La gobernanza
Desde sus orígenes la diaria fue una iniciativa colectiva con gobernanza democrática. Para su fundación se apeló a la figura jurídica de una sociedad anónima, como forma de reunir el capital necesario para comenzar a funcionar. Aun bajo esa figura jurídica, la propiedad del medio siempre estuvo en manos del colectivo de trabajadores, y el Directorio de la empresa siempre fue elegido colectivamente.
Desde 2006 las acciones de la sociedad estuvieron en poder de tres de los fundadores, a los que se les confió su tenencia, hasta que en 2010 creamos Cooperativa la diaria, que hoy es propietaria del 100% de las acciones de La Diaria SA. Dicha cooperativa la integran voluntariamente quienes trabajan en la diaria y quieren asumir el desafío de la autogestión.
Así arrancamos
Antes de existir, allá por 2005, logramos que 48 personas confiaran en la posibilidad de que un grupo de jóvenes pudiera organizarse para editar y sostener un nuevo periódico en Uruguay, impreso, distribuido a domicilio y que se mantuviera independiente en su línea editorial.
Con su aporte reunimos 41.500 dólares, con los que decidimos lanzar, el 20 de marzo de 2006, el primer número de la diaria, con sólo 16 páginas e impreso en dos tintas. Nacimos hospedados generosamente en el local de Emaús de la calle Paullier y Guaná, y equipados con un puñado de computadoras usadas, donadas desde Noruega por emigrantes uruguayos. Al poco tiempo de comenzar, enfrentamos la primera crisis económica, de la que salimos gracias a la decisión de las y los trabajadores de la diaria de renunciar a una parte de sus sueldos por un tiempo.
Ese capital inicial apenas hubiera alcanzado para un par de meses de funcionamiento, si no hubiera sucedido que 1.050 suscriptoras y suscriptores confiaron en el proyecto y se comprometieron a pagar por recibir una diaria que aún no existía. Y ese número creció rápidamente a 3.829 en el primer año.
El recorrido hasta acá
La innovación ha sido el ADN que nos ha traído hasta aquí y que nos sigue permitiendo pensar en nuevos proyectos que pronto pondremos en marcha. En términos de productos periodísticos, esto se ha expresado en la diversificación que hemos desplegado a lo largo de estos 18 años.
En 2013 lanzamos la revista Lento (que diez años después relanzaríamos totalmente renovada, tal como es hoy); en 2017 le dimos un nuevo diseño a la diaria papel, incorporando color y pasando a 32 páginas; y ese mismo año comenzamos a editar la diaria Fin de Semana. En 2018 lanzamos la diaria digital, sabiendo que hacia allí se irían moviendo los hábitos de lectura, junto a una oferta creciente de newsletters que actualmente organizan nuestro periodismo en 23 “verticales” temáticos que cada lector y lectora elige a su gusto en el panel de configuración de su usuario web. En 2021 lanzamos Gigantes, una publicación mensual, impresa, para niñas y niños; y en 2022 creamos la edición uruguaya de Le Monde diplomatique en sociedad con Capital Intelectual, de Argentina. También en 2022, junto con docentes de Estadística de la Universidad de la República y el grupo Etcétera, creamos una encuestadora: la Usina de Percepción Ciudadana.
Al mismo tiempo hemos ido desarrollando internamente y refinando nuestro sistema informático, que decidimos llamar Utopía. Un software que hoy nos permite gestionar las principales operaciones de una empresa que cuenta con una comunidad de 21.353 suscriptoras y suscriptores y casi 300.000 lectoras y lectores registrados en nuestra plataforma digital para acceder en forma gratuita a parte de nuestros contenidos. En estos 18 años, este software, que por su perfil innovador contó con el apoyo de Google News Initiative y de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), ha madurado a tal punto que también abarca la gestión del proceso productivo de la redacción de la diaria, y estamos avanzando para transformarlo en un producto que pueda ser utilizado por otros medios de prensa basados en suscripciones (en este momento estamos implementando la primera prueba piloto al respecto, instalando Utopía en un conocido medio de comunicación de Colombia).
