Este jueves el PIT-CNT dio una conferencia de prensa para ampliar y especificar las diferencias que tiene con el gobierno en torno a las decisiones que tomó el Poder Ejecutivo (PE) para frenar los contagios por covid-19. Después de que el martes el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, anunciara las modificaciones en las medidas sanitarias, la central sindical emitió un comunicado con una serie de reparos.
Una de las críticas, reiterada este jueves, fue que las clases presenciales empezaron sin las precauciones correspondientes; en el comunicado se especificaba que la educación primaria inició con clases “superpobladas con 30 alumnos y más en 1.400 grupos, impidiendo el distanciamiento físico establecido entre niños y niñas”. Además, el PIT-CNT señalaba que faltan “400 auxiliares en las escuelas, lo que suponía la falta de sanitización adecuada”.
Este jueves, Fernando Pereira, presidente del PIT-CNT, dijo que desde noviembre los sindicatos vinculados a la educación venían señalando la necesidad de asegurar la salud de alumnos y trabajadores. Pereira dijo que la suspensión de la presencialidad demostró que no fue un inicio de clases seguro y, por otra parte, aseguró que no se previó que miércoles, jueves y viernes los niños se quedarían sin el servicio de alimentación en las escuelas.
Además, dijo que no encuentra lógica en que los maestros, profesores y auxiliares tengan que seguir yendo a los centros cuando pueden hacer su trabajo de manera remota. Afirmó que una semana antes, cuando se suspendió la obligatoriedad de la asistencia, 30% de los niños de contextos más críticos dejaron de ir a clase, afirmó.
Casi desde el inicio de la emergencia sanitaria, el 13 de marzo de 2020, el PIT-CNT y la Intersocial reclaman la creación de un ingreso básico de emergencia. Este jueves Pereira lo volvió a pedir porque “estamos ante una situación límite”: mantener el trabajo o cuidar la salud. Si bien dijo que hubo aumento en las prestaciones para las personas más vulnerables, sostuvo que son insuficientes y que el Estado tiene que invertir más, por lo que debe haber un “contrapunto” entre la política fiscal y la social. Se puede mantener controlado el déficit fiscal, pero se puede pagar con “déficit social”, dijo.
Con relación al impuesto por dos meses a los trabajadores públicos con salarios más altos, los representantes del PIT-CNT aseguraron que les “llamó la atención” que no se aplicara un impuesto a los capitales que no se vieron afectados por la pandemia. Pereira dijo que, aunque la medida pueda “caer bien” a buena parte de la sociedad, lo que hace es generar un prejuicio hacia esos trabajadores públicos.
En tanto, Marcelo Abdala, secretario general de la central sindical, dijo que “los sectores que acumulan la riqueza siguen sin aportar nada” y reclamó equidad en la forma en que se consiguen los recursos fiscales.
Abdala también criticó la decisión de disminuir la movilidad, no porque no sea pertinente para evitar contagios de coronavirus, sino porque no existe una medida complementaria para contemplar a los trabajadores que tienen que seguir usando el transporte público. “Las medidas de movilidad tienen un impacto en el trabajo”, dijo, y aseguró que hay un desgaste importante de los trabajadores, lo que se suma a que los seguros de desempleo están “al borde de extinguirse”.
En este sentido, Pereira declaró que los contagios, en su mayor parte, se dan en el núcleo familiar o en los trabajos, por lo que llamó a que se hagan denuncias cuando no se cumple con las medidas sanitarias. “De los informes científicos, más allá de las provocaciones, surge que los contagios no se dan en las marchas, sino en los grupos de trabajo y las familias. En un conjunto de ramas de actividades los protocolos no se están cumpliendo; hay que hacer los controles rigurosos”, dijo, y agregó que esa es la tarea del Consejo Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.