“Se pasa el año, / se pasa volando, / ya no hay más nadie / que pueda alcanzarlo”, cantaba Fernando Cabrera en “La casa de al lado”. El 2025 se fue, pero todavía hay quienes buscan alcanzarlo con sus análisis, sobre todo cuando dejó mucha tela para cortar, coser y volver a cortar. Este año que se acaba de escapar fue el primero de un período legislativo atípico para oficialismo y oposición. Para el Frente Amplio (FA) significó el debut de ser gobierno sin tener mayoría en ambas cámaras –sólo la ostenta en el Senado–, luego de haber administrado el país 15 años seguidos (2005-2020) con mayoría absoluta. A su vez, este ciclo legislativo es el primero en el que la coalición, que gobernó en el período pasado, está del lado de la oposición.
La que en sus inicios fue llamada “coalición multicolor”, en los hechos –y en los dichos–, en 2025 perdió un color de su paleta, porque Cabildo Abierto (CA) se distanció del Partido Nacional (PN), del Partido Colorado (PC) y del Partido Independiente (PI), y votó algunos artículos fundamentales de proyectos de ley del oficialismo, actitud que no fue bien vista por los que se siguen definiendo como coalicionistas. la diaria consultó a varios legisladores de la oposición para que analicen su comportamiento de 2025 y cómo la ven para 2026 –y los siguientes años–.
“Como los juicios de valor que nos ponían en la escuela: puede y debe rendir más”, dice el senador colorado Robert Silva. Sostiene que, si bien en muchas cosas anduvieron bien, deben rendir más “en la coordinación, ya sea dentro del PC” como también los colorados “con los otros partidos de la coalición”. Agrega que deben establecer “una agenda que priorice temas”.
Silva pone como ejemplo lo sucedido cuando entró el presupuesto quinquenal al Parlamento, que el PN enseguida definió –y anunció– que iba a votarlo en general, sin hablarlo con los demás partidos de la coalición. Según el senador colorado, esa postura “fue una estrategia política del PN para que CA no se quedara con su medallita de darle los votos [al oficialismo]”. “Pero, después, nosotros tratamos de coordinar dentro del PC y no nos salió muy bien: la mayoría no votó el Presupuesto; otros votaron. Entonces, todas esas cosas son aprendizajes para una coalición que está dando sus primeros pasos como oposición”, subraya.
La primera vez que CA prestó sus dos votos en la cámara baja para que el oficialismo pudiera aprobar artículos que entendía fundamentales fue en junio, en la rendición de cuentas. Los cabildantes apoyaron el aumento del tope de deuda y partidas extra que el resto de la oposición no acompañó, y al instante les cayeron las críticas de la coalición. A Silva esa postura de CA le resultó una sorpresa. “No sólo me sorprendió a mí, sino a sus propios votantes. Si analizás la cantidad de desvinculaciones que CA ha tenido... Por ejemplo, los colorados ahora recibimos a los únicos tres ediles de CA: los de Artigas se vinieron con nosotros. Así que le está errando al bizcochazo”, finaliza.
Bianchi: “No me voy a dejar llevar puesta”
“Yo, que era una de las que tenía más fama de confrontativa, me lo propuse: lo asumimos con mucha responsabilidad y respeto”, señala la senadora Graciela Bianchi, coordinadora de la bancada de la cámara alta del PN, sobre su rol opositor. Reconoce, no obstante, que tuvieron “algunos altibajos” con el oficialismo, porque hay momentos en los que a “determinados sectores de la bancada” del FA “les llegan directivas intempestivas, que les hacen cambiar de actitud, no solamente en posiciones sobre temas, sino también de relacionamiento”.
“Si esto continúa en bajada, advierto que en 2026 a la comprensión y a la ecuanimidad le voy a dar lugar hasta donde quiera, porque no me voy a dejar llevar puesta”, avisa Bianchi. Consultada sobre qué actitud del oficialismo no le gustó específicamente, pone como ejemplo la interpelación a la ministra de Defensa, Sandra Lazo, por el caso del astillero Cardama. Subraya que “no puede aparecer un senador del oficialismo con un barquito de papel de color celeste arriba de la banca” (en referencia a Nicolás Viera). “Y no pueden decirnos las cosas que nos dijeron, prácticamente que nos coimeó Cardama”, señaló. Por lo tanto, Bianchi adelanta que si el oficialismo sigue en esa línea, en 2026 será “más confrontativa”.
En cuanto a la postura de CA, la senadora dice que tiene una pregunta y una afirmación. La primera es “¿hasta dónde [el diputado cabildante Álvaro] Perrone es CA?”; y la segunda es que deben esperar a que Guido Manini Ríos, líder de CA, y su esposa, la exministra Irene Moreira, “se curen del golpazo que recibieron en el resultado electoral”, porque “a veces hacen análisis sobre las causas, que le imputan a la coalición y sobre todo al expresidente Luis Lacalle Pou”. “Entonces, creo que, como a todo ser humano, hay que darles tiempo”, agrega. En cuanto a Perrone, Bianchi indica que mientras CA estaba en la coalición, cuando eran gobierno, ella negociaba con Manini Ríos y a veces Perrone “se les escapaba”, pero entonces el líder de CA “tenía más elementos para volverlo al redil”.
Los Rodríguez
El diputado blanco Juan Martín Rodríguez señala que hubo diferentes hitos parlamentarios en 2025, en los que la oposición demostró “tener capacidad de acción conjunta”, así como también instancias en las que faltó “mucho de esa capacidad o no fue suficiente”. Por el lado de las positivas, consigna el proyecto de presupuesto, “cuando se evitó que las normas del secreto bancario se aprobaran en la Cámara de Diputados y luego en el Senado, donde el FA tiene mayoría e incluso había algún sector del PC [Vamos Uruguay] que estaba dispuesto a trabajar en ese sentido”.
El diputado blanco destaca que el gobierno “ha tenido capacidad para elegir aliados circunstanciales para la aprobación de diferentes normas”, en referencia a los dos diputados cabildantes (Perrone y Silvana Pérez Bonavita). Rodríguez subraya que CA “no se autodefine como parte del gobierno, pero en los temas importantes acompañó la posición” del oficialismo; por lo tanto, eso lo obliga “por lo menos a mantenerlo como un ente aparte, ni parte del gobierno ni parte de la oposición”.
Juan Martín Rodríguez, del Partido Nacional y Álvaro Perrone de Cabildo Abierto, en la Cámara de Representantes (archivo, octubre de 2025).
Foto: Gianni Schiaffarino
Así las cosas, Rodríguez dice que “en términos generales”, el PN, el PC y el PI “han tenido una coordinación importante”, pero tal vez eso les faltó, por ejemplo, en el presupuesto y en otros proyectos, como el de ingreso a las intendencias. El diputado señala que, en esos temas, los tres partidos “no hicieron el ejercicio de coordinación en coalición para fijar postura”. Pensando en lo que viene, Rodríguez sostiene que “esas libertades” fueron “admitidas” en el primer año de gobierno, pero en el futuro “estas mismas acciones no serían aceptables”, dada la cercanía con un nuevo proceso electoral.
“Este gobierno, en el mejor de los casos, va a ser mediocre. Entonces, si con el paso del tiempo, los partidos de la coalición –incluido CA– somos –o son– los que le terminan salvando parcialmente la plata al gobierno, es un daño que nos autoinfligimos. En 2025 hubo determinadas decisiones que fueron admisibles, pero en 2026, 27 y 28 esas mismas acciones no veo que sean tan pacíficamente aceptadas”, insiste. Por lo tanto, Rodríguez sostiene que CA “deberá resolver si esto que hace hoy en 2027 o 2028 sigue siendo estratégico para su futuro político”.
