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Sergio Botana (archivo, agosto de 2024).

Foto: Rodrigo Viera Amaral

Autocrítica blanca: para Botana el Partido Nacional perdió las elecciones “por no haber atendido el metro cuadrado de cada ciudadano”

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El senador blanco reveló que declaró a favor de Yamandú Orsi cuando el presidente fue investigado por la denuncia falsa en 2024: “Sé que es una persona de bien y un hombre de honor”.

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El presupuesto quinquenal tuvo el visto bueno del Senado con los votos del Frente Amplio, del Partido Nacional y del sector colorado Vamos Uruguay, pero deberá retornar a la Cámara de Representantes para culminar su pasaje por el Palacio Legislativo, ámbito donde ya se votó en octubre. Este martes, la diaria Radio recibió al senador nacionalista Sergio Botana: “Ayer estuvimos hablando con algunos de nuestros diputados y la idea es votar que el país tenga un presupuesto”, consignó.

En sus palabras, el proyecto implicó “poca sorpresa” y, aunque “el nivel de gasto es alto especialmente para comenzar un período”, hay “muchas insuficiencias en muchos lados”, al tiempo que para financiar el gasto se recurre a “más impuestos” y “presión sobre el contribuyente”. “Eso quiere decir que no se rompió con lo que siempre hay que romper a la hora de hacer el presupuesto, que es quebrar algunas tendencias naturales de gastos en algunas áreas que no son las más imprescindibles”, reflexionó. Evaluó que faltaron recursos en “el desarrollo al interior de la República de las propuestas educativas” y en la “descentralización de las intendencias a los municipios y del gobierno central a las intendencias”, porque Uruguay “viene demorando esa transferencia de competencias”.

“Me parece que faltó ese trabajo de reingeniería del gasto, la idea aquella del presupuesto base cero o el mirar con claridad los objetivos del país. Para nosotros es un orgullo porque se tomó la rendición de cuentas de 2024 como base del presupuesto y se hizo un incremental (...); uno podría decir que aquella rendición de cuentas fue sabia o podría decirse que en el medio de la improvisación de algunas cuestiones se decidió que era mejor lo que había que lo que podía ser el producto de algunas improvisaciones”, acotó.

Dijo que el país “no está resistiendo el sobrecosto y la falta de competitividad”: señaló que en la soja y el arroz hay “incertidumbre”; la carne tuvo una caída en su precio y “en la forestación no tenemos otro salto previsto porque UPM completó sus etapas”. Indicó que Argentina y Brasil “arreglaron con Trump”, mientras que Paraguay “movió fuerte con esa ruta que le da salida al Atlántico por el puerto de Santos y al Pacífico por Chile”: “Nosotros no miramos a Estados Unidos, fuimos los que tuvimos la primera oportunidad, pero nos quedamos”. Como contracara, opinó que el acuerdo Mercosur-EFTA y la adhesión de Uruguay al Tratado Transpacífico “son positivas”, y otra es que “en el mundo la inflación se domina y con su dominio va a haber plata en la economía real”. “Si hay una oportunidad, estemos preparados, no estemos caros”, acotó.

Otra “cosa formidable” vinculada al presupuesto fue “tener las orejitas abiertas y la cabeza pensando frente a nuestros planteos”. “Cuando hicimos los 60 u 80 planteos a los representantes del FA, tomaron apuntes y nos respondieron uno por uno”, dijo, y agregó que “uno veía buena voluntad de satisfacer las demandas”, aunque, “obviamente, había temas en los cuales nos dijeron que no” por ideas distintas ya sea de programa o de carácter filosófico. Una de las propuestas de la oposición que llegaron a buen puerto fue “recuperar la plata para el deporte” y “el financiamiento para el tema de la discapacidad”. “Si vamos al MGAP vas a ver que hicimos planteos en el tema de la salud animal, de los baños de aspersión, de alguna represa como la de Palo a Pique, del modo de liquidación del fondo arrocero, de las veterinarias chiquitas, que tenemos la certeza de que se le va a quitar un tributo… Hicimos 20 planteos en el sector agropecuario”, enumeró, y quedó “frustración” en el modo de distribución de los recursos en los gobiernos municipales, pero “el diálogo es buena cosa”.

Las “culturas” políticas

Consultado sobre la actuación del Partido Nacional como principal facción opositora, Botana dijo que “las culturas políticas exigen conductas distintas”. “A los tres días de instalado el gobierno del Partido Nacional, el Frente Amplio hizo manifestaciones, oposición a todo en el medio de una pandemia y demás”, acotó. “El FA no tuvo ningún problema con su gente en hacerlo. [...] Nuestra gente no nos perdonaría una cosa que considera mala porque nos convenga políticamente; en eso los márgenes son en función de las culturas partidarias”, reflexionó. Bajo el paraguas del vínculo habrá cinco interpelaciones en el primer año de gestión. “¿Cuál es la que no corresponde?”, se preguntó Botana, y agregó que en el caso que enfrenta al Estado uruguayo con la empresa española Cardama Shipyard “movió el gobierno, acusando, y puso en riesgo algo que no se puede poner en riesgo”.

