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CTI azul del CASMU para pacientes con Covid-19 (archivo, abril de 2021). Foto: Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS

La covid-19 fue la principal causa de muerte en el primer semestre, pero también se incrementaron otras patologías

2 minutos de lectura
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Los datos del MSP muestran un crecimiento de las defunciones de 38%; el médico especialista Julio Pontet dijo que “la pandemia acelera la muerte de los más frágiles”, aunque luego suele observarse “un paradójico descenso de la mortalidad”.

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Leído por Andrés Alba.
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En el primer semestre se registraron 21.844 defunciones y la covid-19 fue la principal causa de muerte en Uruguay, según informó El País en base a cifras del Ministerio de Salud Pública (MSP). Para explicar por qué hubo un 38% más de fallecimientos que los habituales en los últimos años, no se puede utilizar el “razonamiento lineal” de que hubo más casos de covid-19 y por eso murieron más personas, aseguró en diálogo con la diaria Julio Pontet, presidente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI). Por el contrario, manifestó que se trata de un “tema complejo y multifactorial”.

Según Pontet, como consecuencia de la pandemia de covid-19 todos los países que registraron dos o tres olas de infecciones por este virus han reportado excesos de mortalidad durante determinados períodos de tiempo. “Lo más simple es atribuirlo a la covid, pero en realidad el análisis es bastante más complejo porque también se empieza a ver que aumentan las muertes por otras patologías”, afirmó.

En Uruguay, entre enero y junio de este año, no sólo aumentaron las muertes por la covid-19, que con 22,4% fue la primera causa de fallecimientos; también incrementaron las defunciones en 15 de las 20 causas de muertes que reporta el MSP, entre ellas, aquellas que registran cifras más elevadas históricamente: las que son provocadas por enfermedades del sistema circulatorio y por tumores. En concreto, en abril y mayo hubo un aumento de muertes de 76% y 74%, respectivamente, y el único mes en que se registró una caída fue febrero (21%). Esto sucede, entre otras razones, porque “las condiciones dejan de ser normales y los procesos asistenciales habituales para otras enfermedades, también”, subrayó el intensivista.

Hubo demoras en las consultas, algunas veces por decisión de los pacientes. “Nosotros vimos pacientes que, por ejemplo, tenían dolor en el pecho porque estaban teniendo un infarto, pero tenían miedo de consultar o no querían salir de su casa”, relató el presidente de SUMI. Pero en otras ocasiones el retraso se generó por parte del sistema de salud. El hecho de tener que usar “medidas de barrera” y tener que hacerle un hisopado a un paciente, más allá de que el motivo de la consulta fuera, por ejemplo, cardiovascular, generó “una distorsión de los flujogramas normales de asistencia”, expresó. A su vez, señaló que se vio modificada la pesquisa de enfermedades oncológicas. “Es posible que en algún momento incluso veamos que eso lleva, inevitablemente, a detectar pacientes con estadios oncológicos más avanzados que en el período prepandemia”, lamentó.

Sin embargo, Pontet aclaró que fuera de las olas de infección también se han observado situaciones de menor mortalidad de lo esperado, como sucedió en Uruguay durante 2020, cuando se registraron 32.630 muertes, 2.169 menos que en 2018, según los datos del MSP. Recordó que durante el invierno hubo una baja de las infecciones propias de la época por las medidas no farmacológicas aplicadas, como el uso de tapabocas y la disminución de la circulación. Por esta última razón también se registraron menos muertes por otras causas como, por ejemplo, siniestros de tránsito.

Más allá de esta puntualización, Pontet indicó que es esperable que durante los próximos meses el exceso de mortalidad baje e, incluso, de setiembre en adelante esta pueda ser menor a la de otros años. “A veces lo que ocurre después de un pico de exceso de muertes es un descenso de las defunciones”, justificó. “Cuando una pandemia termina acelerando la muerte de los más frágiles, en el período pospico se ve un paradójico descenso de la mortalidad”, manifestó. Y agregó que esto tiene una explicación epidemiológica: “los pacientes frágiles que mueren distribuidos a lo largo del año ya fallecieron”.

Por último, según Pontet, también es esperable que el “exceso potencial” de muertes por otras causas más allá de la covid-19, como consecuencia de las consultas tardías y los efectos generados en el sistema de salud, sea muy alisado. “No van a generar un pico muy evidente porque son enfermedades habitualmente de larga evolución, entonces serán parte de un proceso que va a estar distribuido a lo largo de los próximos meses”, concluyó.

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