El Senado aprobó por unanimidad el proyecto de ley que remitió el Poder Ejecutivo para exonerar del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a las aguas y sodas embotelladas, medida que tomó el gobierno en el marco de un nuevo aumento de los niveles de sodio y cloruro en el agua que provee OSE a la población.
El miembro informante fue el senador blanco Sergio Botana, quien señaló que esta medida se suma a la exoneración que ya han tenido las aguas minerales y las sodas por decreto en el caso del Imesi, que representa el 8% de un ficto en el valor del agua de 22 pesos por litro. El IVA, en tanto, es de 22% para el caso de las aguas, y es lo que se pretende exonerar con este proyecto de ley.
Botana indicó que la renuncia fiscal que deberá afrontar el Ejecutivo por esta iniciativa es de ocho millones de dólares mensuales, que se suma a los dos millones de dólares mensuales que se pierden por la no recaudación del Imesi. Asimismo, el legislador explicó que estas cifras se basan “en datos de consumo anterior al crecimiento potencial y ahora exponencial que tiene el agua”, por lo que en la práctica serían incluso mayores.
“Podemos afirmar que los precios van a bajar en el orden de un tercio, que ese será el impacto de esta medida en el precio final que deberá abonar el consumidor”, aseguró Botana, quien en su exposición resaltó la “confianza” del gobierno en toda la cadena de producción y distribución. “Los comerciantes van a poder recuperar todo el IVA y lo van a trasladar al consumo”, reafirmó el senador, y señaló que según el seguimiento de precios que ha llevado adelante el gobierno “ningún almacenero, ningún participante de toda la cadena de distribución del agua está abusando de la situación” con un aumento exponencial de los precios.
Botana dijo que se volvió una necesidad que el gobierno adoptara esta medida a partir de la solicitud que hará OSE de incrementar la cantidad de sodio y cloro en el agua –se estima que se pedirá duplicarlas–, “con un gusto que de verdad empieza a ser más desagradable para la población y que obliga a que el consumo de agua para beber sea, indudablemente, de agua adquirida en los almacenes, de agua potable embotellada”.
Por otra parte, Botana se refirió a una de las principales críticas que hace la oposición respecto de las medidas adoptadas por el gobierno, que es la no exoneración o reducción de la tarifa de OSE, y vinculó esta decisión a una intención de desalentar el consumo. “¿Por qué la OSE no rebaja los precios del agua si el agua es de menor calidad? Creo que es bueno que lo digamos con claridad: la OSE está entregando un agua de menor calidad por el mismo precio, pero esto tiene una razón. No podemos alentar el consumo de agua, y toda medida de rebaja en los precios alienta el consumo”, argumentó.
Botana invitó a sus colegas a redactar en conjunto alguna iniciativa o minuta de comunicación por la cual “el precio del agua, la tarifa, se mueva simultáneamente con el consumo de cada persona”. “Es decir: si alguien bajó 20% su consumo, que su tarifa baje 20%. Pero si alguien aumentó un 30% el consumo, como sanción, su tarifa se incremente 30%”, explicó. A su entender, “ahí sí estaríamos frente a una medida inteligente, porque alentaríamos más la baja del consumo y sancionaríamos simultáneamente la suba en un momento en el que no se debe consumir”.
El senador nacionalista se refirió al aditivo que presentó el FA, que propone regular el precio del agua. “Una Coprin en un país sin cuerpos inspectivos, donde habría que crear cuerpos inspectivos o, de lo contrario, obligar a que todas las operaciones de venta de agua se hagan con tarjeta, con medios electrónicos, para poder hacer el control. O algo peor: mandarles a la Policía a los almaceneros”, señaló. “No es una medida inteligente”, apuntó.
Botana defendió que los almaceneros “no han abusado” de la situación y manifestó: “Al que abusa no se le compra. Pero, ¿eso lo decide quién? El ama de casa. Esa es la mejor de las policías. Es policía en nuestras casas y mucho más policía para el pobre almacenero abusador, que gracias a Dios no se van a encontrar con ninguno, porque no los hay”.
Sebastián Sabini: “El gobierno llega tarde a esta situación”
“Nosotros entendemos que el gobierno llega tarde a esta situación. El 10 de mayo la bancada de senadores del FA presentó una minuta que ni siquiera fue tratada aquí. No quisieron debatir este tema en el Plenario y ahora el gobierno viene con un proyecto que dice lo que nosotros estábamos proponiendo”, expresó a su turno el senador frenteamplista Sebastián Sabini.
