Blanca Izaguirre es enfermera del hospital Maciel y hasta hace un año trabajaba 18 horas. Desde entonces, logró tener un horario de 12 horas, pero dijo a la diaria que con 59 años “no puede bajar más” horas por lo que cobraría. Izaguirre afirmó que en su ámbito laboral trabajar 12 horas está normalizado. “Voy a salir con un bastón. No tienen idea del esfuerzo que hacemos, yo peso 50 kilos y tengo que mover a un paciente de 120 kilos cuidando que no se salga la vía, cambiando el pañal”, entre otras cosas, relató.
Con este caso puede enmarcarse la reciente solicitud que el Colegio de Enfermeras del Uruguay (CEDU) envió al presidente Luis Lacalle Pou, en la que la entidad que nuclea a distintos grupos nacionales del rubro le pide una reunión para “poder conocer vuestra opinión a los caminos diseñados en nuestro Plan Nacional de Enfermería”, según la misiva a la que accedió la diaria. “Como es de su conocimiento, la profesión de enfermería es sin duda una de las más humanistas del SNIS [Sistema Nacional Integrado de Salud], tiene la responsabilidad de 70% de las prestaciones que se realizan en cualquier nivel de atención a la salud”, indica la carta.
Asimismo, se especifica que desde la asunción de Lacalle Pou le solicitaron “más de dos entrevistas”, pero aún no han sido concedidas. Uno de los principales reclamos del CEDU es que la profesión sea considerada insalubre, según la Ley 11.577, de 1950, que estableció criterios y normativa específica para los trabajos perjudiciales para la salud.
Claudia Llovera, licenciada en Enfermería e integrante del colectivo 4 y 2 –uno de los que integran el CEDU–, especificó a la diaria que se pretende la conformación de la Comisión Honoraria de Trabajos Insalubres, que es el grupo que debe decidir sobre las profesiones. Según dijo, “lo que sí se logró” de momento es que esta solicitud también llegue al Parlamento el pasado 11 de mayo, a través de la diputada cabildante Elsa Capillera.
La profesión “es insalubre desde el arranque: a nivel físico, mental y social, desde todo punto de vista”, manifestó Llovera. Además, enumeró que 87% de quienes trabajan en el rubro son mujeres y, en su mayoría, jefas de hogar, que luego de trabajar tienen que hacerse cargo de las tareas no remuneradas en su casa. A su vez, afirmó que los “pocos” varones enfermeros “son sobrecargados en trabajo” y terminan teniendo horarios de más de 18 horas diarias. “No tenemos horarios comunes y eso nos lleva a la insalubridad social. Yo trabajo de las 18.00 a las 6.00: cuando todo el mundo está vivo, yo estoy tratando de dormir”, exclamó.
El reclamo y, por ende, la necesidad de que se considere la tarea como insalubre implica, según detalló Llovera, que puedan jubilarse a los 55 o 50 años y que las jornadas sean de 30 horas semanales y no de 36 –“esto es en los casos en que la persona trabaja en un solo lado, si no tenés el doble”, aclaró–. A su vez, incluir la enfermería en la ley “implica que se nos tenga en cuenta” para otros aspectos de la seguridad laboral, ya que, según dijo, principalmente en las mutualistas, no se suele cumplir con brindar los elementos necesarios de protección.
“Estamos pidiendo que inviertan en nosotros”, manifestó Llovera, y agregó que esto también aplica a la necesidad de formación en enfermería, “que hoy sólo es a nivel privado”. Esto atendiendo también que “hay un déficit” de trabajadores y que “no llegamos ni ahí a la cantidad que se necesita”.
Marchar por los reclamos
“Lo que tiene que tener este país es un plan nacional, una visión diferente sobre esta población, que parece invisible”, dijo a la diaria Silvia Santana, enfermera integrante del CEDU. Al igual que Llovera, afianzó que “falta invertir” y que “no es porque el SNIS no tenga dinero, sino porque no hay una visión para la enfermería”.
Otro reclamo fue presentado al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), para que quienes trabajan en enfermería sean representados en los Consejos de Salarios por sus propios gremios y no por la Federación de Funcionarios de Salud Pública, como ocurre actualmente. Según Santana, ya existen tratativas con las áreas correspondientes del MTSS, pero aún están a la espera de una respuesta para su participación directa.
“Por lo general no salimos a la calle, pero hay un agotamiento importante, se está mirando diferente la situación y se está queriendo salir a la calle si no hay respuesta desde la línea política y desde el MTSS”, afirmó. Al respecto, Llovera dijo que desde el colectivo 4 y 2 están organizando una marcha –que cuenta con el apoyo del CEDU– en reclamo de los puntos mencionados para la última semana de mayo. “La estamos organizando porque no vemos movimientos, se nos ofrecieron muchas cosas, pero no se nos dio nada”, concluyó.