Un muchacho puso su espalda a disposición de Luis Lacalle Pou, para que el expresidente apoyara una foto de sí mismo que una joven le acababa de dar, a la espera de que estampe su firma. Esa escena tuvo lugar en la entrada del Parque Social Cambadu, donde este sábado, desde las 10.00, se realizó la reunión de Convención Nacional del Partido Nacional (PN), para elegir al nuevo directorio blanco y a su presidente. Lacalle Pou saludó de lejos, de cerca, abrazó y dio la mano pero, sobre todo, se sacó muchas fotos, como poniéndose al día con los blancos, ya que hacía seis años que no pisaba una convención de su partido -porque se lo prohibía la Constitución, claro está-.
El exmandatario siguió saludando en el camino a la entrada del gran salón, donde esperaban los convencionales y los cuatro candidatos a presidir el directorio: el excandidato blanco y senador Álvaro Delgado (Aire Fresco), los senadores Javier García (Alianza País) y Luis Alberto Heber (Herrerismo), y el exintendente de Florida Carlos Enciso (sacó una lista en forma independiente). Pero la puja real -por la cantidad de convencionales de cada sector y algún movimiento entre grupos con el que especulaba hasta el último minuto- estaba entre Delgado y García, y desde enero que en filas blancas se preveía un escenario de contienda ajustada entre ambos.
Luego de que los presentes entonaron el Himno Nacional y “La Marcha Tres Árboles”, como es de rigor en toda liturgia blanca, empezó formalmente la convención. La hasta hace pocas horas presidenta del directorio nacionalista, Macarena Rubio, avisó que seguro sería “una jornada extensa pero esperanzadora” por todo lo que van a construir juntos. Rubio estuvo poco más de un año al frente del directorio, ya que sustituyó al exdiputado Pablo Iturralde, que se vio obligado a renunciar luego de que se hicieran públicos unos chats entre él y el exsenador blanco Gustavo Penadés -hoy preso preventivamente por varios delitos sexuales-, sobre la fiscal del caso, Alicia Ghione.
Lacalle Pou y su gobierno: satisfacción pero sin conformidad
“No sé si a ustedes les pasa: a mí, el día antes de una convención, de cualquier conmemoración del PN, me viene una emoción, un sentimiento que no termino de explicar, porque obviamente tiene componentes de tradición”, fueron las primeras palabras de Lacalle Pou a los convencionales, que las expresó desde abajo, hasta que alguien le gritó que vaya para arriba del escenario. “¿Vos decís que no me ven? Lo que natura non dat…”, contestó, y subió.
Dijo que en eso que siente antes de cada reunión blanca hay componentes de tradición, de historia familiar y personal, pero también un “componente que está en la esencia del ser nacional, que es la libertad”. “Cuando vengo a un acto del PN me siento más libre que nunca, me siento perteneciente a un cuerpo libre, porque ni siquiera es una expresión de libertad personal, es una libertad compartida”, insistió.
Antes de que empezara a hablar, mostraron un video con un resumen de sus cinco años como presidente. Lacalle Pou dijo que todo eso le generaba satisfacción pero no “conformidad”, porque eso significaría decir “ya está”. Subrayó que dejó de ser presidente hace cuatro meses y hoy ya piensa “tendría que haber hecho esto” o “quizás esta decisión la debería haber tomado en otro momento”, pero, “por supuesto”, que el balance “es positivo”, porque es algo “objetivo”, ya que lo dicen “los datos, y no las excusas”.
Luis Lacalle Pou en la convención del Partido Nacional, en el parque social de Cambadu.
Foto: Rodrigo Viera Amaral
“Porque nunca pusimos excusas. Sabemos lo que nos tocó afrontar, y que terminamos un gobierno con 110.000 uruguayos más trabajando que cuando nos tocó arrancar; sabemos que terminamos un gobierno en el que a los uruguayos les valía más la plata porque bajamos la inflación y bajó la informalidad”, sostuvo. Luego dio varios ejemplos de lo hecho por su gobierno: “Si tienen que salir de apuro, en Tapia [Canelones] hay una ambulancia, de la policlínica renovada”, y en el Cerro de Montevideo, “se terminaron 50 años de promesas” (en referencia al hospital que se inauguró allí durante su mandato).
“Y, como si fuera poco, nos tocó estar en el lugar indicado en uno de los peores momentos de la historia moderna de la humanidad, el 13 de marzo de 2020 [el inicio de la pandemia de coronavirus en Uruguay]. Y vuelvo unos renglones atrás en el discurso. Cómo nos sentimos, qué nos impulsó: como pocas veces, tan tangible, la libertad. Si no hubiera gobernado la coalición y el PN, nos hubieran encerrado, eso era lo que pedían, y por eso, satisfacción, pero no conformidad”, insistió.
¿Y la autocrítica?
El evento fue transmitido por el canal oficial del PN en Youtube, y por allí la gente comentaba a gusto mientras iba mirando. Al principio, alguien escribió: “Estoy esperando la autocrítica, perdimos nosotros, no ganaron los otros”. La famosa autocrítica está soplando en el viento en filas blancas desde que el PN perdió las elecciones, en noviembre de 2024, pero oficialmente la reunión de la convención de este sábado no tenía ese fin como orden del día. Adentro del salón de Cambadu, militantes colgaron un cartel que decía “¡Autocrítica seria ya!”.
Lacalle Pou quizás no leyó el cartel, porque estaba muy al fondo, pero seguro sabía que el tema estaba soplando por ahí y lo agarró para impulsar su discurso. “¿Quién tiene que hacer el análisis? Los que quieren estar primeros en la fila. ¿O le vamos a pedir al militante, ese que quizás da mucho más que muchos de nosotros por el partido y no está en las listas? No, a ese le debemos el análisis. Y yo soy el primero de la fila, yo estuve primero en la fila”, señaló. El exmandatario acotó que ese análisis se debe hacer “con amor y con afecto”.
Lacalle Pou aceptó que alguno pudo haber llegado disconforme, con la idea de hablar y decir lo que pensaba. “Bienvenido, porque ese es el PN. Creo que tenemos que hacer eso en cada departamento. ¿Desde cuándo es un partido mordaza? Si yo me crié siendo rebelde”, agregó, y lo aplaudieron. “Ahora, eso se hace serio, responsablemente y diciendo ‘es para mejorar’. ¿O a alguien se le ocurre estar en un partido político para destruir? Ya sé, alguno está pensando que sí, pero este no es, este solo construye”, aseguró. Además, subrayó que fueron capaces de juntarse y entenderse con su “histórico y tradicional adversario” (por el Partido Colorado), y empezaron y terminaron un gobierno de cinco partidos, por lo tanto, “la construcción primó sobre la destrucción”.
Al final, Lacalle Pou jugó con los números. Dijo que luego de este sábado 28 viene el 29, pero también el 29, remarcando el año 2029, de las próximas elecciones. En ese momento tuvo que parar de hablar porque la gente empezó a gritar “¡presidente, presidente, presidente!”, pero aclaró que no les hablaba como alguien que había sido mandatario sino como “Luis, desde el corazón”.
Por último, el exmandatario le agradeció a los cinco partidos que conformaron la coalición en el gobierno pasado y subrayó que dejaron “un aprendizaje para el 29”. “Con emoción, libertad, agradecimiento, competencia, análisis, autocrítica y felicitación, pensando en mañana, 29 de junio, y pensando en el 2029”, finalizó.
Álvaro Delgado, Carlos Enciso, Luis Alberto Heber y Javier Garcia, durante la Convención del Partido Nacional.
Foto: Rodrigo Viera Amaral
La previa: chorizos, empanadas y Besozzi
Después de Lacalle Pou, hablaron los cuatro candidatos, y los 468 convencionales que asistieron, del total de 500 -una cifra más alta de la que esperaba la mayoría-, pasaron a votar, en un cuarto intermedio de cerca de dos horas. Mientras, los dirigentes, legisladores, militantes y demás, comentaban cómo veían la mano, en pequeñas tertulias improvisadas alrededor y adentro de la barbacoa, de la que salían chorizos para acá y para allá. Un dirigente de Alianza País comentó que, si fuera por el “aplausómetro”, ganaba García, y remarcó que fue el que hizo el discurso más duro de los cuatro, destacando la oposición al gobierno del Frente Amplio.