En paralelo funciona una serie de encuentros en la llamada “Gira de análisis, autocrítica y oportunidades de mejora” a la interna del PN. Botana participó en un encuentro y opinó que, si bien hubiese preferido que se hiciera en la Convención, las filas blancas configuran “un partido de jefes, de liderazgos locales, zonales y temáticos; no de orgánicas”. En su intervención hizo el mismo planteo “que había hecho al otro día de las elecciones”. “Entiendo que el resultado electoral se debió a no haber atendido durante el gobierno el metro cuadrado de cada ciudadano”, acotó.

“Atendimos bien la macroeconomía, hicimos algunas reformas imprescindibles, hicimos un shock en infraestructura como el país no lo vive desde los años 60 y capaz que nunca lo vivió; pero el litoral lo teníamos incendiado y no hubo una medida concreta ni se escuchó la problemática debidamente, hubo retraso cambiario en los cinco años y no hubo medidas para atender esa situación que comprometía el ingreso del interior de la República toda [...], ganamos la elección con los camioneros amenazados de unos sistemas de control indebidos y terminamos el gobierno con una amenaza de lo mismo, permitimos que algunos funcionarios públicos no cumplieran su función y siga y sume”, señaló. En su visión, muchos funcionarios públicos “se dedicaron a hacer política a costa de los beneficiarios de su trabajo” y “los dejamos que no hicieran cosas o que las hicieran mal”.

“¿Cuántos jubilados no se pudieron jubilar en el período pasado porque les demoraron absolutamente todos los trámites en el Banco de Previsión Social? No sé si pereza, desidia o mala intención política”, dijo. En ese sentido, para el senador los responsables tienen que ser “personas y no modelos”, porque somos un país “muy chiquitito y de mucho vínculo personal”. Al margen de lo anterior, evaluó que el encabezado por Luis Lacalle Pou fue “un gran gobierno” que además “superó la pandemia, las sequías, las inundaciones, la inflación mundial, el desabastecimiento que provocó la invasión de Rusia y Ucrania: fue un señor gobierno. Ahora, un señor gobierno para el conjunto del país”.

Astesiano, Marset y una Fiscalía “comité de base”

También se refirió a la incidencia del caso sobre el excustodia presidencial Alejandro Astesiano: “Pienso que el caso Astesiano podría haber tenido un resultado porque la Fiscalía se encargó de tapujar todo lo otro, cualquiera de los 100 casos de corrupción en los que la Fiscalía no avanzó. Yo tengo un abecedario entero escrito de casos de corrupción del Frente Amplio y no había avance en ninguno”, dijo.

Sobre la posibilidad de, en su momento, revisar los mensajes en el teléfono del expresidente Luis Lacalle Pou, Botana evaluó que “era prestarlo a un chusmerío generalizado”, y al máximo mandatario “hay que cuidarlo; se llame Lacalle o se llame Orsi”. El senador reveló que “declaró por Yamandú Orsi cuando lo acusaron” por la denuncia falsa en 2024 debido a su vínculo a través del Congreso de Intendentes. Dijo que declaró “en favor” de “quien sé que es una persona de bien”, un “hombre de honor”; “que tengamos filosofías políticas diferentes no quiere decir que uno pueda entreverar las cosas”. Aclaró que la orientación general del interrogatorio apuntaba a saber si podría haber algún tipo de motivación “para que sucediera un hecho de ese tipo, que uno que lo conoce a Yamandú sabe que es imposible” y “si era un hombre que despertaba motivaciones para ese tipo de cosas”.

“De lo que hubo incidencia fue de la actitud general de Fiscalía; de una Fiscalía comité de base, que cuando Fossati investigaba a Astesiano estaba bárbaro y el día que se cambió para investigar a Leal fue para afuera, o que cuando periodistas filtraban cosas no pasaba nada y otros que filtraban cosas les allanaban la radio, o había fiscales que archivaban 300 expedientes y los suspendían por seis meses, y otros archivaban 600 y no pasaba nada”, listó.

Por otro lado, también vertió cuestionamientos sobre el caso del narcotraficante prófugo Sebastián Marset. Dijo que Marset “no salió de la cárcel por el pasaporte” y, puntualmente sobre la exvicecanciller y hoy embajadora en Portugal Carolina Ache, dijo que “fue la que se reunió tres veces con el abogado de Marset y nunca se supo el contenido; fue la que grabó a sus compañeros y a un superior, y junto con su abogado en aquel momento fueron los que le transmitieron a quien hacía el sumario que ordenó el ministro que esas conversaciones privadas no podían ser incluidas”, reconstruyó.

“Yo creo que tuvo repercusión lo de Astesiano –esto no– por todo lo otro que se ocultó, en un país donde, de acuerdo a quién designaban de fiscal, ya sabíamos lo que iba a pasar con la causa. El día que en la causa de este hombre pusieron a Sabrina Flores ya sabíamos el resultado. Se lo cuestiona mucho a Díaz, bastante, pero siempre preferí a Díaz, no porque sea de Fraile Muerto, sino porque les pone la cara a las cosas y asume la responsabilidad. Lo de Juan Gómez fue un comité de base a cielo abierto”, concretó.

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