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Conversatorio "¿Cómo fortalecer la rectoría del Sistema Nacional Integrado de Salud?".

Foto: Gianni Schiaffarino

Expertos proponen creación de organismo de control que permita fortalecer el Sistema Nacional Integrado de Salud

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Un grupo de profesionales llama a impulsar una reforma que permita garantizar el fortalecimiento de sus principios rectores; para la exministra de Salud Pública María Julia Muñoz, es necesario “romper la inercia”.

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Expertos y exautoridades de la salud intercambiaron sobre las complejidades a las que debe hacer frente el sistema y presentaron propuestas para fortalecer la rectoría del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS), en el marco de un conversatorio que se llevó a cabo esta semana en el Instituto Juan Pablo Terra.

En el evento se presentó el informe “Una necesidad impostergable: crear una superintendencia de servicios de salud”, que fue elaborado por el expresidente del Sindicato Médico del Uruguay y el Fondo Nacional de Recursos Homero Bagnulo, el cirujano Carlos Vivas y el exdirector de la Dirección General Impositiva Joaquín Serra, que manifiesta la necesidad de generar una institución con atributos de control y regulatorios que permita al Ministerio de Salud Pública (MSP) concentrarse “en aquellas funciones y responsabilidades indelegables de la autoridad sanitaria”.

Serra, quien intervino en primer lugar, recordó que, entre otros, la reforma del sistema de salud resultó en la universalización de los servicios, la extensión del seguro de salud a partir de la creación del Fondo Nacional de Salud (Fonasa), la descentralización de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y el incremento del gasto en salud, que hacia 2021 alcanzó 9,1% del PIB.

Aun así, también se refirió a “una serie de desafíos” instalados en torno al SNIS. En particular, lamentó determinados hechos que atentan contra “el principio de equidad que inspiró el sistema”, como la aparición de “servicios VIP” a través de los cuales los prestadores de salud dan “un trato preferencial a servicios que ya cobran en la cuota salud”. Además, acusó dificultades en la “accesibilidad” al sistema como consecuencia de “barreras económicas”, como el alto costo de órdenes y tickets.

En otro nivel consideró que “la continuidad de la atención” mediante médicos de referencia fue una “aspiración” que “no se extendió ni se realizó como se pretendía”, así como tampoco “la calidad integral de la atención”, que carece de programas de acreditación y control que “den garantías a todos los usuarios de que existen estándares de calidad y seguridad iguales en todas las instituciones”, entre otros.

A pesar de ello, el sociólogo aclaró que eso no implica que el SNIS haya fracasado; por el contrario, destacó que “tiene un buen diseño”. Asimismo, si bien lamentó que se encuentra “fragmentado”, matizó que “los cambios que se introdujeron” permitieron atenuar “sus peores características”.

En ese sentido, y según consta en el informe, al que accedió la diaria, Serra consideró que los problemas que atraviesa el sistema no se deben a una baja inversión, que, recordó, alcanza los mayores niveles de la región. En su lugar, apuntó a ineficiencias en el manejo del gasto en salud, del cual entre 20% y 24% se ve perdido por “despilfarro”, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Es así que el sociólogo dijo que es necesario crear “una nueva institucionalidad en el sector que asegure que las reglas existentes y las que se creen van a ser efectivas y se van a cumplir” en forma de una superintendencia de servicios de salud.

La propuesta toma inspiración en otras instituciones de carácter regulador, como la Superintendencia de Servicios Financieros del Banco Central, explicó, en tanto implica la conformación de un organismo con “autonomía técnica” y presupuestal, así como “retribuciones acordes que permitan reclutar y mantener personal calificado” bajo un “régimen de incompatibilidades” que “evite los conflictos de interés”.

Entre sus posibles atribuciones, Serra enumeró no sólo la supervisión de los prestadores médicos que integran el SNIS, sino que también subrayó la necesidad de que sea un organismo garante de los derechos de los usuarios, que cuente con la capacidad de generar “información veraz, oportuna y confiable”, garantice los principios de equidad, accesibilidad e independencia y, simultáneamente, permita al MSP “evaluar y mejorar la regulación del sector” y sus “costos”.

