Este jueves, la Academia Nacional de Medicina (ANM), con la presencia de la ministra de Salud Pública, Cristina Lustemberg, hizo entrega de los tradicionales reconocimientos: el Gran Premio Nacional de Medicina y el Premio Ministerio de Salud Pública (MSP).
En esta oportunidad, el primero fue concedido al Programa de Prevención Secundaria Cardiovascular, que desde 2004 se desarrolla por medio del Fondo Nacional de Recursos, con el objetivo de mejorar el proceso de atención de pacientes con cardiopatía isquémica y/o con alto riesgo cardiovascular.
Según se informó desde la ANM en la entrega del reconocimiento, en 2004, por iniciativa de los doctores Álvaro Haretche y Homero Bagnulo, se conformó un equipo de trabajo liderado por la doctora Rossana Gambogi, especialista en medicina interna, integrado por Álvaro Niggemeyer, la licenciada Cándida Escarpita, la nutricionista Sonia Nigro y la secretaria Lidia Martínez.
El programa surgió a partir de las evaluaciones de resultados de angioplastia coronaria (ATC) realizadas en ese entonces, que mostraban una alta prevalencia de factores de riesgo mal controlados tras el procedimiento, así como una frecuente necesidad de nuevas revascularizaciones. Estos hallazgos evidenciaron que los resultados no eran los adecuados y que el sistema carecía de una respuesta estructurada para el seguimiento y la prevención secundaria.
Ante esto, el equipo se propuso desarrollar el programa de prevención cardiovascular secundaria para brindar cobertura integral a los pacientes del sector público que habían recibido reperfusión y que, hasta ese momento, no contaban con un adecuado soporte asistencial para su seguimiento posterior.
Con el paso de los años, el programa fue creciendo, integró nuevos profesionales y amplió su cobertura. “El impacto ha sido contundente, con una marcada disminución de la mortalidad en comparación con pacientes de características similares —del sector público y privado— que no están incluidos en el programa”, según los datos de la ANM.
La mortalidad en Montevideo entre 2015-2022 y la incidencia de los factores sociales y territoriales
Foto: Alessandro Maradei
El premio MSP fue para un análisis de la mortalidad en Montevideo entre 2015 y 2022, con foco en las desigualdades socioterritoriales y en las enfermedades cardiovasculares.
El estudio, al que accedió la diaria, parte de que existen determinantes sociales de la salud y reconoce a la mortalidad como un fenómeno que no es “exclusivamente biológico, sino una expresión de condiciones de vida, acceso a recursos y condicionado por factores de segregación territorial de la ciudad”.
La investigación utilizó los registros de defunciones del MSP, los microdatos de la Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE) y aplicó distintos métodos, por ejemplo, de georreferenciación y estimación de la pobreza: se ordenaron los 62 barrios definidos por el INE según su nivel de pobreza, año a año entre 2015 y 2022. El estudio también consideró “efectos amplificadores” de la pandemia por coronavirus.
Finalmente, concluyó que en Montevideo las desigualdades sociales “se expresan en la mortalidad con claridad, persistencia y crudeza”, con concentración de muertes en las zonas de “mayor pobreza”, y que “el exceso cardiovascular” como motivo en adultos y el impacto diferenciado de la pandemia “son pruebas de que la pobreza y la desigualdad se traducen en vidas más cortas y muertes más tempranas”.
Lustemberg valoró el aporte de las dos iniciativas a la atención de salud y a las políticas públicas del país
Respecto del primer trabajo, la ministra reconoció la coordinación del programa con los prestadores de salud y valoró el trabajo “inédito” que se ha desarrollado durante los últimos 20 años “en uno de los problemas de salud más prevalentes del país, como las enfermedades cardiovasculares”, que en Uruguay representan el 23% de todas las muertes registradas en 2023.
Sobre el análisis liderado por Cuestas, sostuvo que aportó información muy valiosa para la toma de decisiones en salud pública, porque muestra “las diferencias en la mortalidad de causa cardiovascular según la vulnerabilidad social”. “En el Sistema Nacional Integrado de Salud tenemos que avanzar porque tenemos muchos indicadores de salud que nos preocupan”, agregó Lustemberg, así como en reducir las desigualdades entre Montevideo y el interior del país.
También señaló que actualmente el MSP lleva adelante una consultoría liderada por el economista Fernando Lorenzo para identificar debilidades y aplicar “un shock de infraestructura” para los prestadores públicos y privados, así como para los centros que funcionan en la órbita universitaria.