Salud Ingresá
Salud

Más vale prevenir

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

Se busca mejorar la seguridad de los productos.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Gary Smith es médico, profesor de Pediatría, Emergencia Médica y Epidemiología de The Ohio State University, y durante muchos años fue el encargado de la sala de emergencia del hospital pediátrico más grande de Estados Unidos, el Nationwide Children’s Hospital, situado en Columbus Ohio. “Como médico estaba tratando niños y era cada día la misma cosa, veía las mismas heridas, los mismos choques, y sabía que era posible prevenir las lesiones antes de que ocurran; es un método de salud pública más que un método de tratamiento clínico”, explicó a la diaria el martes 12 de junio, en el Foro Internacional de Seguridad Vial Infantil que organizó la Fundación Gonzalo Rodríguez en Buenos Aires. Con el foco en la prevención de las lesiones más comunes, Smith fundó la Alianza para la Prevención de Lesiones Infantiles, un centro de investigación en el que trabajan más de 50 personas, 15 de ellas universitarios, que da pautas sobre el diseño de dispositivos que eviten las lesiones de tránsito, ahogamientos, quemaduras, caídas e intoxicaciones, entre otros. Es así que recomiendan dispositivos de retención infantil para los vehículos, y una serie de artículos, muebles, juguetes (piscinas, por ejemplo) que eviten los accidentes domésticos que pueden ser mortales. Además de educar en seguridad, Smith propone “cambiar el ambiente y el diseño de productos”, por ejemplo, optando por coches que prevengan lesiones o hacer calles y carreteras seguras.

“La mortalidad causada por el tráfico está bajando en Estados Unidos, pero no tan rápido, y si podemos usar los medios que hemos aprendido antes para combatir las enfermedades infecciosas para prevenir las lesiones, podríamos hacerlo mejor. Desafortunadamente es algo que no hacemos siempre; es muy común que pensemos en términos de culpa, pero decir que es la culpa de los padres o de los fabricantes no ayuda a nadie. Cien años antes aprendimos que este enfoque no sirve para combatir las enfermedades infecciosas, no ayudó decirles a los padres ‘este niño murió porque usted no hirvió el agua y tuvo una enfermedad’, el foco estuvo puesto en prevenir el microbio, crear sistemas de agua potable y saneamiento, poner el foco sobre el diseño”, insistió.

Seguí leyendo sobre esto: Uruguay aplica varias recomendaciones de seguridad vial, pero todavía está lejos de reducir la siniestralidad

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

¿Te interesa la salud?
Suscribite y recibí la newsletter de Salud en tu email.
Suscribite
¿Te interesa la salud?
Recibí la newsletter de Salud en tu email todos los martes.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura