En agosto, el Fondo Nacional de Recursos (FNR) universalizó la cobertura del tratamiento de la infección por el virus de la hepatitis C, que hasta el momento era sólo para quienes tenían fibrosis en las etapas más avanzadas. “No ha habido un aumento importante de solicitudes y tratamientos, como habíamos pensado. Habíamos planificado que íbamos a tener el doble del año pasado, que habían sido 70, y este año no fueron más de 70”, dijo en diálogo con la diaria Alicia Ferreira, directora general del FNR.
La Asociación Comunidad Hepatitis C del Uruguay (ACHCU) le reclama al Ministerio de Salud Pública (MSP) que haga una campaña de información para concientizar sobre el virus y difundir el acceso al tratamiento universal, y solicita que se incluyan al Plan Integral de Atención en Salud (PIAS) los estudios diagnósticos –el de carga viral, el de genotipificación y el Fibroscan, que mide el grado de fibrosis– que son exigidos por el FNR para planificar el tratamiento y hoy pueden llegar a costar 20.000 pesos, explicaron a la diaria Jorge Adán y Victoria Izquierdo, integrantes de ACHCU. Por medio de pedidos de acceso a la información pública, la asociación supo que entre 2008 y 2018 el MSP recibió 2.970 notificaciones de casos de hepatitis C. “Nosotros sabemos que hay 3.000 pacientes detectados que no acceden al tratamiento; acceden 100, 150 por año, porque esos 3.000 que están diagnosticados no saben que hay cura para la hepatitis”, plantearon Adán e Izquierdo, y por eso opinan que el tratamiento no es de acceso universal. Además de pedir una campaña de difusión, solicitan que se ofrezca masivamente el test de hepatitis C. El titular del MSP, Jorge Basso, discrepa. Fuentes del ministerio afirmaron a la diaria que se cumplió con el compromiso de universalizar el acceso al tratamiento, y que se sigue evaluando la incorporación de técnicas diagnósticas al PIAS. Con respecto a la campaña de difusión, dijeron que las campañas se hacen “en la medida de lo posible” y que no está previsto hacerla en lo que falta de esta administración; respecto de los estudios diagnósticos para la población en general, respondieron que “no sería necesario ni viable”, y recordaron que las instituciones de salud tienen la obligación de hacer el diagnóstico a personas con riesgo de tener hepatitis C.
En las colonias
A fines de 2018 ACHCU denunció que en las colonias psiquiátricas (hoy Centro de Rehabilitación Médico Ocupacional y Sicosocial, Ceremos) había cerca de 100 pacientes con hepatitis C. Hace poco más de un mes recibieron la respuesta a la solicitud de acceso a la información pública que habían hecho. Federico Sacchi, director de Ceremos, informó que al 18 de octubre había 77 personas con el virus, sobre el total de 650 personas que viven en las colonias y 113 que están en programas de egreso, pero precisó que “se están realizando los tests Elisa de virus de hepatitis C a las 302 personas que no habían sido estudiadas”. Respondió, además, que entre enero de 2014 y el 18 de octubre de 2019 fallecieron en las colonias 24 personas con el virus, pero que “en ninguno de los casos la causa de fallecimiento tenía vinculación con la condición de ser portadores del virus”. Según Adán, los datos confirman que “el foco epidemiológico no se ha eliminado” y es peor de lo que estimaba ACHCU, porque pensaban que una de cada siete personas de las colonias tenían hepatitis C, pero los números muestran que la proporción es mayor, si se toma en cuenta a las 302 personas que no habían sido estudiadas.
“Hasta el momento ninguna persona ingresada en Ceremos ha recibido tratamiento antiviral”, afirmó Sacchi, quien alegó que “históricamente” se intentó incorporar a las personas con hepatitis C a los protocolos de tratamientos del FNR, pero que “no fueron aprobados por dicho organismo debido a que dentro de los criterios de exclusión figuraba la enfermedad mental crónica”, y dijo que la indicación de los tratamientos se hará en base a las recomendaciones de hepatólogos, que ya comenzaron a valorar a los pacientes.
“No tenemos ninguna solicitud de pacientes internados en las colonias”, expresó Ferreira, quien aclaró que las patologías de salud mental no están dentro de los criterios de exclusión del FNR, pero se requiere un informe del psiquiatra sobre las posibilidades de adherencia al tratamiento. Ferreira reiteró que los infectólogos y hepatólogos saben que ahora pueden solicitar el tratamiento para todas las personas con hepatitis C.