Más alejado de la barbacoa, cerca de la entrada al parque, estaba el intendente reelecto de Soriano, Guillermo Bessozzi, quien, empanada en mano, le dijo a la diaria que para los blancos estos encuentros significan “un regocijo muy grande, a pesar de la competencia”. “Los blancos son muy de salir a las cuchillas, pero creo que hemos aprendido, y hoy sabemos que, gane quien gane, hay que salir, trabajar y estar, porque somos una buena opción para la gente, para el país y para los departamentos”.
Hace pocas horas, se supo que la jueza Ximena Menchaca levantó la medida cautelar que impedía el ingreso de Besozzi a dependencias del gobierno departamental, pero mantuvo el arresto domiciliario nocturno, por lo tanto, podrá asumir al frente de la comuna. “Era lo que tenía que pasar, porque mi consciencia y yo sabíamos cómo era esto. Con naturalidad, humildad y tranquilidad, y también con un poco de dolor por vivir esto, porque no es bueno ni para la democracia ni para un país republicano como el nuestro. Pero, bueno, es lo que me tocó. Lógicamente, siempre uno apuesta a ser mejor, y así lo vamos a hacer, cerca de la gente, gobernar de la mejor manera, que es para lo que me votaron”, finalizó.
El discurso del ganador: “Nadie tiene mayoría”
Pasadas las 16.00, el diputado Juan Martín Rodríguez, presidente de la convención, anunció los resultados, que dieron ganador a Delgado por 18 votos sobre García. Según varios de los asistentes, es la victoria más ajustada por la presidencia del directorio blanco en al menos tres décadas. Pocos días atrás, dirigentes de Aire Fresco calculaban que ganarían por más de 50 votos.
En los papeles, el resultado fue de 141 votos para Aire Fresco y 60 para D Centro (ambas listas encabezadas por Delgado), 184 para García, 45 para Heber y 33 para Enciso; a su vez, hubo un voto para el sublema de Delgado y cuatro votos anulados -alguno por falta de firma, por ejemplo-.
Acompañado por una pequeña hoja con breves palabras escritas, Delgado subió al escenario nuevamente y se puso frente al micrófono para dar su discurso de victoria. “Esta es de las convenciones más numerosas que hemos tenido, había ganas de venir y de estar. Una vez que la gente votó, el mensaje fue bien claro: en el PN nadie es más que nadie, nadie tiene mayoría. La soberanía partidaria nos dio un mensaje: que tenemos que trabajar en unidad, con todos los miembros del directorio”, subrayó.
Álvaro Delgado, el sábado 28 de junio, durante la Convención del Partido Nacional.
Foto: Rodrigo Viera Amaral
Delgado adelantó que el nuevo directorio va a empezar a recorrer el país, para escuchar y hacer, “necesariamente” el “proceso de análisis”, en el que estará “en primera fila, asumiendo todo lo que haya que asumir”. “Pero, como dijo Luis hoy, con afecto y con amor, mirando para adelante, porque tenemos que cuidar este instrumento”, agregó. Subrayó que tienen “el desafío más lindo, más grande, en un momento histórico diferente”, que es “ser oposición” y defender los “logros” del gobierno anterior, “firmes”.
“Ser oposición a este gobierno sin rumbo, sin ideas y sin liderazgos. No sólo ser oposición sino también proponer nuestras soluciones, y hacer que el directorio interactúe con toda la ciudadanía en cada uno de los lugares. Va a ser un directorio moderno y descentralizado pero, sobre todo, que va a trabajar en equipo”, finalizó. Mientras todos se terminaban de ir y Delgado se sacaba algunas fotos con quienes se lo pidieran, por los parlantes sonaba “Orgullosamente blancos”, uno de los jingles de la campaña blanca de 2019.