La proporción de personas vacunadas con las dos dosis contra la covid-19 y que superan los 15 días de haber recibido la segunda dosis, es decir, que están completamente inmunizadas, es 23,5% de la población de Uruguay, según datos del área de Datos del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH). Sumando las 230.641 personas que tuvieron el SARS-CoV-2, Andrés Ferragut, ingeniero e integrante del área de Datos del GACH, estima que cerca de 30% de la población está inmunizada contra la covid-19. “Eso quiere decir que el virus tiene 70% de campo para crecer y por eso no podemos aflojar. Las vacunas están haciendo su efecto, pero no podemos jugarnos”, subrayó Ferragut en diálogo con la diaria.
Por ahora los números no dan tregua, más bien muestran lo contrario. “Llegamos a un promedio semanal de casos de 3.574, es el peor hasta ahora desde que comenzó la epidemia en Uruguay; el otro pico había sido el 10 de abril, con 3.435 casos promedio de la última semana móvil”, detalló. La tasa de reproducción del virus (R) “se había moderado y había quedado alrededor de 1 a mediados de abril, ahora está en 1,07”, y “preocupa la tendencia”, señaló Ferragut. El cambio entre 1 y 1,07 puede parecer ínfimo, pero no lo es: una tasa de reproducción de 1,05 implica un tiempo de duplicación de los casos positivos de 56 días aproximadamente, mientras que un valor de R de 1,1 implica un tiempo de duplicación de 29 días (10% más de casos cada cuatro días), establece el modelo que maneja el área de Datos del GACH.
Movilidad, P1 y vacunación
El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y el ministro de Salud, Daniel Salinas, expresaron el viernes que el pico de nuevos casos de SARS-CoV-2 que se registró el jueves estaba relacionado con el Día de la Madre. En diálogo con la diaria, el matemático Marcelo Fiori planteó días atrás que el aumento de casos no estaba “completamente” asociado a la movilización en torno a ese día, sino a la mayor movilidad, en general.
Esto no ha cambiado en gran medida. Según Ferragut, el aumento de movilidad que se dio en el entorno del 10 de mayo “se moderó en los últimos días pero no llega ni cerca a los niveles que se tuvo después de las medidas de fines de marzo; con el valor actual estamos en valores parecidos a los que teníamos en febrero”, puntualizó.
“Hay una relación entre movilidad y tasa de contagios, pero no es el único factor que juega”, apuntó Ferragut. Entre ellos, señaló la incidencia de la variante P1, que empezó a observarse en marzo y que “pasó de ser nada dominante a estar arriba de 90% de las muestras tomadas”, porque es más contagiosa. Acotó que “estamos en un país que tiene a la P1 como cepa dominante” y que “las mismas medidas que teníamos capaz que no son suficientes ahora, porque esta variante es más contagiosa”.
En dirección contraria al aumento de la movilidad y al dominio de la P1, está el “efecto de las vacunas”, pero planteó que no hay un modelo matemático que explique cómo bajará la inoculación la contagiosidad. Aclaró que “el objetivo del plan de vacunación fue siempre reducir la mortalidad” y que como se priorizó la inoculación de las personas más vulnerables, “la mayoría de las personas que más se mueven, la población económicamente activa, no está vacunada y sigue contagiando”, o que “aun estando vacunada, no se impide el contagio”.
¿Cuántas de las personas que tienen coronavirus estaban completa o parcialmente inmunizadas? ¿Cuántas de las personas que hoy están en CTI o que fallecieron se habían vacunado? Pese a que ha pedido esta información, el grupo de Datos del GACH no ha conseguido actualizarla. Por ahora, el grupo maneja los datos que consiguió a mediados de abril y que pronto serán presentados públicamente en un informe en el que está trabajando el epidemiólogo Juan Gil, del GACH. De forma preliminar, Ferragut adelantó que hasta mediados de abril se vio que “la letalidad con cualquiera de las dos vacunas baja fuertemente si la persona está vacunada con las dos dosis o si pasaron más de 15 días desde que se dio la primera”, y que los datos “son consistentes con lo que se observó en Chile: tenés cinco veces menos chance de fallecer si tenés las dos dosis”, explicó.
Por ahora, el efecto que se nota en la vacunación es “el corrimiento de los contagios hacia franjas más jóvenes”, dijo Ferragut, que detalló que “hoy en día los menores de 50 años representan casi 90% de esos contagios, cuando antes eran 80%. Se redujo el número de contagios en las franjas de más edad; eso es el efecto de la vacunación, que ya se hizo en esa franja”, expresó. No obstante, aclaró que las personas de mayor edad también se contagian menos porque suelen cuidarse más.
Proyecciones inciertas
Es difícil hacer proyecciones de qué ocurrirá en el corto plazo, porque dependerá de los tres efectos mencionados. “Estamos en un cruce de caminos donde tenemos los tres efectos jugando –la movilidad, la P1 y las vacunas– y no es claro para dónde va a desempatar. Lo que es claro es que hubo un leve crecimiento en los últimos días y que hay que seguir atento porque puede volver a dispararse”, sostuvo.
“Creo que lentamente se va a ver el efecto de la vacunación y que eso va a incidir primero en los ingresos a CTI, donde se vio una bajada que ahora se recuperó, luego en la letalidad –en lo que todavía no se ven bajadas importantes–, y por último en la cantidad de casos”, arriesgó.
En cuanto al número de fallecidos por covid-19, dijo que sigue siendo alto, aunque comentó que el promedio semanal está actualmente en 57,3 y que el pico más alto había sido el 18 de abril, con 63,7.
El descenso de casos de coronavirus “va a llevar bastante tiempo”, se va a dar “a medida que progresa la vacunación”, dijo Ferragut. “Si seguimos con los niveles de movilidad que estamos viviendo, no es auspicioso. Sólo con la vacunación no vamos a lograr bajar los casos totales”, sentenció. Agregó que “todos países occidentales pusieron algún tipo de restricción a la movilidad, aun estando en una fase de vacunación, o sea que en ese sentido nos está yendo como nos tiene que ir. No hay recetas mágicas, no hay pueblos elegidos, ni el Uruguay, el mate y todo eso”, deslizó.
Comparó lo que ocurre en Uruguay con lo que pasó en Chile, en donde “empezó la vacunación pero siguieron con una cantidad de casos muy alta durante mucho tiempo y lentamente viene bajando la letalidad. En Uruguay vamos por el mismo camino esperemos que dentro de poco empiece a bajar”, auguró.
No obstante, Ferragut dijo que es inconveniente que se instale el mensaje de que “esto terminó”. “El asado ese [que podemos hacer porque estamos] todos vacunados es una muy mala idea: nos podemos contagiar y contagiar a alguien que no está vacunado y la puede pasar mal”, acotó.
En esa dirección, recordó algo que dijo Fernando Paganini, coordinador del grupo de Datos del GACH, y que es parte de las teorías de control: “Hay que respetar la inestabilidad”. “La epidemia, por su forma de propagación, es un fenómeno inestable”, aclaró, y dijo que las medidas aplicadas hasta ahora son para contener su propagación, pero que “la epidemia sigue teniendo margen para crecer. Tenemos que seguir respetando esa inestabilidad, porque si nos descuidamos va a volver a crecer, y ahora partimos de un piso alto”, dijo en relación a la alta proporción de personas que están internadas en CTI, con equipos de salud desgastados.