Sudamericano en casa

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La realización del sexto Campeonato Sudamericano sub 20 de fútbol femenino tiene un toque especial. Por primera vez Uruguay será sede de un torneo sudamericano de categoría femenina. Eso conlleva la posibilidad de ver en directo el mejor fútbol femenino juvenil de la región y, a la vez, la necesidad de estar a la altura del compromiso contraído en la faz organizativa.

Que se haya hecho un sorteo para confeccionar la composición de las tradicionales dos series que son base inicial de la disputa fue un gran mérito. Hubo generosidad en eso pero, sobre todo, fue un decir en hechos: éste es el camino y no lo es el del acomodo previo, creando un antecedente que será difícil no seguir.

Que ese sorteo haya dado un resultado muy malo, ya que creó dos series absolutamente desbalanceadas en el poderío global, demostró poca eficiencia. Paradójicamente, Uruguay quedó ubicado en la serie más fuerte, la que se realizará en el estadio Charrúa. Estará acompañado de Brasil, cuyas selecciones siempre le sacan varias cabezas al resto. En esa serie, la A, también estará Colombia, que en esta disciplina es claramente la segunda en poderío en América del Sur, habiéndole quitado ese lugar a Argentina en los últimos cinco años.

Venezuela viene de ganar en setiembre el Campeonato sub 17 disputado en Paraguay, confirmando su lento y seguro progreso. Y el quinto integrante es Chile, otro país que ha brindado mucho impulso a la modalidad futbolística practicada entre mujeres con un desarrollo masivo en todo su largo territorio.

A partir de esta ubicación, no es una frase hecha decir que la selección uruguaya tendrá que realizar una tarea de mucho mérito para estar en la ronda final que se jugará en la capital de Río Negro.

Por el contrario, en la serie B, que se jugará en el estadio Liebig’s de Fray Bentos, surgen como favoritas bastante claras argentinas y paraguayas. Ecuador podrá disputarles la clasificación a la ronda final, que también será disputada en Fray Bentos, pero difícilmente sean rivales de fuste Bolivia y Perú, aunque en este último caso los peruanos contrataron este año a la experimentada entrenadora española Marta Tejedor, quien antes estuvo a cargo de las selecciones chilenas desde 2007 a 2011.

Las celestes

La selección uruguaya entrena desde los primeros meses del año. En este momento está cerca de definir el número requerido de 22 jugadoras, tres de las cuales deberán ser goleras. Dirige al grupo Eric Alímides Barindelli. Pocho, como es conocido, cuenta con la colaboración directa de la profesora Eleonora Demarco y de Ernesto Chueco Méndez. Ellos constituyen el cuerpo técnico básico.

Las prácticas normales, que comenzaron en febrero en el estadio Charrúa, en invierno se trasladaron a las canchas de la Liga Universitaria ubicadas en el Parque Roosevelt y, la semana pasada volvieron al Charrúa, donde la semana pasada se realizó una media concentración que tuvo como puntos altos dos partidos de práctica ante una formación de jugadoras mayores. Esos partidos se jugaron el jueves (3-2 a favor de las mayores) y el sábado (8-3 ganó la sub 20).

El grupo juvenil está formado íntegramente por jugadoras que se desempeñan en la primera división de sus clubes, a diferencia de lo que ocurre en las selecciones masculinas de edad similar. Este fenómeno obedece a dos hechos de distinta índole: por un lado, hay un desarrollo todavía insuficiente del fútbol juvenil femenino; por otro, existe una deserción temprana de gran parte de jugadoras que deben ceder ante la toma de otras obligaciones -de estudio, laborales o familiares- luego de pasados los 20 y pocos años.

El plantel de Barindelli perdió jugadoras cuando hace dos semanas quedaron colocadas en la situación de optar entre jugar en su club en la definición del Campeonato Uruguayo o seguir en la preparación de la selección. Seis jugadoras de Nacional prefirieron jugar en su club y quedaron al margen. Ellas fueron las defensas Laura Felipe, Jessica Kirchnitz y Romina Soravilla más la otra melliza Soravilla, Sabrina, Keisy Silveira y Lucía Cappelletti.

