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Taller "Herramientas para la gestión participativa del agua", el 25 de octubre en la casa quinta José Enrique Rodó, en la ciudad de Santa Lucía.

Foto: Sandro Pereyra

Taller sobre herramientas para la gestión participativa del agua

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El taller “Herramientas para la gestión participativa del agua”, organizado por Río Abierto, de la diaria, se realizó el 25 de octubre en la casa quinta José Enrique Rodó, en la ciudad de Santa Lucía. Participaron vecinos de la localidad y ciudades cercanas, autoridades departamentales y niños de primer año del liceo 2 de Santa Lucía, junto a la educadora social practicante Sofía Romano. En dupla pedagógica con el docente de Biología del liceo 2, Romano desarrolla junto a los estudiantes un proyecto de educación ambiental, que incluye la toma de conciencia sobre la importancia del cuidado del agua.

Estuvo también presente en pleno el equipo de Río Abierto, incluidos los científicos de la Facultad de Ciencias Guillermo Chalar y Luis Aubriot. Chalar explicó que hay pocas experiencias en Uruguay de monitoreo participativo de la calidad del agua. Este tipo de proyectos, señaló, tienen múltiples beneficios: son una práctica de educación ambiental, hacen que las personas se involucren con su entorno, identifiquen problemas, marquen prioridades y busquen soluciones. La gestión colaborativa hace que muchas veces los problemas se resuelvan más ágilmente que en otros escenarios.

Chalar explicó que es necesario desarrollar un protocolo para situaciones de emergencia ambiental y otro para el monitoreo periódico, que debe contemplar medidas de seguridad.

Sofía, estudiante del liceo 2, explicó que en esa institución educativa ya realizaron tomas de muestras de agua del Santa Lucía y desarrollaron procesos químicos sencillos para determinar su estado: determinaron el PH, observaron la presencia de cianobacterias y utilizaron herramientas del Plan Ceibal para investigar el oxígeno disuelto en el agua.

Carlos Dárdano, de la Asamblea por el Agua del Río Santa Lucía, contó la experiencia de monitoreo de la grasera ubicada en esa localidad, para lo que utilizaron laboratorios externos. Destacó que una de las ventajas del monitoreo participativo radica en la riqueza que supone definir los problemas desde el territorio, y la independencia a la hora de analizar.

Chalar relató que planteó en la comisión de cuenca del Santa Lucía la idea del monitoreo participativo, y que la propuesta tuvo buena receptividad en las autoridades de la Dirección Nacional de Aguas. Sugirió la posibilidad de identificar distintas zonas de monitoreo e hizo hincapié en la importancia de relevar también aspectos sociales, como hábitos y percepciones en relación al uso del agua.

Finalmente, se propuso convocar a una reunión fundacional de la comisión de monitoreo, para lo cual se hará una convocatoria amplia a la población del Santa Lucía que desee participar.

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