“La ilusión nuestra es grande”

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Esta noche se inicia un nuevo camino para un equipo uruguayo en el máximo torneo del continente. Sobre el cierre de la pretemporada, Tabaré Silva, el DT violeta, recibió a la diaria en Camino Pichincha, donde se ubica el complejo que utilizan para trabajar. Más allá de la llave ante Olimpia de Paraguay, el ex futbolista, campeón de América con la selección en 1995, habló sobre sus comienzos como entrenador en Sud América y hasta de la sub 20 que está jugando en Argentina.

-¿Dónde comenzaste a jugar?

-Soy de Mercedes y arranqué allá. Jugué en el Olímpico del barrio Cerro. Mi padre se vino para acá cuando yo tenía seis años y, obviamente, me vine con ellos, y ahí empecé en Ituzaingó de la Liga de Piedras Blancas, donde hice todas las categorías, desde Grillitos hasta Baby. Después Defensor empezó con la escuela de fútbol y con todo el equipo de Ituzaingó nos fuimos a probar; ahí empecé en Defensor, en el 87. Subí al primer equipo en el 91.

-¿Siempre jugaste en la misma posición?

-En la selección jugaba de lateral izquierdo. Generalmente en Defensor, incluso en Europa, jugaba de zaguero. A veces llegué a jugar de volante. Fue el Profe Santos que me puso de zaguero, en esas prácticas me fui a probar de punta y ahí me empezó a poner más atrás.

-¿Después de Defensor cómo siguió tu carrera?

-Al final del 98 me fui a Sevilla. Fui a préstamo; Sevilla estaba en la Segunda División. Ascendimos y el club le compró el pase a Defensor. Estuve tres años más ahí, después fui a Levante, a Elche y luego regresé. Cuando lo hice fui a Central, después a River Plate, Rampla Juniors, Sud América, Villa Española y volví a Sud América, que fue donde terminé y empecé como entrenador.

-¿Cuando jugabas ya tenías decidido ser entrenador?

-Me recibí cuando estaba en River Plate, en 2007, en el ISEF. Había empezado el curso en 2005. Ya lo tenía más o menos definido. Veía que eran los últimos años, tenía algunas lesiones y algunos dolores que ya son crónicos. En ese momento dije basta y enseguida surgió la posibilidad de Sud América. Por suerte no tuve ese parate que tienen muchos jugadores, de terminar de jugar algo que hiciste toda tu vida y en un momento se corta, después se complica; por todo, no sólo por el aspecto laboral sino también por el tema de qué hacer con tu tiempo.

-¿Cómo fue esa transición de jugador a entrenador de Sud América?

-Fue especial porque había compartido vestuario con algunos de los jugadores tres o cuatro meses antes. Realmente era el hecho de que ya teníamos roles diferentes. Más allá de que podés tener una relación con un jugador, tenés que ver que cada uno tiene una función dentro de un grupo. Tal vez lo más complicado en un principio haya sido tener que marcar esas pautas de trabajo. Pero yo estaba convencido y seguro de que mi etapa como futbolista se había terminado cuando empecé como entrenador, no me considero un jugador de fútbol, soy un ex jugador. En ese sentido soy claro y estoy convencido de eso. A veces tenés que tomar decisiones, que es lo más complicado, y si las tomo como jugador va a ser muy difícil, si las tomo como entrenador no lo es tanto.

-¿Hay cosas que hacías en esa primera etapa que cambiaste en la actualidad?

-Lo que les decimos a los jugadores es que hay que intentar mejorar siempre. Obviamente hubo tales planteos tácticos, tales trabajos, que en esa época de Sud América fuimos cambiando junto al cuerpo técnico. Acá en Defensor también. Empezamos a trabajar algunas cosas y seguimos cambiando, porque a veces hacerles el mismo trabajo a los jugadores, la rutina, los aburre un poco. Intentamos, cambiando los trabajos, que aprendan cosas que, tal vez, les pueden servir en el futuro o no, pero por lo menos ir variando. Vas cambiando tu forma de trabajar. No la idea básica, sino pequeños aspectos para que no sea tan rutinario.

-¿Uruguay te da la posibilidad de mejorar y de adquirir conocimiento?

-No parte de la base de lo que te puede dar un país sino de cada uno. La tecnología, los últimos informes, conocimientos, las últimas cosas las tenés si querés. Si vos no querés, no vas a mejorar. Pero tenés todo a la mano. Podés mejorar o no, eso es claro. Pero por lo menos hacer el esfuerzo para avanzar.

El club

-¿En qué momento de tu carrera te agarró la propuesta de asumir en 
Defensor?

-Primero que nada estoy agradecido a Defensor porque después del campeonato con El Tanque, que fue bueno, estuve un tiempo sin dirigir. Defensor me abrió las puertas. Tuvimos conversaciones y no hubo reparos de ninguna de las dos partes para asumir. Realmente por eso estaré siempre agradecido. Y me agarró en un momento con muchísimas ganas. Esas ganas contenidas de no entrenar, ganas de trabajar. También en un momento de ver qué pasaba, porque a veces dirigís un equipo, te va bien y te quedás en eso. Les pasa a los jugadores y a los entrenadores. Y también ver en un equipo que siempre apuesta a pelear el título, cómo funcionábamos nosotros. Dentro de todo salió bien, ojalá hubiera salido mejor porque era ganar el campeonato. Quedamos conformes pero no contentos, porque la realidad del plantel, de nosotros, principalmente del club, es salir campeón. Eso lo tenemos claro. Se apostó a juveniles, a intentar mejorar a los jugadores, darles experiencia. En ese sentido se logró. Obviamente hay que mejorar para el campeonato que viene.

-¿Qué me podés contar del club?