A su vez, para el diputado colorado Conrado Rodríguez, la oposición en 2025 dio discusiones “muy fuertes” en algunos temas “fundamentales”, como el proyecto para salvar a la Caja de Profesionales Universitarios. “La oposición actuó con firmeza, sobre un tema muy delicado, y luego, en el Senado, [los legisladores oficialistas] se tuvieron que abrir a una negociación porque, si no, no había ningún tipo de solución”, sostiene.
Para Rodríguez, la oposición actuó “de forma articulada” en ese tema, así como también en la rendición de cuentas, pero no “en la votación general del presupuesto”, ya que el PN “asumió una posición política, incluso antes de escuchar al Ministerio de Economía”. Subraya que esa postura “no fue trasladada a los otros partidos de la coalición”. En cuanto a la postura de CA, a Rodríguez le “sorprendió” que fuera “tan rápido su apoyo a las distintas políticas del FA”. “Hubiera esperado otro timing, pero CA asumió que ya no está más en la coalición. De hecho, nosotros lo convocamos, por ejemplo, para el tema de la Caja de Profesionales, y decidió votar distinto al resto de la coalición, cuando habíamos estado coordinando internamente”, finaliza.
Perrone: “Es muy difícil acordar algo porque son muchas coaliciones republicanas”
“En este primer año no estuvimos centrados en trancar, sino en lograr cosas. Lo que se entiende que es bueno para la población y que va más o menos con nuestras ideas, lo apoyamos”, señala Perrone, la cara más visible de CA en el Parlamento, por su exposición mediática y porque es quien encabeza las conversaciones para los acuerdos. Agrega que hay temas que en 2025 fueron postergados, en los que hubieran querido avanzar más, como los deudores y lo forestal –dos cuestiones con las que CA insiste desde el período pasado–, que fueron parte de las conversaciones del presupuesto, pero “quedaron para el año que viene”.
“Parte de la oposición fue bastante dura en este primer año, y para algunas cosas no nos prestamos”, señala Perrone, y pone como ejemplo de esto la interpelación a la ministra de Salud, Cristina Lustemberg, por el caso del presidente de ASSE, Álvaro Danza. Para el diputado cabildante, en ese tema la coalición fue “un poco caprichosa”, porque primero le pidió a Danza que renunciara a la actividad privada y, luego de que lo hizo, le exigió que dejara la presidencia de ASSE. “Eso tiene más que ver con una actitud caprichosa que con una solución al tema”, insiste, y señala que, después de que Danza renunció a sus cargos en la actividad privada, la oposición tendría que haber cancelado la interpelación.
Perrone pondera como una decisión acertada que CA no haya participado en los ámbitos de coordinación de la coalición, porque les permitió estar más libres, ya que “es muy difícil seguir el ritmo que está teniendo la Coalición Republicana en cuanto a la toma de decisiones”. El diputado cabildante subraya que incluso dentro de sectores del PC, como Vamos Uruguay, “votan divididos”, así como hubo casos similares en el PN (a instancias del Herrerismo, en la cámara baja, siete de los 29 diputados blancos no votaron las modificaciones al Presupuesto que hizo el Senado).
“Más allá de que lo digan, la Coalición Republicana hoy no tiene ningún tipo de coordinación, sólo en las interpelaciones. Entonces, es muy difícil acordar algo con la Coalición Republicana porque son muchas coaliciones republicanas. Nosotros estamos convencidos de que tomamos una decisión acertada, de manejarnos con autonomía”, insiste.
Pensando en el próximo año, Perrone subraya que para CA “el tema central” será la seguridad, con el que hasta ahora han tenido una actitud “de ayuda y de propuesta”, porque el gobierno todavía no tenía el presupuesto aprobado. “En 2026 la actitud de CA con el tema seguridad va a ser completamente otra, porque el gobierno ya va a tener las herramientas que pidió, y nosotros se las dimos. Esperamos resultados y vamos a exigirlos. No por un capricho, sino porque es el principal problema que tenemos”, finaliza.