“La economía plateada es el sector de la economía global vinculado con el envejecimiento de la población y que trata las necesidades, los intereses y las demandas de las personas mayores”, explicó a la diaria Sofía Scarone, coordinadora del programa Pensar en Grande, una iniciativa que promueve los emprendimientos sobre economía plateada en Uruguay y la región. Comentó que el objetivo es poner a las personas mayores en el centro a partir del desarrollo de nuevos productos y servicios para ellos, y aseguró que los grandes inversores del mundo ya pusieron sus ojos y recursos en el sector.
“Las personas mayores son una franja etaria que comienza a partir de los 60 años y que puede llegar a ser más larga que cualquier otra, porque cada vez vivimos más. Hoy en día 12,5% de la población del mundo tiene más de 60 años”, apuntó. De acuerdo a los datos que presenta Pensar en Grande en su web, en Uruguay esa cifra hoy llega a 19,5%, muy por encima del promedio mundial; y de hecho, se espera que para 2050 las personas mayores de 60 años representen 28% de la población del país.
La gran cantidad de población mayor y su progresivo aumento hace que se abra un abanico de oportunidades en torno a la economía plateada. Para Scarone, su desarrollo puede impactar positivamente en el bienestar de las personas mayores y el de sus familiares, que muchas veces tienen que cuidarlas. Pero no sólo afectaría favorablemente al sector: la creación de nuevos productos y servicios contribuye al surgimiento de nuevos puestos de trabajo. Además, sería positivo para los jóvenes, que sabrán que al llegar a esa etapa va a estar todo previsto para tener una buena calidad de vida. “Todos podemos vivir de una forma más tranquila sabiendo que eso va a estar cubierto”, apuntó.
A nivel global, mencionó a Japón como una referencia importante debido a que es el país más envejecido del mundo y uno de los que están implementando más políticas públicas e iniciativas relacionadas con el sector. También señaló a España, donde existen varias empresas que están capacitando a otras para generar iniciativas y atraer más público mayor. Uruguay aún está lejos, pero Scarone consideró que el punto más fuerte del país es que es chico y con pocas personas: “En el mundo del emprendedurismo decimos que está bueno probar y equivocarse rápido y barato, para poder pivotar y generar una nueva idea”.
Agregó que se espera que la población del mundo aumente cada vez más y que “si las sociedades, las empresas y el Estado, con políticas públicas, no se empiezan a preparar para entender que el envejecimiento de la población va a liderar el siglo XXI vamos a estar mal parados”. Apuntó que una política pública “interesante y necesaria” sería que las personas mayores puedan seguir percibiendo otros ingresos aunque estén jubiladas, porque en muchos casos con la jubilación no les basta para vivir. “Además, si no lo hacen legalmente probablemente lo hagan de forma ilegal. A muchas personas no les alcanza la jubilación y tienen que hacer trabajos como cuidar a otras personas mayores o ejercer sus oficios en negro”, dijo.
Actualmente, la iniciativa líder en economía plateada en Uruguay es Pensar en Grande, que es impulsada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Endeavor y Xeniors, una ONG que apoya a emprendedores de más de 50 años. Para lograr su propósito de aumentar la oferta de productos y servicios dirigidos a las personas mayores, el programa busca sensibilizar y concientizar a la población, especialmente a la emprendedora, sobre la oportunidad que existe en esa área de la economía. “Queremos que las personas mayores digan qué es lo que quieren y necesitan y cambiar ese paradigma mental que existe de que las personas mayores son improductivas y ya no pueden aportar valor”, apuntó.
Un sector de oportunidades
Generalizar las características de las personas mayores como consumidores es muy difícil porque “no es lo mismo una persona de 60 años que una de 95”, planteó Scarone y agregó que “hay que ver las particularidades de cada segmentación dentro de la franja etaria”. Sin embargo, Pensar en Grande elaboró un estudio a finales de 2021 en el que identificó seis grandes áreas de oportunidad para el sector que aún no están siendo contempladas satisfactoriamente.
La necesidad número uno de las personas mayores es la atención a la salud y la dependencia; sin embargo, Scarone señaló que “la idea es no sesgarnos y enfocarnos sólo en la salud, que es lo más obvio”. Como segunda prioridad aparecieron las actividades de ocio y, específicamente, el deseo de viajar más por el mundo y el país, aunque es habitual que las personas mayores no encuentren propuestas o paquetes adecuados para ellos: “Si yo no sé si al hotel que voy a ir puedo subir la escalera o hacer los paseos a mi ritmo, tiendo a consumir menos ese tipo de cosas, porque no tengo la información o la comunicación no está dirigida a mí. Eso puede cambiar si se encuentran espacios que transmitan seguridad y confianza”.
El empleo y la formación es la tercera área de oportunidad: “La edad de retiro tiende a ser una etapa de liberación, algo así cómo ‘terminé mis responsabilidades laborales, ahora puedo disfrutar y retomar la carrera que me quedó pendiente’”, explicó. La siguiente tiene que ver con el acondicionamiento y la prestación de servicios en las áreas de vivienda y transporte, relacionado con las personas que tienen algún problema de salud o movilidad física. Los servicios y productos financieros son la quinta área de oportunidad, y la última tiene que ver con la aceleración y construcción de ecosistemas, que definió como “todo lo que genera comunidad y junta a las personas mayores para que tejan redes de apoyo entre ellos”.
