Salud Ingresá
Salud

Enfermedades no transmisibles causan 50% de las muertes en América Latina y en Uruguay esa proporción trepa a 80%

2 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

El desafío en la región es bajar la obesidad y el sobrepeso, y hacer que el hambre vuelva a reducirse.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

El informe “Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional 2019” de Naciones Unidas dice que en América Latina y el Caribe hubo avances considerables en la eliminación del hambre en los últimos 20 años, pero surgieron otros desafíos con respecto a la alimentación, como el aumento del sobrepeso y la obesidad. El documento fue elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Programa Mundial de Alimentos, y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.

Sobrepeso

El texto dice que en la región el sobrepeso afecta hoy a 59,5% de los adultos, es decir a 262 millones de personas, mientras que a nivel global esa cifra es de 20%. La obesidad afecta más a las mujeres (27,9%), en tanto que en hombres de la misma edad el porcentaje es de 20,2. Se estima que en 2016, de los 105 millones de adultos con obesidad, 62 millones (59%) eran mujeres.

En 2017, 600.000 personas de América Latina y el Caribe murieron por enfermedades relacionadas con la mala alimentación. “Los factores de riesgo alimenticios que ayudan a explicar este resultado son los bajos consumos de cereales integrales, frutos secos, semillas y verduras, junto con un consumo de sodio elevado”, dice el informe. Las enfermedades no transmisibles causaron más de 50% de las muertes en los países de América Latina y el Caribe, pero en 2016 en Uruguay, Costa Rica, México y Chile causaron al menos 80% de los fallecimientos.

Según datos de 2016 de la Organización Mundial de la Salud, 62,9% de la población adulta en Uruguay tenía sobrepeso. Además, de acuerdo con un estudio realizado por la OPS publicado en 2015, el consumo de bebidas y alimentos ultraprocesados en Uruguay aumentó 146,4% entre 2000 y 2013.

El informe “Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional 2019” destaca la aprobación de leyes en Uruguay que regulan la publicidad y la comercialización de alimentos en los centros de estudio (Ley 19.140, de protección de la salud de la población infantil y adolescente a través de la promoción de hábitos alimenticios saludables) y el etiquetado frontal de alimentos con exceso de sal, azúcar y grasas, que entrará en vigencia en febrero de 2020.

En cuanto a los niños de América Latina y el Caribe, el sobrepeso pasó de 6,2% en 1990 a 7,5% en 2018, varios puntos por encima de la prevalencia mundial, que es de 5,9%. La estimación dice que dos de cada tres niñas o niños con sobrepeso habitan en algún país sudamericano. El sobrepeso infantil afecta a 2,6 millones de niñas y niños menores de cinco años.

Hambre

El informe dice que en 2018 6,5% de la población de la región (42,5 millones de personas) vivía con hambre, y menciona que si bien se logró bajar en 20 millones el número de subalimentados con respecto al año 2000, 2018 fue el cuarto año consecutivo en el que el hambre mostró un aumento continuo, cosa que preocupa tanto como la obesidad.

La inseguridad alimentaria moderada o grave se incrementó en América Latina de forma considerable: pasó de 26,2% a 31,1% entre los trienios 2014-2016 y 2016-2018. “Este aumento produjo que más de 32 millones de personas se sumaran a los casi 155 millones que vivían en inseguridad alimentaria en la región en 2014-2016”; en eso incidió la situación de Venezuela, en donde se multiplicó por más de dos el número de personas subalimentadas (de 2,9 millones en 2013 a 6,8 millones en 2018), y Haití se mantiene como el país con más alta prevalencia de subalimentación en la región. La inseguridad alimentaria se define como la interrupción parcial o total del acceso a los alimentos.

¿Te interesa la salud?
Suscribite y recibí el newsletter de Salud en tu email.
Suscribite
¿Te interesa la salud?
Recibí el newsletter de Salud en tu email.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura