El cuarto período de esta legislatura comenzó oficialmente este miércoles, cuando la Cámara de Diputados votó al nacionalista Sebastián Andújar como nuevo presidente. Andújar, que está en su segundo período como diputado -fue electo por primera vez en octubre de 2014-, sucede al colorado Ope Pasquet.
En su discurso, luego de confirmada la elección por parte de los integrantes de la cámara baja, Andújar destacó que “el Poder Legislativo es una de las piezas fundamentales - seguramente, la más importante- de nuestro Estado de derecho”, y se trata de “la expresión plural y diversa de una sociedad plural y diversa”.
En este sentido, el novel presidente sostuvo que es tarea de los legisladores “cuidar esta imagen” para “hacerlo sostenible, construir consensos para avanzar en cuestiones que nos desafían, que el país necesita y la sociedad espera”, y para esto “la polarización extrema” que se da “en estos últimos tiempos no conduce a nada bueno”. “Mucho menos faltar el respeto, degradar al otro y banalizar la actividad”, continuó.
En esa línea, dijo que “deberíamos recapacitar y evitar el enfrentamiento, no deberíamos seguir confundiendo la pasión con el agravio”, y señaló que “es preferible un adjetivo menos y un concepto más”.
“¿Por qué enfrentarnos por temas de igualdad social? ¿En la búsqueda de soluciones para ayudar a los que más precisan, por temas que hoy en día tanto aquejan a nuestra sociedad, como lo es la salud mental? ¿Acaso no nos deberían unir temas como la vejez? ¿Es justo que en nuestro país la vejez siga siendo una etapa de incertidumbre, desigualdad, precariedad y de absoluta soledad?”, se preguntó.
En este último sentido, Andújar entendió que aún se tiene “tiempo” para ser “todos participantes en la construcción de más y mejor justicia social”. “Somos funcionarios públicos, no podemos ser otra generación que mira para el costado”, agregó.
Legislar por anticipado
Durante su oratoria Andújar hizo especial hincapié en el futuro. “El mundo de hoy evoluciona a una velocidad vertiginosa y los parlamentos deben reconvertirse para acompañar esta evolución”, señaló.
De esta forma, entendió que “la ciencia, la innovación, la tecnología y el futuro seguramente sean las palabras que más utilicemos en los próximos años”, y por esto deben pensarse “nuevas formas de legislar”, puesto que “el mundo actual no contempla rezagados: el que se queda pierde”.
“El desafío no sólo se trata de hablar, sino de darle una bajada práctica y adecuada generando acciones que nos capaciten, que nos preparen y nos mantengan a la vanguardia”, acotó, e insistió en incorporar “la gobernanza anticipatoria en la tarea legislativa”.
De esta forma, votar en el Parlamento una comisión bicameral de futuros “ha sido un gran acierto que marca un hito significativo”, valoró. Para esto, contó que se reunió con la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, y con el también diputado Rodrigo Goñi, “un referente en la temática para conversar acerca de los desafíos que se tienen en este aspecto para este año”, de los que decidió destacar dos.
“El primer gran desafío es la enorme responsabilidad que implica ser anfitriones de la Segunda Cumbre Mundial de Futuros, que nos llevará a recibir a más de 40 parlamentos del mundo”, lo que “tiene para Uruguay múltiples beneficios y oportunidades”. Esta cumbre “puede significar muchísimo aprendizaje en el intercambio de experiencias y de conocimientos”.
“Otro desafío será el lanzamiento de un innovador proceso de fortalecimiento de capacidades y competencias anticipatorias para legisladores de toda América latina, la mejora de la información en clave de futuro para tomar decisiones legislativas”, una iniciativa que “fue impulsada en su momento por la diputada Daisy Tourné” y será organizada por la Escuela de Gobierno del Parlamento.
“Esta casa trabaja, y trabaja mucho, pero lamentablemente en gran medida todos sabemos que [eso] pasa desapercibido”, sostuvo Andújar, quien entendió que se debería “comunicar” y trabajar para “relanzar la imagen del Parlamento y mostrar su papel esencial en la vida democrática del país”, lo que implica “innovar en calidad, en cantidad”, y lograr “a través de la tecnología una interacción más fluida entre los representados y sus representantes”. Para eso se debe “mostrar más y permitir que la ciudadanía nos evalúe en tiempo real”, consideró.