El alcalde de Casupá, el nacionalista Luis Oliva Monfort, entiende que el gobierno nacional debe replantearse el estar postergando el proyecto Casupá frente al Neptuno como solución al problema de abastecimiento de agua bruta para el suministro de OSE. Sostiene que el cambio de condiciones en la economía respecto del escenario pandémico, y el severo déficit hídrico, hacen que “las reglas” hoy sean otras. El jueves lo señaló en Twitter. “El financiamiento de US$ 80 millones por la CAF para el proyecto de represa en arroyo Casupá está vigente hasta junio de 2023. Alfie y Arbeleche lo saben. Tomar deuda es necesario para construir esta obra y era el principal motivo para postergarla. ¡Ahora cambió todo!”, escribió Oliva, replicando un video de Subrayado en el que el presidente Luis Lacalle Pou, en rueda de prensa, comentaba que “lo único que falta es que el gobierno tenga la culpa de la sequía. Tiene la responsabilidad de gobernar y hacer lo mejor posible, pero decir que se dejó las obras y el financiamiento no es cierto”.
Oliva dijo el viernes a la diaria que “hay dos claves” en lo que plantea. “Primero, el escenario económico. [...] Hoy nos encontramos en una economía con mejores números y podemos permitirnos evaluar una inversión de este estilo. Segundo, tenemos una seca que es histórica. Con este nuevo escenario, con estas nuevas reglas, ¿no conviene echar mano también a Casupá y construir las dos en paralelo? ¿No conviene anunciar Neptuno y pisar el acelerador con Casupá? Capaz que tenemos que replantearnos el postergar Casupá y pisar el acelerador”, comentó. Añadió que Lacalle “tiene razón” cuando dice que no se dejó el financiamiento. “Pero tomar deuda es necesario”, reiteró Oliva.
Más allá de las razones originales del embalse, la obra sería de gran impacto social en la zona, dijo. “Una inversión de 100 millones de dólares al lado de una ciudad donde falta el empleo, que no tiene grandes fuentes laborales, no es despreciable”, comentó, indicando que no sólo no lo es por el movimiento económico y las mejoras en infraestructura, sino también por generarles oportunidades, por ejemplo, a quienes residen en Casupá pero tienen que trabajar en otros puntos del país, a veces ausentándose por más de una semana. “Capaz que tienen la chance de estar trabajando aquí y viviendo con su familia”, indicó.
Antes de cualquier crédito
El de Casupá es uno de los embalses proyectados en un estudio del año 1970, financiado por la Organización Panamericana de la Salud y la Organización de Estados Americanos, y que establecía varias posibles construcciones de reserva de agua bruta. “Fue la primera vez que se hizo un estudio en América Latina de programación lineal y se analizó la mejor solución y la optimización económica y social de la solución, y esa solución fue la represa de Paso Severino”, comentó en octubre de 2021 el gerente general de OSE, el ingeniero Arturo Castagnino, en una sesión de la Junta Departamental de San José a la que asistió acompañando al presidente, Raúl Montero. La solución adoptada era una de las varias opciones de embalses que planteaba ese estudio en la cuenca del Santa Lucía. De ejecutarse todos embalses los proyectados, acumularían unos 500.000.000 metros cúbicos, pero el único de ellos que se concretó, el de Paso Severino, construido entre 1983 y 1986, terminó siendo una obra de menor dimensión a la aconsejada: el estudio planteaba 120.000.000 metros cúbicos, pero se hizo para unos 70.000.000.
En la misma intervención ante los ediles de San José en 2021, Castagnino dijo que todo lo que hizo la OSE a partir de 1970 en materia de fuentes de agua bruta fue a partir de ese estudio, en el que destaca la quinta línea de bombeo.
Dos veces nacida
El resurgimiento del proyecto este siglo se anunció públicamente en noviembre de 2014, con la firma de un convenio entre OSE y el Banco de Desarrollo de América Latina–CAF. “OSE inicia presa Arroyo Casupá con casi 1,4 millones de euros de aporte no reembolsable”, tituló entonces el portal de Presidencia. Se trataba, en los hechos, de un convenio de cooperación técnica para la elaboración de los estudios, con aportes de la Unión Europea y la CAF. El día de la rúbrica, la directora representante de la CAF en Uruguay, Gladis Genua, destacó las relaciones de la cooperación andina con OSE y con los ejecutivos del banco de desarrollo alemán KfW, que apoya y financia estudios en América Latina para este tipo de inversiones. “Nosotros trabajamos junto con los alemanes e identificamos, no sólo a Uruguay como país, sino a OSE como la institución que podía implementar proyectos importantes en esta materia. De ahí surgió este convenio de cooperación”, comentó.
