. “Las cosas tienen que cambiar, tenemos que apelar a un diálogo que hoy en día en mi partido no existe”, expresó. Según dijo, en Durazno los ediles blancos estaban “trabajando a través de lineazos y de cumplir órdenes”, pero afirmó que deberían “tomar decisiones propias”.
“Acá, en el departamento, si sos nacionalista, sos de Vidalín”, lamentó Charlo, y afirmó que para él “existe un PN antes, durante y después de la era Vidalín como intendente, que es una persona que respetamos”. “El PN es mucho más grande que eso”, sentenció.
Por su parte, la edila frenteamplista Laura Baldenegro –una de las que han estado en las negociaciones con los representantes de otros partidos–, dijo que su colectividad pide “en cada período de gobierno” que se le den los votos para tener al menos un año de presidencia de la Junta debido a su “caudal de votos”, pero no lo ha logrado. “El oficialismo siempre ha tenido la mayoría”, dijo, aunque señaló que en los últimos períodos ha sido principalmente “la línea vidalinista”.
En cuanto a la posible conformación de esta nueva mayoría, a la que consideró “bloque”, expresó: “Se nos abre un panorama interesante, importante, histórico”. “De todas maneras, si esto no sale como se había acordado, yo creo que para el vidalinismo es una gran señal de que no están tan seguros con sus mayorías, es una movida política importante”.