Al carecer completamente de capital para invertir, la diaria acudió primero a préstamos de familiares y amigos, luego al sistema financiero convencional, y más recientemente a la emisión de Obligaciones Negociables garantizadas con el flujo de ingresos proyectados provenientes de las suscripciones. A grandes rasgos, el pasivo financiero actualmente se compone en un 33% de créditos del Banco República, 33% del Instituto Nacional del Cooperativismo (Fondes) y 33% de las Obligaciones Negociables.
Con todos los acreedores hemos cumplido puntualmente, tanto en la amortización de capital como en el pago de intereses.
A lo largo de estos 18 años fue creciendo el tamaño de la empresa y también el de la deuda, hasta llegar a ser de 71 millones de pesos. A mitad del pasado año decidimos que estábamos en condiciones de prescindir de nuevos préstamos y priorizar la amortización de esos fondos a los que habíamos recurrido a lo largo de nuestra historia, lo que ha venido sucediendo en forma sistemática desde agosto de 2023.
Al día de hoy hemos reducido el pasivo financiero a 65,7 millones de pesos, y estamos proyectando finalizar 2024 con una deuda de 53,6 millones, un monto de financiamiento razonable para el tamaño de la empresa, equivalente a 2,9 meses de nuestra facturación.
La economía de la diaria hoy
El constante crecimiento de la comunidad de suscriptoras y suscriptores de la diaria ha sido el factor determinante para lograr la sobrevivencia de este medio.
Hoy somos 170 personas trabajando en la diaria (140 con dedicación superior a 30 horas semanales). Nuestros gastos mensuales rondan los 14,5 millones de pesos, de los cuales el 65% son salarios.
Nuestros ingresos mensuales actualmente rondan los 16,5 millones de pesos. Los 21.353 suscriptoras y suscriptores que nos sostienen (en promedio, cada uno está suscrito a 1,5 productos) nos brindan el 86% de dichos ingresos. Del resto, el 10% proviene de la publicidad (un territorio en el que no nos ha resultado fácil crecer, ya que hay anunciantes que no aceptan la idea de que la pauta publicitaria no tenga una “contrapartida” de incidencia en los contenidos periodísticos del medio). El 4% restante de nuestros ingresos proviene de proyectos de financiamiento externo a los que solemos aplicar (local o internacionalmente), normalmente vinculados al desarrollo de nuestra tecnología.
Lo que vendrá
Son varios los proyectos que tenemos previstos en nuestro Plan estratégico 2024-2025, y todos ellos siguen teniendo como centro que nuestro periodismo independiente se debe a las suscriptoras y suscriptores que lo sostienen. En las próximas semanas iremos anunciando novedades de cara al período electoral que transita el país, y también proyectos ambiciosos para crecer dentro y fuera de fronteras.
Pero una de las iniciativas que implementaremos en este período se destaca en términos de financiamiento y relacionamiento con la comunidad que sostiene este medio: la incorporación de suscriptoras y suscriptores a la propiedad y gobernanza de la diaria.
Estamos convencidos de que consolidar la idea de que este medio se debe esencialmente a su comunidad de suscriptoras y suscriptores debe tener un correlato en que la propiedad y gobernanza de la diaria en parte también estén en sus manos.
Por eso, a partir de este año 2024 promoveremos la conformación de una organización de suscriptoras y suscriptores que quieran invertir en la diaria y tener incidencia en las decisiones estratégicas de la empresa. Visualizamos que esta puede ser una alternativa de financiamiento colectivo (con la rentabilidad correspondiente a cada quien) para apalancar nuestros proyectos o nuevas iniciativas que la propia comunidad proponga.1
Ojalá entonces nos sigamos encontrando, en estas páginas y en nuevos espacios, para hacer juntas y juntos un futuro con más y mejor información independiente, innovación y cooperación.
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Suscriptores y suscriptoras interesadas en informarse sobre esta iniciativa pueden escribir a gerencia@ladiaria.com.uy. En algunas semanas activaremos los primeros encuentros para informar y evaluar los caminos a transitar. ↩