Ingresá

Foto: Alessandro Maradei

39,7% de los hogares con adolescentes en Bella Italia y Punta de Rieles tienen inseguridad alimentaria, según Udelar

2 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

La investigación realizada por el PIM surgió a partir de la alerta de educadores y referentes sociales de la zona ante episodios de descompensaciones.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Este audio es una característica exclusiva de la suscripción digital.
Escuchá este artículo

Tu navegador no soporta audios HTML5.

Tu navegador no soporta audios HTML5.

Leído por Andrés Alba.
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Luego de difundir algunos avances en junio, el martes el Programa Integral Metropolitano (PIM) de la Universidad de la República (Udelar) presentó un informe sobre la situación de la seguridad alimentaria y nutricional en hogares integrados por adolescentes en los barrios Bella Italia y Punta Rieles. La investigación, que fue realizada entre setiembre de 2022 y febrero de 2023 junto con integrantes de la Escuela de Nutrición, la Facultad de Ciencias Sociales y la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración, surgió a partir de la alerta de educadores y referentes sociales de la zona ante episodios de descompensaciones, según contaron fuentes del PIM a la diaria.

De acuerdo con lo compartido, al hablar de inseguridad alimentaria, los investigadores se refieren a la carencia de “acceso regular a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para un crecimiento y desarrollo normales”. Dentro de esta definición, identifican un estado moderado y otro de gravedad que se presenta cuando se reduce la cantidad de alimentos ingeridos en el día o cuando directamente no se consume ninguno.

El primer informe nacional de prevalencia de inseguridad alimentaria en hogares, realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y el Ministerio de Salud Pública (MSP), publicado en 2022, dio cuenta de que, en promedio, la situación de inseguridad alimentaria moderada y grave en nuestro país es de 15%. Sin embargo, el documento compartido por el PIM advierte que, en los hogares en los que viven adolescentes de los barrios Bella Italia y Punta de Rieles, la cifra asciende a 39,7%.

El 27,3% de los establecimientos estudiados en un rango de 30 manzanas, ubicadas en esos barrios, indicó haber pasado por períodos en los que “no habían tenido dinero o recursos suficientes para llevar una alimentación saludable, habían experimentado incertidumbre acerca de su capacidad de adquirir alimentos o se habían quedado sin alimentos de forma ocasional”. El resto -el 12,4%- experimentó inseguridad alimentaria grave: “se habían quedado sin alimentos o alguno de los integrantes del hogar permaneció sin comer durante todo un día en más de una oportunidad en el último año”, detalla el texto.

Asimismo, se observó que 73,4% pertenecía a un nivel socioeconómico bajo y que 56,8% de ellos estaba compuesto por cinco o más integrantes. En estos hogares el índice de inseguridad alimentaria fue superior al de las casas compuestas por menos cantidad de habitantes, con un promedio de 22,6%.

La investigación arroja también que alrededor de 40% recibió canastas de alimentos, comida preparada o asistió a comedores, tanto del Estado como de organizaciones sociales, y que 29,3% de los adolescentes acudía a un comedor escolar o recibía una beca cantina por medio de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). Entre las instituciones que brindaron alimentos, se menciona al Mides, la Intendencia de Montevideo (IM), el Instituto Nacional de Alimentación (INDA) y el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), así como a organizaciones sociales vinculadas a ollas populares, merenderos, iglesias u otros hogares.

Los alimentos

Respecto de los alimentos, se registró que sólo 39,6% de los adolescentes consumía carne diariamente “como lo recomienda la autoridad sanitaria del país a través de su guía alimentaria”, mientras que el 6% lo hacía un día a la semana y el 1,5% nunca.

Por otro lado, las frutas formaban parte de la ingesta cotidiana de 47,2% de los adolescentes encuestados y las verduras apenas de 27,1%. Los alimentos más populares entre las respuestas fueron aquellos que son “fuente de energía e hidratos de carbono complejos”, como el arroz, las papas, el boniato, los fideos, la polenta, el pan o las preparaciones con base en harina de trigo. Estos eran consumidos la mayor parte de los días por el 75% de los jóvenes.

Además, el estudio destaca que los dulces ultraprocesados -galletitas, ojitos, alfajores y refrescos- fueron señalados como un producto de consumo diario para más del 32% de la población analizada.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura