Además del cambio de gobierno, con un ministro de Trabajo y Seguridad Social ya designado en Juan Castillo, y la convocatoria a consejos de salarios que tendrá lugar a mediados de año, 2025 será un año bisagra para el PIT-CNT, que en junio celebrará su XV Congreso Nacional.
En la instancia, que se desarrolla durante varios días, los representantes de las diferentes filiales que comprende la central sindical deberán designar una nueva Mesa Representativa y Secretariado Ejecutivo, lo que terminará por decidir quién sucederá a Marcelo Abdala en el cargo de presidente. Esto podrá requerir de elecciones si las corrientes que la integran –Gerardo Cuesta, que lidera Abdala; En Lucha, formada en torno al vicepresidente del PIT-CNT, José Lorenzo López; Articulación, a la que pertenece la secretaria general, Elbia Pereira, y el “grupo de los ocho”, integrado, entre otros, por la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social, que preside Karina Sosa– logran forjar un acuerdo o no.
En ese marco, la corriente Gerardo Cuesta se reunió en diciembre del año pasado para “hacer balance” del quinquenio y “trazar las principales perspectivas” para 2025, según recoge un resumen de la agrupación al que pudo acceder la diaria.
En el documento se recuerda la “preocupación” que suscitó la victoria electoral del presidente saliente, Luis Lacalle Pou, en 2019. La corriente acusa que esto dio una “vía directa” a “los bloques de poder” a través de la que pudo “impulsar sus ideas e instrumentar directamente el modelo de la desigualdad”. Entre otros, denuncian las “privatizaciones” y el “desmantelamiento” de “políticas públicas importantes” impulsada por la ley de urgente consideración (LUC), así como “una ley de presupuesto que fue a la baja en las políticas sociales” y “una política de ajuste” también a la baja, extiende el resumen.
De esta manera, reivindican la respuesta del movimiento sindical, como el “desarrollo de la solidaridad concreta” durante la pandemia por covid-19, la “intensa campaña de recolección de firmas contra la LUC” y contra la reforma de la seguridad social. Si bien ambas llevaron a una instancia electoral que no fue favorable a la central sindical, el documento evalúa a la primera como “esencial para el desarrollo de la movilización y la lucha” y recuerda que la segunda “puso el tema en debate e hizo ineludible que los candidatos adoptaran alguno de sus elementos”.
También se abordó el cambio de gobierno que tendrá lugar en marzo, que el resumen considera como “una oportunidad alentadora para avanzar” en las reivindicaciones. “Las tareas que hemos trazado son ambiciosas, pero es tiempo de redoblar esfuerzos”, concluye el documento, que llama a movilizarse por “un país que coloque a los trabajadores en el centro de sus desvelos”.
La búsqueda por “llegar a los máximos consensos posibles”
Alejandro Acosta, dirigente de la Unión Autónoma de Obreros y Empleados de la Compañía del Gas e integrante de la corriente, dijo a la diaria que la finalidad del encuentro fue la de hacer una “valoración” de los “años de pelea y de lucha” del movimiento sindical en los últimos años.
El dirigente sindical recalcó el accionar de la corriente a la hora “contribuir en las definiciones” de la central sindical y así “generar un amplio abanico de fuerzas” que permita “promover una estrategia diferente de desarrollo de país”. Según dijo, el modelo “exportador de materias primas y alimentos” vigente “genera una base material que impide el desarrollo pleno del país”, así como “aspirar a que todas las uruguayas y los uruguayos tengamos condiciones mínimas de vida digna”.
Por ello, los integrantes de la corriente consideran que el XV Congreso Nacional es “un mojón importantísimo para la vida de todo el país”, e identificaron como principales desafíos la elaboración de “un programa de transformaciones a largo, mediano y corto plazo” y la necesidad de “generar correlaciones de fuerzas” para que dichos cambios tengan asidero, así como “fomentar el desarrollo orgánico” del PIT-CNT.
En este contexto, desde la corriente se impulsa una estrategia de “defensa de la unidad del movimiento sindical”, ante cuya falta “no hay posibilidad de avanzar”, valoró Acosta. Así, dijo que entienden como necesario que se den “todos los debates políticos e ideológicos necesarios en la construcción del XV Congreso”, algo que implica “rescatar las elaboraciones programáticas” del movimiento sindical. También se proyecta “definir políticamente una estrategia” de “acumulación de fuerzas” que permita “ambientar los cambios estructurales” y, asimismo, “dialogar con todas las corrientes sindicales dentro del PIT-CNT para llegar a los máximos consensos posibles”.
Para ello, reveló, se han iniciado “conversaciones” con las demás corrientes a modo de precisar “qué están pensando” y así “construir un programa”. “Nosotros estamos en eso y creemos que hay unos cuantos meses por delante para seguir trabajando”, sentenció.
Según pudo saber la diaria, puertas adentro trascendió la idea de adelantar el XV Congreso Nacional al mes de abril, así como que la central sindical vuelva a ser dirigida por tres coordinadores generales, tal como ocurrió hasta la designación de Fernando Pereira como su presidente en 2015.
Sobre este último punto, fuentes de la central sindical dijeron a la diaria que eso seguramente sea parte de las discusiones que ocuparán la atención de las diferentes corrientes en los próximos meses y que, al no existir como una figura estatutaria, la decisión final se tomará durante el congreso.
Una fuente que integra la corriente En Lucha dijo que el tema fue abordado de manera informal puertas adentro y que, aunque “no hay” una definición al respecto, algunos de sus integrantes entienden que es necesario retornar al antiguo modelo de dirección.