Los primeros trabajos incluirían una investigación geológica, en la que se definirían las canteras de piedra, los yacimientos de arena y las áreas de donde se extraería arcilla, y también un trabajo con foco en la posible afectación patrimonial por el alcance del embalse en una zona del departamento de Florida que conserva algunos vestigios de la antigua estancia de la familia Artigas.
En julio de 2016 Machado firmó, junto a la entonces ministra Eneida Deleón, un contrato con el Consorcio Typsa Engecorps para los estudios de anteproyecto y confección de pliegos. Dos años después del inicio de la presa que anunció en 2014, Presidencia informó que “OSE comenzó el proceso de construcción de una represa sobre el arroyo Casupá”. “Esto va a permitir, una vez terminados los estudios, licitar la represa; estamos hablando de en el orden de 100 millones de dólares”, apuntó entonces Milton Machado.
En diciembre de 2019 la CAF aprobó un préstamo de 80 millones de dólares para financiar el grueso de la obra que se estaba proyectando.
En el período de transición, Tabaré Vázquez le entregó una carpeta con el proyecto a su sucesor, Luis Lacalle Pou, según narró el actual mandatario esta semana en rueda de prensa. “Me deja dos carpetas arriba del escritorio. Me las da a esas dos carpetas. Una era la de la obra de la supuesta o futura represa de Casupá. [...] He escuchado por ahí que dejó el financiamiento. No es cierto que dejó el financiamiento. Se abre la posibilidad para que Uruguay se endeude con un organismo internacional de crédito para hacer la obra”, comentó, añadiendo que la represa “no está descartada”, aunque “es una obra que excede los 80 millones de dólares. Hoy no tendríamos agua por la reserva de Casupá. ¿Por qué optamos por Arazatí? Porque nunca, por lo menos en los próximos cien años, supongamos, se va a quedar sin agua el lugar de la toma. Por eso optamos por esa inversión, que no cuesta 80 millones de dólares, sino 250 o 270 millones. Pero nos vamos a asegurar el abastecimiento de agua”, dijo.
En la Oficina de Planeamiento y Presupuesto se estima que el costo de la obra de Casupá rondaría los 120 millones de dólares.
En la interna de OSE, el gerente general, Arturo Castagnino, ha insistido en marcar que Arazatí y Casupá no son proyectos contrapuestos sino complementarios. A un informe elaborado durante la actual administración lo tituló “Casandra y el dilema de falsa oposición”. “Dilema que, por cierto, no es de falsa oposición sino de tiempo, financiamiento y costes”, apuntó en el interior del informe.
Al no estar descartado el proyecto de OSE en el departamento de Florida, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) gestionó, ante la CAF, las sucesivas renovaciones de manifestación de interés en el crédito, que fue aprobado pero por el cual nunca se firmó el contrato. Fuentes del MEF explicaron a la diaria que esas prórrogas a la firma del préstamo con la CAF fueron tramitadas a solicitud de OSE, “que se encontraba estudiando distintas alternativas”. En junio de este año, si no se renueva la manifestación, vence el plazo para firmar el contrato para tomar el crédito.
El director frenteamplista de OSE, Edgardo Ortuño, dijo esta semana en el canal 12 que, con lo hecho hasta 2019, quedó el material pronto para integrar las condiciones de pliegos generales y particulares que habrían permitido llamar a licitación, empezar a construir y tener una obra avanzada con el embalse ya, a esta altura, de unos 15.000.000 metros cúbicos que serían fundamentales para apoyar a la presa de Paso Severino. Con la obra definitiva —que en ese hipotético caso habría estado lista para 2025, según dijo—, la reserva se estima en 118.000.000 metros cúbicos.
La concreción de la obra de Casupá implicaría expropiar unas 3.500 hectáreas, en mayor medida de predios dedicados a la ganadería extensiva.
Oliva dijo a la diaria que suscribe a “la falsa oposición” que plantea Castagnino, e incluso entiende que Casupá “no es complementaria sino necesaria, como Neptuno”.
La señal desde Florida
En la interna de la Junta de Florida hubo gestiones desde 2020 para que el Legislativo departamental le sugiriera al intendente, en una misiva, proponer la declaración de interés departamental, hecho que se concretó en 2021. Diferentes actores del oficialismo departamental generaron instancias con autoridades del gobierno nacional, pero no consiguieron un anuncio de concreción del embalse de Casupá. En junio de 2022 el intendente Guillermo López envió a la Junta la iniciativa de declaración de interés departamental, la que fue aprobada con el apoyo de todas las bancadas. “Creo que la señal política es fuerte. Es todo el sistema político departamental votando por unanimidad. Eso tiene un componente político simbólico muy fuerte, aunque, por supuesto, no condiciona más que eso”, dijo López a la diaria en ese momento.