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El presidente del Banco Central del Uruguay, Guillermo Tolosa (archivo, marzo de 2025).

Foto: Alessandro Maradei

Al BCU le preocupa “subcumplir” la meta de inflación y prevé nuevos recortes en la tasa de interés

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“Creemos que las expectativas están ancladas y es otro momento inédito en la historia del BCU: la credibilidad está establecida”, señaló el presidente del organismo, Guillermo Tolosa.

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Hace pocos días el Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central del Uruguay (BCU) decidió un nuevo recorte en la tasa de política monetaria (TPM): fue de 50 puntos básicos y pasó de 8% a 7,5%. Esa cifra, informaron, es cercana al “entorno de la neutralidad”, instancia en la que no contrae ni expande a la economía.

Uno de los insumos que el BCU utiliza para modificar la TPM es el comportamiento de la inflación, con una meta que se definió en 4,5%. En una charla con periodistas, el presidente del BCU, Guillermo Tolosa, señaló que “está algo por debajo de lo que esperábamos y se prevé que siga bajando en los próximos meses”, por lo que surgió una situación “bastante inédita”: “por primera vez existe el riesgo de subcumplirla” (quedar por debajo de la meta o undershooting).

“Una inflación más baja del 4,5% es buena para el país, y yo dije que nuestra aspiración durante el mandato era bajar esa meta. Todo eso sigue siendo cierto, pero hoy estamos mandatados a una meta del 4,5%, esa sigue siendo la meta. Por primera vez vemos riesgos de ‘errarle por debajo’”, señaló a los medios.

De cara a ese contexto, el BCU prevé avanzar con nuevas reducciones a la TPM, dado que “la realidad macroeconómica actual y las proyecciones de inflación” llevan a que las autoridades crean necesario “progresar hacia una instancia expansiva de la política monetaria”. Con una TPM que se colocaría por debajo de la neutralidad, lo anterior implicaría que el BCU “está, en efecto, haciendo un esfuerzo de expandir la economía para que la inflación converja hacia la meta”.

Una dificultad, sin embargo, radica en determinar cuál es exactamente la tasa de neutralidad. Tolosa explicó que, a pesar de “estar claro el concepto”, es un “inobservable” e implica “ciertos niveles de incertidumbre”: “Hoy estamos en un proceso de revisión de cuál es efectivamente ese terreno neutral”, por lo que en el próximo Informe de Política Monetaria consignarán “cálculos revisados sobre cuál es exactamente”, y existe la posibilidad de que, en lugar de establecer una estimación puntual, procedan a “delimitar un rango”.

“Seguramente, implique que haya un margen para alguna reducción adicional de la tasa de interés en el cual todavía estemos en un terreno neutral y sólo después de esos recortes adicionales podamos entrar a un terreno expansivo”, agregó. Sobre la posibilidad de ir hacia una meta de inflación más baja, dijo que continúan “convencidos de que es un objetivo importante para el país”, pero también lo es “no tener cambios en las reglas de juego”, porque hay “una serie de agentes económicos que toman decisiones con base en esa meta”.

Los factores que explican el comportamiento de la inflación

En primer lugar, Tolosa se refirió al tipo de cambio como “un factor importante” y dijo que “no esperaban el tipo de cambio cayendo por debajo de 40”; por primera vez la apreciación cambiaria “representa un desafío para el BCU” en el cumplimiento de la meta.

“Las autoridades económicas no estamos cómodas con la trayectoria del tipo de cambio”, dijo el ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, a En perspectiva. Tolosa replicó que se realizó una “evaluación integral y holística” de la situación macroeconómica. “El nivel de tipo de cambio que tiene Uruguay hoy puede perfectamente ser compatible con nuestra meta de inflación. No lo es porque en este contexto general no estamos proyectando que la inflación llegue rápidamente al 4,5%”, consignó. En ese sentido, exhortó a “no inferir que porque el tipo de cambio esté en 39 eso genera que el BCU tenga que ir a una instancia expansiva para intentar moverlo de ese nivel”, ya que no configura “un objetivo explícito”.

A su vez, el nivel de actividad económica estuvo por debajo de las expectativas del BCU y “la actividad se contrajo en el tercer trimestre”. También se refirió a la situación “bastante inusual” de que “menos del 40% de los acuerdos salariales están cerrados”, también “muy por debajo” de las proyecciones.

“Nuestra preocupación es la inflación. Nos importa lo que sucede con la actividad y lo que sucede en el mercado de cambio, en el sentido de que hoy no nos está ayudando a cumplir con nuestra meta de inflación, no es porque esas variables sean en sí mismas una fuente de preocupación”, resumió.

Expectativas ancladas

El último comunicado del Copom informó que las expectativas de inflación de los analistas y los mercados financieros descendieron hasta casi encontrarse con la meta del BCU; las de los empresarios representan “las únicas que todavía no convergieron”, y la experiencia internacional sugiere que “presentan un sesgo por encima aún en países que cumplieron su meta de inflación por muchos años”, de acuerdo con Tolosa.

“Estamos reevaluando seguir poniendo las expectativas de empresarios dentro del cálculo de la tasa de política monetaria neutral”, acotó en ese sentido. Explicó que otros bancos centrales los “excluyen”, con lo cual “la tasa de política monetaria nominal neutral es más baja”.

“Creemos que las expectativas están ancladas y es otro momento inédito en la historia del BCU: la credibilidad está establecida”, apuntó. A pesar de lo anterior, la institución considera que es “un fenómeno relativamente nuevo” y por eso tendrá “un tono cauteloso” en cómo se aproxima y avanza en la reducción de tasas de interés a través de un monitoreo “muy de cerca”. Su presidente avizoró que “cualquier desviación en las expectativas va a generar una reacción contundente” del organismo.

“Los dos conceptos fundamentales son parsimonia y flexibilidad si la situación cambia”, ya que la intención de continuar con la reducción de tasas hasta una instancia expansiva “es condicional a que las expectativas de inflación se mantengan ancladas y la credibilidad del BCU se mantenga firme”, cerró.

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