Los flujos migratorios en la región son cada vez más abundantes e intensos. Una de las primeras carencias con las que se encuentran los migrantes al arribar a su nuevo país de residencia es la dureza del mercado de trabajo, al que acceden, en muchos casos, en condiciones de precariedad e informalidad.
Buscando un espacio para su inclusión, el martes 15 la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), en conjunto con el Instituto de Estudios de América Latina, inauguraron el Departamento de Trabajadores Migrantes y Refugiados. “Nosotros quisiéramos que todos ustedes tengan la oportunidad de vivir dignamente. Con trabajo con derechos. El trabajo siempre debe ser trabajo con derechos, para que no estemos obligados a tener que sobrevivir siempre con adversidad. Esa construcción la tenemos que hacer desde la unidad”, sostuvo el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, que dio la bienvenida a los extranjeros, según una publicación del portal de la central.
Por su parte, la responsable del departamento, Lourdes Rivadeneira, celebró la iniciativa “desde la diversidad que hay en cada uno de nosotros, en nuestros colores y nuestras diferencias”.
En tanto, el secretario de Relaciones Internacionales de la CTA, Roberto Baradel, dijo: “Somos seres humanos y somos trabajadores. Eso nos identifica acá, en Argentina, en Perú, en Haití, en Europa o donde sea. Todos tenemos el mismo derecho y deberíamos recordárselo a los dirigentes políticos y a las fuerzas de seguridad: el bienestar y la libertad no son solamente para los argentinos, sino, como dice el preámbulo de la Constitución Nacional, ‘para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino’. Ustedes tienen los mismos derechos que cada uno de nosotros que hemos nacido en esta tierra, porque lo marcan las leyes, la Constitución y porque lo marca el pueblo argentino, más allá de los brotes de xenofobia”.