Las anteriores autoridades de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) le respondieron al actual presidente de la institución, Leornardo Cipriani, quien en una entrevista con El País afirmó que gastaron de más en el alquiler de camas a privados, y que contrataron “personas no capacitadas” para dirigir hospitales.
Cipriani comentó que los profesionales habían entrado a través de concursos, pero apuntó: “Con el mayor de los respetos, no los podrían haber ganado. No eran médicos, no tenían capacidades en administración y tampoco eran licenciados en enfermería. Me encontré con una química farmacéutica dirigiendo un hospital. Yo aplaudo la idea de Marcos Carámbula, que empezó con la profesionalización, pero esto no se limita a hacer concursos. Nosotros elegimos a profesionales de primer nivel”. Además, destacó que en su administración asumieron personas elegidas por sus currículums, sin concursos, pero que “las direcciones que estaban bien no las tocamos”.
Marcos Carámbula, Marlene Sica, Julio Martínez, Alarico Rodríguez y Miguel Fernández Galeano afirman en una carta que al culminar su período al frente del directorio de ASSE entregaron “toda la documentación” de su tarea a Cipriani y destacan que prolongaron su “responsabilidad en ese período de transición”. Entre los datos que aseguran haber entregado hay “auditorías realizadas, un informe detallado de la situación asistencial, el plan de respuesta a la pandemia, el proceso de profesionalización que iniciamos, los concursos realizados y los compromisos de gestión instalados, la situación económica y financiera en espera de los ajustes anuales necesarios y fundamentados ante el Ministro de Salud Pública”.
En particular hacen referencia a la política de concursos y subrayan que “cuando se desvirtúan los resultados de los concursos, se subestima el valor de los concursantes que se presentaron adecuadamente con méritos, formación, su experiencia y proyectos” y agregan que “cuando no fue así, los concursos fueron declarados desiertos”.
“En cada concurso conformamos tribunales de alta valía moral, ética y con una solvencia técnica indiscutible”, aseguran, y agregan que “desconocer o desvirtuar la importancia de los concursos significa desmerecer y subestimar” el trabajo de figuras como Jorge Torres y Ana María Ferrari, profesores a cargo de la presidencia de los tribunales, que además estuvieron integrados por representantes de instituciones como la Universidad de la República, el Ministerio de Salud Pública, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, la Oficina Nacional de Servicio Civil y un delegado de los concursantes.
Asimismo, destacan que “en las bases de todos los concursos en las áreas asistenciales, se exigía la experticia y la formación en salud pública y en administración en salud. De ninguna manera se puede aceptar la afirmación de que por no ser médicos no se está capacitado para la gestión, y a modo de ejemplo resaltamos la participación en el equipo de salud de Odontólogos, egresados universitarios de Enfermería, Químicos Farmacéuticos, Psicólogos, Trabajadores Sociales, entre otras profesiones plenamente capacitadas para poder ejercer la dirección de hospitales. Y así quedó demostrado con su gestión”.
“Nosotros sentimos y compartimos la responsabilidad con cada director designado por concurso. Seguimos reafirmando que ese es el camino. Nos llama la atención que quienes nos reclamaban ese paso, incluso con proyectos presentados a nivel legislativo y pedidos de informes, hoy desanden un camino que sin duda debería ser política de Estado”, escriben.
Comentan que el camino de los concursos “no es fácil” porque entre otras cosas “los sueldos que ofrece la administración pública no son competitivos con la actividad privada”, pero “esa no es razón” para que se “menosprecie a quienes hicieron un gran esfuerzo y demostraron gran compromiso al presentarse a los concursos, a quienes formaron parte de los tribunales y a nosotros, que seguimos plenamente convencidos del camino recorrido y a recorrer en la salud pública y en el Estado”.
La respuesta de los químicos farmacéuticos
En un comunicado, la Asociación de Química y Farmacia del Uruguay planteó su “asombro, preocupación e indignación” por el comentario que hizo Cipriani referido a una directora de hospital cuya formación de base era química farmacéutica. A su entender, los dichos del presidente de ASSE “descalifican y ofenden a todo un colectivo de profesionales que se desempeñan en diferentes instituciones, en diferentes roles, muchos de ellos de alta dirección y gestión”.
Para los profesionales, las declaraciones de Cipriani desconocen “la realidad y capacidad de un profesional excelente y naturalmente formado para la gestión”, y recuerdan que “los químicos farmacéuticos formados específicamente para ese fin” pueden “gestionar servicios de salud y ser directores de los mismos”.
Además, recuerdan que los posgrados en gestión de sistemas de salud están previstos no sólo para médicos sino también para otros profesionales de la salud, incluidos los químicos farmacéuticos.