La tecla del enter y el espaciador, el tubo y el número dos del teléfono, el mouse, la manija del cajón, las llaves del armario, las áreas del escritorio en las que se suele apoyar las manos, el monitor, el picaporte de la puerta. Esas fueron algunas de las superficies por donde los investigadores del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE) pasaron los hisopos en la oficina de una administrativa del Sanatorio 3 del CASMU de la calle Garibaldi, en Montevideo, que tuvo un caso de covid-19 (ver recuadro). Los investigadores eran Eduardo de Mello –microbiólogo con maestría y doctorado en virología y asesor del Consejo Directivo del IIBCE para proyectos interinstitucionales relacionados con la covid-19–, Claudia Piccini y Karina Antúnez, ambas del Departamento de Microbiología del Clemente. Estaban allí porque a principios de junio el IIBCE y el CASMU firmaron un convenio para hacer el monitoreo ambiental del virus SARS-CoV-2 en superficies de trabajo.
De Mello contó a la diaria que empezaron a trabajar con el CASMU hace unos dos meses, cuando comenzaron a discutir los procesos y la metodología que aplicarían. Álvaro Arigón, director de CASMU Empresa –unidad de medicina empresarial de la institución–, informó a la diaria que durante estos meses desarrollaron dos proyectos pilotos, que se hicieron en el área del CTI del CASMU que atiende a pacientes con covid-19 y en el centro médico ubicado en Bulevar Artigas y Guaná. Destacó que en ambos casos obtuvieron buenos resultados, es decir, que luego de la limpieza no se detectó la presencia del virus en las superficies analizadas.
Tras sus rastros
“Los hisopados pueden hacerse antes o después de limpiar las superficies, depende del interés. En este caso, la idea es saber si el proceso de descontaminación está funcionando”, explicó De Mello tras tomar muestras en una oficina de reuniones de la dirección del sanatorio, donde había estado reunida la funcionaria afectada por el virus.
En el CTI, las muestras se han tomado antes y después de la desinfección. En los muestreos posteriores a la limpieza no se han encontrado rastros del virus; en cambio, sí se hallaron antes de la limpieza: “En el CTI evaluamos 24 puntos y cinco fueron positivos”, detalló. Aclaró que todos esos puntos estaban relacionados al proceso de tratamiento específico del paciente, es decir, que no eran áreas de circulación. Comentó que los integrantes del equipo de salud ingresan al área intensiva, tienen que manipular al paciente y los equipos táctiles –por ejemplo, tienen que calibrar el oxígeno y otros dispositivos–, y que esas superficies siempre terminan estando en contacto con el virus. Los respiradores son descartables, pero también en ellos rastrearon la presencia del virus y vieron que puede dar positivo hasta dos y tres días después del contacto.
Una investigación de la Universidad de Bonn (Alemania) titulada “SARS-CoV-2 en muestras ambientales de hogares en cuarentena”, que fue publicada en el sitio medRxiv a comienzos de junio (sin revisión de pares), tomó muestras de circulación del virus en 21 hogares con personas con covid-19 y halló rastros del virus sólo en 3,36% de los objetos. Al respecto, De Mello respondió que la presencia del virus “depende mucho del tipo de estudio” y del tipo de muestreo. “Las áreas de cuarentena son diferentes a un área de CTI”, dijo, y agregó que depende mucho también de la carga viral del paciente, porque si es alta emitirá más partículas contaminadas. “Lo que vemos en varios trabajos es que sí o sí siempre encontramos un porcentaje no menor de virus, algunos de 3%, otros menores y otros mayores”, dijo.
Expresó, también, que hay condiciones ambientales en las que el virus vive más o está más presente en algunas superficies. Por ejemplo, dijo que “si la humedad es alta, los virus consiguen depositarse más rápidamente en la superficie; si es más seco, las gotículas quedan en el aire por más tiempo y así nos contaminamos de manera mucho más fácil”, por lo que conviene que haya alta humedad, para que las partículas caigan y puedan ser limpiadas luego al pasar un paño por las superficies. Añadió que las posibilidades de encontrar este virus luego del proceso de descontaminación es mucho menor, “porque es un virus que podemos descontaminar de manera mucho más sencilla que otros que tienen un comportamiento ambiental diferente, como el del ébola o el de la hepatitis A, que tienen características ambientales de mucha resistencia; estos virus respiratorios, por suerte, podemos desactivarlos de forma más sencilla”, dijo. Esa limpieza puede ser con alcohol, con hipoclorito de sodio, con agua y jabón o con la mayoría de los desinfectantes disponibles en el mercado, comentó.
De Mello señaló que los restos del virus en áreas de cuidados críticos muestran que “los profesionales de la salud no pueden bajar la guardia, no se puede pensar que se está seguro”, aconsejó.
Luego del hisopado y del estudio molecular por la técnica de PCR de las muestras (en el laboratorio del CASMU), los técnicos de ambas instituciones elaboran un informe con recomendaciones. Este proyecto buscará ser exportado: “Puede ser aplicado en escuelas, en hogares de ancianos, en otras unidades de atención o de atención al público”, dijo De Mello, y también en otras empresas, en bancos y en shoppings, complementó Arigón.
Caso de alerta
La funcionaria había ido a trabajar nueve días antes al Sanatorio 3 del CASMU el lunes 15 de junio, cuando a media mañana recibió la notificación de que su madre tenía covid-19; habían tenido contacto por poco tiempo el sábado 13 y, al enterarse, la mujer comunicó la noticia y se retiró de la oficina.
Según explicó a la diaria Arturo Burgos, director del Sanatorio 3 del CASMU, la funcionaria se hizo el test el jueves 18 –debió esperar unos días para evitar un falso negativo– y el sábado 20 supo que era positivo. El lunes 22 se cerraron las oficinas y se les hizo el hisopado a 70 funcionarios; todos dieron negativo. El miércoles se reabrieron las oficinas, luego de ser limpiadas. Por la distancia temporal y por la desinfección, se espera que los hisopados del miércoles den negativo.