Nombre a nombre

El nombre que se destaca en esta selección es el de Carolina Birizamberri. Ninguna de sus compañeras se sentirá mal por este destaque inicial: Carito, ya con 18 años, es un caso especial. Tiene muy buena técnica, excelente pegada, es goleadora y sabe qué hacer en cada situación. En la última entrega de los premios Charrúa, en la que recibió el de Oro, se decía de ella que tenía similares características a Lionel Messi en la calidad, rapidez e inventiva de su juego, así como en su presentación física, ya que es más menuda que la mayoría de sus rivales. Con Caro en el equipo siempre habrá posibilidades de victoria.

Entre sus compañeras hay muy buenas jugadoras. El sábado en el partido de práctica fue al arco la sub 17 Mariángeles Caraballo, una promoción que la futbolista de Wanderers parece estar aprovechando. Hay otras tres goleras: Gabriela González -de Tarariras e integrante del campeón 2013 de la Organización del Fútbol del Interior, Juventud de Colonia-, que jugó en el equipo de las mayores, Valentina Rodríguez, quien no concurrió por problemas familiares, y Lucía Martínez, de Peñarol.

La línea defensiva fue integrada por Luchi Torres -otra de Juventud de Colonia, quien se integró al núcleo en el último mes-, la eficiente Stephanie Lacoste (River Plate), Yanina Fernández (Vida Nueva de San Bautista), quien entrenó en 2012 con la selección mayor, y Yamila del Puerto, la lateral de Colón.

En el medio juego estuvieron en zonas centrales las dos González del interior, la sanducera Pamela y la maragata María Silvia, puntos altos en técnica y despliegue. Colabora en esa zona y se despliega al ataque con soltura la tricolor Alaídes Bonilla. Si hubiera que decir quién está ya en el 100% de su forma futbolística no habría que dudar al señalar a la jugadora canaria.

Con Birizamberri como enlace, se luce y contrapuntea con ella la aurinegra Edrit Viana, que no será Gardel pero cada vez juega mejor. Aparece por la izquierda la siempre amenazante de defensas rivales Yamila Badell, la delantera de Colón.

En la práctica en la que hicieron ocho goles (cuatro de Birizamberri, dos de Viana y uno de Bonilla y de Badell) ante un rival con poca estructura defensiva jugaron con las mayores, además de la golera Gaby González, las defensas Fátima Rivero, Yamila Echeverri, Romina Chaves, la pedrense Jemina Rolfo y dos jugadoras a prueba: la isabelina Natalia Barboza y Castillo, una uruguaya que vino de Estados Unidos.

Ana Laura Millán, reciente incorporación, había viajado a Artigas y se reintegrará esta semana. Ana fue la jugadora que defendiendo a la sub 17 le convirtió, hace tres meses, dos goles a Brasil, los primeros de cualquier selección uruguaya a las brasileñas. Además, hizo ejercicios de recuperación con la doctora Andrea Mattiozzi, la nueve más corpulenta del plantel, la aurinegra Gimena Lorenzo, y no participó Paola Pintado, delantera de Río Negro City.

Lo que se viene

En una semana especial, como lo será la próxima, ambas cortadas por las festividades navideñas y de año nuevo, el lunes se entrenó en doble horario, el martes sólo de mañana, ayer tuvieron libre y volverán hoy de tarde. Mañana jugarán otra vez ante el equipo de mayores, de tarde en el Charrúa, el sábado tendrán doble jornada y el domingo partido ante la Primera de Colón. Luego del fin y comienzo del año vuelven el jueves 2 de enero por la tarde.

El martes 7 se concentrarán en el Complejo Celeste de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), donde estarán hasta el último partido de la primera fase del Sudamericano. Allí jugarán un último partido internacional. Será ante el equipo de Paraguay el viernes 10.

Debutarán el lunes 13, esperando llegar hasta el último partido, que tendrá lugar el último día de enero.

Al final, una buena: según informó Ernesto Ortiz desde la jerarquía máxima de prensa de la AUF, habrá señal de televisión en todos los partidos, algo nada común en este tipo de torneos; la brindará VTV con su canal de alternativa.