-Tiene el Complejo Eduardo Arsuaga que realmente es muy bueno. Tenés cinco o seis canchas, una de césped sintético. Tenés todo para trabajar. Sabés que cobrás los primeros días de cada mes. Por lo único que tenés que preocuparte es por que funcione todo. El club está organizado desde novena división hasta el primer equipo. Y eso se ve en el resultado deportivo, en la cantidad de jugadores que llegan al equipo principal. El gran trabajo que hacen las formativas es algo muy destacable. Para mí como entrenador del primer equipo que los jugadores lleguen fundamentados es muy importante. Parar la pelota, dar un pase, las coberturas, la parte táctica, son todos trabajos de gente que está abajo y es muy capacitada. En definitiva, el club está organizado en todo sentido desde el punto de vista deportivo. Trabajando acá en Defensor te preocupás sólo por que la cosa funcione, lo otro sabés que está bien.

-¿Cómo es esa articulación tuya con las divisiones juveniles?

-Comienza con el profesor Santos en el Complejo en Bulevar Artigas, ahí de novena a séptima están con él. Después vienen aquí a Pichincha con varios entrenadores; el coordinador era [Juan] Ahuntchain, ahora está por asumir otro. Principalmente se trata de estar comunicado con los entrenadores que están más cerca de llegar a Primera División, los de Tercera, los de Cuarta. Incluso haciendo algunos partidos con ellos, yendo a ver partidos de Cuarta. Los de Tercera los vemos porque son preliminares. También informándote, viendo cuáles desde el punto de vista de ellos pueden llegar. Después nosotros los observamos y si nos parece que es así vienen a entrenar con nosotros. También para que los chiquilines vean lo que es estar en el primer equipo. Hoy hay seis de 18 años que están para que vean lo que significa entrenar acá y para que sepan que se los tiene en cuenta.

-¿Del Apertura qué balance hacés?

-Nos faltó un poquito. Fallamos en partidos clave del torneo. Cometimos errores puntuales a corregir, como la desconcentración en definir, en defender. Fue eso en definitiva. Hay partidos en los que no tenés que fallar si querés salir campeón; lamentablemente nosotros lo hicimos así y no pudimos. Pero estoy muy agradecido por el trabajo que hicieron los jugadores en el campeonato anterior. Tuvimos muchos lesionados, es la base de juveniles, es un presupuesto muy bajo, y esas cosas influyen. Pero realmente lo hicimos muy bien y ojalá lo hagamos mejor.

-¿Cómo fue el camino de esta pretemporada y cómo viste el cuadrangular internacional que disputaron?

-Empezamos el 3 de enero. Tuvimos varios doble horario, incluso en Fray Bentos. Se hizo mucho énfasis en la parte física sin descuidar la pelota, porque generalmente se trabaja con ella salvo algunos trabajos puntuales de los preparadores físicos. El cuadrangular que jugamos en Fray Bentos estaba incluido en la planificación que hicimos de pretemporada. Obviamente que a Danubio le querés ganar siempre, lamentablemente perdimos por penales. En el otro partido se cambió la alineación y jugaron los chiquilines que habían ido, incluso algunos que todavía no debutaron en Primera División. Saqué muchas cosas positivas porque hubo jugadores que hacía tiempo que estaban inactivos que volvieron a jugar y vi cómo funcionaban los de inferiores en partidos de Primera. Perdimos los dos partidos por penales pero no me vine preocupado. Sé que las cargas físicas fueron importantes para llegar a esos encuentros. Fueron partidos de pretemporada que los tomamos como tales.

-¿Cómo ves el cruce con Olimpia?

-Estamos muy ilusionados con pasar la llave. Olimpia es un equipo que a nivel continental es muy importante. Ha cambiado de entrenador y tiene cerca de cinco refuerzos. Está trabajando desde el 27, 28 de diciembre. Y va a ser muy complicado, eso es indudable, estamos convencidos de eso. Pero la ilusión nuestra es grande. Lo que han trabajado los jugadores nos da muchas esperanzas. Los dos llegamos con poco tiempo de trabajo, los dos estamos igual, no hay excusa en ese sentido.

Violetas allá

La selección sub 20 que está disputando el Sudamericano en Argentina tiene muchos futbolistas de Defensor: Diego Rolan, Diego Laxalt, Gastón Silva, Leonardo Pais y Giorgian de Arrascaeta.

-¿Cómo ves a tus futbolistas en el Sudamericano sub 20?

-Lo están haciendo bien. Por lo que entrenaron acá era previsible que lo hicieran bien. Pero estamos muy conformes por la actuación que han tenido.

-¿Tenés alguna opinión acerca de las críticas que en algunos medios se le han hecho al entrenador Juan Verzeri?

-Por algo es el entrenador de la sub 20. Sus méritos tiene. El tema es que la toma de decisiones nunca es fácil y la planificación tampoco lo es, más en un torneo en el que jugás cada 48 horas. A un entrenador que tiene al equipo invicto le podés criticar alguna cosa, como critica todo el mundo, pero está dando resultado lo que está haciendo. A algunos les puede gustar y a otros no. Atacar con seis delanteros no quiere decir que seas ofensivo, o defender con ocho volantes que seas defensivo. Las críticas son parte del fútbol.

-¿Cuando te tocan a vos cómo las tomás?

-Las críticas las veía, como jugador y ahora como entrenador, como eso, nada más. No me puedo guiar por lo que dicen bien o mal. Es parte del fútbol. Lo tomé así cuando jugaba y ahora no he cambiado. La toma de decisiones nunca es fácil y manejar un grupo de 30, 35 personas para nada es fácil. Pero obviamente a mí me pagan por algo, y es algo que me gusta y me apasiona. A mí no me guía que me digan que estoy bien o estoy mal. Estoy convencido de algunas cosas y trato de que funcionen.