Sabini señaló que no sólo no hubo campañas de bien público de parte del gobierno, sino que “nos enteramos por otros organismos de los riesgos que estamos corriendo, y eso es muy grave”. “Por supuesto que vamos a acompañar el proyecto, como acompañamos en Diputados con nuestra firma la convocatoria a una sesión urgente, porque este tema es urgente. Entonces, no vamos a permitir más que se nos diga que el FA está para poner palos en la rueda, porque si este proyecto va a salir hoy del Parlamento es porque el FA puso su firma para poder convocar de urgencia la sesión de Diputados”, manifestó.
El senador del FA sostuvo que de los anuncios que hizo Delgado el 16 de mayo “no se cumplió nada” porque “decidieron no hacer nada; decidieron esperar a que llueva para ver si la lluvia les resolvía los problemas que no resolvió la gestión”.
“Se dijo que si no llovía se iba a asegurar la calidad del agua. Es mentira. No la pueden asegurar. Capaz que la podrían haber asegurado si hubieran hecho las obras hace 30 días; ahora no. Estamos regalados”, expresó Sabini, y apuntó que “nos enteramos de que es un peligro bañarnos por la Facultad de Química, por la Facultad de Medicina, y el gobierno no dijo nada”. “Corre riesgo la salud y hay explicaciones médicas que lo avalan”, agregó. El senador fue interrumpido por comentarios fuera de micrófono, a los que respondió: “Ríase. No es gracioso lo que estoy diciendo. Es grave”.
“Acá estamos discutiendo un proyecto que vamos a acompañar, pero tenemos la preocupación de que efectivamente la rebaja que aquí se plantea llegue a las familias, que antes no tenían que gastar 3.000 o 4.000 pesos mes en comprar agua embotellada y ahora lo tienen que hacer”, apuntó Sabini, y afirmó que con el proyecto planteado “eso no se asegura”. En esa línea, remarcó la necesidad de incorporar el aditivo que presentó su partido, aunque no descartó que se pueda discutir su contenido y generar otras herramientas.
“Nosotros lo que decimos es que se agregue al listado existente el agua embotellada y que el Poder Ejecutivo pueda fijar el precio en función de estos parámetros: de la reducción del 30%, porque hay escasez del producto y, por lo tanto, cuando una persona está desesperada porque quiere conseguir agua para cocinar o tomar va a pagar lo que le pongan enfrente. No es un problema de desconfianza, es un problema de mercado”, manifestó el senador del FA.
“Se anunció hace más de 40 días que se iban a tomar medidas y no se tomaron”, remarcó Sabini. También planteó que en el FA no entienden que “se haga una conferencia de prensa, se diga que se van a hacer cosas y que no aparezca la medida de las tarifas de OSE”. “Es absolutamente inentendible, indefendible y es irresponsable”, aseveró. “Esa es una de las cosas que nosotros entendemos que el gobierno debería hacer y tiene nuestro apoyo para hacerlo. Quieren hacerlo a través de la vía de la reducción del consumo, también. Ahora, lo que no podemos hacer es lo que está haciendo el gobierno: nada”, acotó.
Finalmente, el aditivo que presentó el FA fue rechazado por el oficialismo, excepto por el senador blanco Juan Straneo, suplente de Juan Sartori. Luego de finalizada la sesión, Sabini subrayó en una rueda de prensa que están preocupados porque, como presumían, el gobierno no aceptó que se tarife el máximo precio a pagar por el agua embotellada. Dijo que apoyaron la exoneración de impuestos, porque además el FA la propuso hace un mes, pero “el gobierno prefirió esperar a ver si llovía para ahorrarse 20 millones de dólares”.
“Hoy estamos en una situación dramática, esperando a ver si llueve, por no haber hecho lo que tendrían que haber hecho ya hace más de un mes y medio. Lamentablemente, lo que votamos aquí no sabemos si va a llegar al bolsillo de las familias, porque no hay ningún mecanismo que establezca que en un producto que está escaseando, como el agua embotellada, no vaya a impactar en el precio, y que esta rebaja, de prácticamente un 30%, efectivamente se cumpla”, finalizó.