Bagnulo: “No podemos seguir diciendo” que “las instituciones médicas no tienen afán de lucro”

Por su parte, Bagnulo manifestó su agradecimiento ante la oportunidad de debatir en torno a la sostenibilidad del SNIS como “una ventana de oportunidad”, particularmente ante la “cercanía electoral”.

El intensivista no pudo evitar referirse a determinadas situaciones de inestabilidad que han atravesado algunos de los prestadores del SNIS en los últimos años, como el cierre de Casa de Galicia y la intervención del Casmu por el MSP.

Según consta en el informe elaborado por los profesionales, existen “distintos indicadores” que “muestran un deterioro de la situación económico-financiera” de las instituciones de asistencia médica colectiva (IAMC). De acuerdo con el documento, durante el período comprendido entre octubre de 2022 y setiembre de 2023, un tercio de las instituciones “tuvieron resultados negativos”, mientras que los dos tercios restantes “tienen problemas de liquidez para enfrentar sus obligaciones”.

Al igual que Serra, Bagnulo consideró que las problemáticas que atraviesa el sistema de salud “no se solucionan poniendo más dinero”, y dijo que en su lugar es necesario “ajustar” el despilfarro al que hizo referencia su antecesor. Según detalló, es posible “recortar” aquellas “sobreprestaciones que sobran”, para quedarse con aquellas “que la gente realmente requiere”, y que, como su compañero recordó luego, “no se controlan”.

Igualmente, Bagnulo denunció la existencia de “grupos de interés” que “las acaban revirtiendo” y lamentó que “muchas veces están representados en los órganos de gobierno y trancan después la opción de solución”. De esta forma, reivindicó “la importancia de generar una superintendencia” que “esté integrada de manera tal que proteja de intereses corporativos”, y que consideró viable en tanto “estamos lo suficientemente maduros”.

“Dentro de estos sistemas hay algo de lo que yo creo que se habla poco, y es que los actores del sistema sanitario tienen una agenda oculta: no es lo que dicen lo que realmente les importa, y creo que no podemos seguir diciendo que el sistema sanitario y que las instituciones médicas no tienen afán de lucro. Creemos que quienes actúan muy a menudo en ellas claramente tienen afán de lucro y realmente perforan el sistema”, sentenció.

Muñoz: es “impensable” que “todo haya seguido más o menos igual”

Asimismo, y como parte del panel en el que se abordó el informe, intervinieron la exministra de Salud Pública María Julia Muñoz, quien se desempeñó en el cargo durante la implementación del sistema en cuestión; el presidente del think tank Ágora, Bruno Gili, la catedrática de la Facultad de Economía Patricia Triunfo, y el neonatólogo José Luis Díaz Rossello.

Si bien presentaron determinados reparos respecto de algunos de los contenidos de la propuesta, todos manifestaron que ven con buenos ojos la posibilidad de entablar la discusión en torno al SNIS.

En particular, Muñoz felicitó los esfuerzos de los investigadores en “romper la inercia” de un sector “que tanto lo necesita”, al tiempo que consideró que “aquilatar que en 17 años no se reforme una reforma es muy triste”, en un campo en el que los avances son “vertiginosos”. “Es algo impensable que en 17 años todo haya seguido más o menos igual”, calificó.

Consultada por la diaria acerca de si entiende posible el diálogo entre los partidos políticos para debatir en torno a las falencias y fortalezas del SNIS, Muñoz consideró que “se está en condiciones” para que “los partidos políticos de alguna manera se pongan de acuerdo en que hay que cambiar muchas cosas”, en tanto “han tenido contacto con los beneficios de los postulados”. Incluso aquellos que en un principio “no lo votaron porque eran de otro partido, pero después lo usufructaron”, recordó.

Por otra parte, y respecto de si cree que existen los consensos suficientes como para poder llevar adelante una reforma como la propuesta, dijo que quiere “pensar que es posible que las negociaciones lleguen a un acuerdo”, y que si bien el informe presentado por los profesionales es un “documento mártir”, sujeto a “la negociación y el estudio de los partidos políticos, ojalá reciba el beneplácito de todos”.

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