Además de las seis áreas de oportunidad que distinguió el estudio, Scarone identificó que existen cuatro más a las que prestarles atención. La primera está relacionada con el climaterio y la andropausia; señaló “que es una etapa de la que se sabe muy poco y para la que se pueden pensar productos y servicios específicos”. En segundo lugar, pese a que la sexualidad es un “tabú absoluto” en relación con las personas mayores, también es un área de oportunidad a tener en cuenta. Luego, Scarone mencionó los servicios relacionados con la planificación de sucesiones y, por último, el diseño de vestimenta universal para personas mayores, sobre todo para las que tienen más de 80 años. “Muchas veces quieren vestirse de forma moderna pero no tienen tantas opciones que se adapten a sus necesidades”, indicó.
“No hay necesidad de que las empresas generen cosas nuevas para las personas mayores, simplemente deben incluirlas”, aseguró. Por ejemplo, planteó que 50% de las personas mayores de 50 años de Latinoamérica dicen no sentirse representados por las marcas. A su criterio, las marcas deberían estar mirando este mercado porque “es el público más fiel; es muy probable que una persona mayor de 50 años que consume una marca y le guste la siga consumiendo hasta el final de su vida”. Aclaró que no quiere que la economía plateada se vea como que sólo se les intenta vender a las personas mayores, porque el objetivo es que tengan lo que necesitan y que no tengan que consumir “lo que hay” porque “nadie pensó en ellos”.
El valor de los más grandes
Para apoyar a los emprendimientos sobre economía plateada, Pensar en Grande hizo una convocatoria a la que se presentaron más de 200 proyectos y fueron seleccionados 126. De los seleccionados, 116 fueron para una mentoría grupal y los diez restantes para una individual. La gran mayoría de los proyectos son uruguayos, pero también hay varios regionales. “La idea es apoyarlos y generar espacios de networking para que entre ellos se conozcan e intercambien”, comentó Scarone. También se los apoyará en la búsqueda de financiamiento para que los emprendimientos puedan “escalar”.
Una de las iniciativas seleccionadas fue el programa +50 impulsado por Pyxis, una empresa uruguaya de tecnología, que tiene como objetivo reconvertir laboralmente a personas de más de 50 años y actualizarlas tecnológicamente. Alejandra Zepedeo, integrante de Pyxis y referente de +50, comentó a la diaria que la idea surgió sin que en la empresa supiera mucho sobre qué es la economía plateada: “Varios de nuestros directores están en esa franja etaria y conocen a personas que podían dar grandes aportes y que por falta de actualización en las tecnologías u otros motivos se quedaron desempleados. Entonces pensaron en cómo darles una oportunidad”, contó.
En 2019 se lanzó la primera edición del programa, en la que recibieron más de 50 currículums y se seleccionó a diez personas de un promedio de 53 años. Sólo uno de los elegidos no pudo terminar el curso por razones personales. Tres de los graduados fueron contratados por Pyxis y dos consiguieron trabajo en otras empresas. La capacitación fue sobre testing, que es el procedimiento con el que se testean los software que generan los desarrolladores antes de que salgan al mercado para asegurarse de que el funcionamiento sea correcto. La empresa consiguió el apoyo del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) para financiar una parte del programa, pero el esfuerzo principal para impulsar el programa es de Pyxis.
La pandemia impidió que en 2020 se hiciera la segunda parte, pero en 2021 lo volvieron a realizar en línea. “La repercusión fue gigante porque la gente ya tenía el programa en el radar, se recibieron más de 100 currículums, duplicamos la capacidad del curso en 20 personas y al ser online participaron cinco personas del interior”. Esta vez, la capacitación fue sobre e-commerce y marketing.
“El curso tiene un acompañamiento desde lo humano, el departamento de recursos humanos los acompañan en esto de ‘volvérsela a creer’. Son personas que perdieron la confianza por estar hace un buen rato sin poder encontrar trabajo. Queremos revalorizarlos y que vuelvan a creer en sí mismos”, planteó. Hoy en día, en Pyxis trabajan ocho personas egresadas del programa, pero ven que el mercado no fue tan receptivo. Apuntó que a pesar de que las empresas de IT (tecnología de la información) tienen una falencia “importantísima” de mano de obra, siguen buscando “gente joven, recién recibida o que está estudiando” y no “miran” a la población mayor.
Al ver eso, se dieron cuenta de que, aunque les gustaría que el programa siga creciendo, no quieren ofrecerles a los egresados la falsa expectativa de tener trabajo asegurado. “Pyxis sólo puede contratar un número limitado”, indicó. Otra problemática a la que se enfrentan es que, aunque no buscan obtener ganancias, para poder seguir impulsando el programa tienen que lograr que sea sustentable. Para encontrar soluciones y sortear esos impedimentos, se presentaron a la convocatoria que hizo Pensar en Grande este año y ganaron una de las mentorías individuales.
Debido a las mentorías, durante 2022 no van a hacer cursos, pero el programa retornará en 2023. “Estamos pensando en un nuevo + 50, queremos encontrar un perfil que pueda salir al mercado y que no esté tan enfocado en una tecnología en específico, que pueda adaptarse”, explicó. La idea es que las personas salgan con una base general sólida en tecnología y que la empresa que la contrate sólo necesite hacerle una actualización específica en caso de ser necesario. Las personas que quieran cursar deben tener más de 50 años y contar con conocimientos básicos sobre tecnología.
Zepedeo relató que la experiencia de Pyxis contratando a personas mayores fue positiva y que están “muy contentos” con los resultados. “Son personas sumamente queridas en los grupos de trabajo, se hace un balance de energía entre ellos y los jóvenes. Es muy interesante cómo funciona esa sinergia generacional”, dijo. Son trabajadores que cuentan con buena “experiencia laboral” y que “ya tienen muchas cosas resueltas y quieren disfrutar lo que están haciendo”, concluyó.