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Entrenamiento de la seleccion juvenil de waterpolo, el jueves en la piscina del club Biguá.

Foto: Nicolás Celaya

La validez de hacer agua

4 minutos de lectura
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Uruguay en otro Sudamericano de waterpolo.

La selección masculina sub 17 está en Buenos Aires, Argentina, disputando el torneo continental de la categoría de un deporte que Uruguay aún tiene mucho por desarrollar, y eso se nota a la hora de enfrentar a otros equipos que vienen en pleno ascenso. Es el segundo certamen de esta índole en poco tiempo, teniendo en cuenta que hace algunas semanas la sub 20 compitió en Chile.

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Los muchachos de la sub 17 de waterpolo jugarán hoy desde las 9.00 el tercer encuentro del Suda-mericano con Perú, mientras que a las 19.15 lo harán con Colombia. Los restantes partidos de hoy son Chile-Colombia, Argentina-Brasil, Perú-Brasil y Argentina-Venezuela. Por internet se puede seguir las alternativas en www.itvi.com.ar.

Ayer de mañana se llevó a cabo la etapa inaugural. Uruguay cayó en el debut ante Venezuela 9-3 y al cierre de esta edición los celestes enfrentaban a los argentinos, que en su primer cotejo golearon a los chilenos 28-0. Además, Colombia y Perú igualaron 5-5.

Camino al andar

La selección entrenó antes de la partida en Biguá, donde el DT José Pedro Cánepa recibió a la diaria. Cánepa había estado en Chile en el Sudamericano sub 20 como asistente de Óscar Samurio. Para este torneo los roles se invirtieron y ahora él es el entrenador jefe.

La sub 17 practicó en doble horario cuando los seleccionados no tenían clases. De mañana generalmente hacían musculación y luego iban al agua. Muchos de ellos hicieron la temporada del club Biguá, teniendo en cuenta que la institución de Villa Biarritz tiene siete deportistas en este combinado. Se juntaban de lunes a viernes y descansaban los fines semana.

Cuando empezaron sus respectivos cursos pasaron a un régimen de horario simple nocturno. La mayoría de las veces en Biguá y otras en Neptuno, hasta que la piscina de 50 metros del club aduanero fue cerrada por algunas pérdidas. También entrenaron tres o cuatro fines de semana en Maldonado.

Este equipo se formó en 2011 y ha participado en algunos torneos regionales, por lo que cuenta con mucho conocimiento. Sobre la preparación, Cánepa comentó: “Arrancamos con las prácticas el 14 de enero. Inicialmente estaba previsto que el campeonato fuera a fines de marzo, quizá a mediados de abril. Luego sucedió que se postergó hasta fines de mayo prácticamente, lo que provocó quizá que se haya hecho un poco larga la preparación, pero por otro lado fue bueno, porque los pude tener a todos durante cuatro meses; hubo un gran compromiso de los chicos, la verdad, y estamos bastante conformes con cómo nos hemos preparado de acuerdo a las posibilidades que tenemos. Siempre se puede mejorar. La infraestructura a la que tenemos acceso quizá no sea la mejor, los horarios tampoco, pero nos revolvimos. Hay un tema importante también: parte de la selección, que en principio fue preselección, es de Paysandú, lo que hizo un poco difícil la preparación en época de clases. Cuando no tenían clase venían entre semana y se alojaban en la casa de los compañeros, pero cuando empezaron sólo vinieron los fines de semana”.

Sobre el contexto en el que se encuentra este deporte a nivel continental, expresó: “El waterpolo sudamericano desde hace 30 años está dividido en dos: por un lado, Argentina, Brasil, Colombia y Venezuela, que son equipos de mucho poderío y muy parejos entre sí; por otro lado, Perú, Uruguay, Chile y Ecuador. Son dos niveles completamente distintos. En todas las categorías es así y va a llevar bastante tiempo poder cambiarlo; estamos en eso. El waterpolo en nuestro país se dejó de jugar entre los 60 y los 80. Se dejó de jugar literalmente, ningún club lo practicaba. Hasta los 60, Uruguay había sido campeón sudamericano varias veces. 20 años de no trabajar y no existir nos llevó a retrasarnos, obviamente, y a bajar mucho el nivel”. Vinculando esto con el campeonato que están disputando en estos días, analizó: “Teniendo en cuenta las diferencias, que para mí son dos campeonatos distintos, nosotros aspiramos a un quinto puesto. Eso significa ganarle a Perú, a Chile, ya que Ecuador no participa, y obtener la clasificación al Panamericano directamente. Hoy en día Perú nos lleva un par de años de buen trabajo en juveniles, que le está dando sus frutos, por lo que a priori parece difícil que le podamos ganar, pero no imposible. Le podemos ganar, hemos mejorado mucho en estos cuatro meses, y veremos en los partidos si alcanzó o no. Con Chile creo que estamos mejor, pero también hay que jugarlo, y con el resto estamos bastante más abajo. Hablando claro, entre diez y 20 goles abajo”. Agregó: “Es un deporte muy despiadado para el equipo más débil. Se sufre mucho, y es lógico. No existen las sorpresas como pueden existir en el fútbol a veces”.

Consultado acerca de cuáles son las diferencias más notorias de Uruguay respecto de sus vecinos de la región, Cánepa contestó: “Años de ventaja, fundamental. Los demás países trabajan mucho en categorías formativas. A los ocho o diez años ya empiezan a jugar al waterpolo, tanto hombres como mujeres. Acá, por problemas de espacio, no lo podemos hacer. Entonces cuando llegan a los 15, 16 años, ya tienen todo un historial atrás de trabajo que marca la diferencia. Además, la competencia interna de ellos es mucho más exigente que la nuestra. Obviamente que el número de jugadores, como en todos los deportes, también influye. Son pocos los deportistas, y a la hora de elegir lo sufrimos porque no tenemos tanto”.

También se tomó un tiempo para exponer algunas ideas que para él serían básicas en pos del desarrollo del waterpolo: “La competencia interna es bastante reducida, son pocos equipos: Biguá, Banco República, Hebraica y Macabi, Paysandú y Olimpia; Neptuno ya no participa. Desde 2000 a 2008 no hubo un buen trabajo en formativas, eso nos retrasó bastante. Los veo en los diferentes torneos, Federales, Clausura, Nacionales. Creo que la clave para el desarrollo de nuestro deporte, que es un tema a largo plazo y en eso estamos, es que en los diferentes clubes se puedan introducir habilidades básicas de waterpolo en las clases de natación. Cuando hablo de habilidades básicas, me refiero a diferentes movimientos específicos en la enseñanza de natación y waterpolo. A su vez, poder poner pelotas chicas para niños y niñas como forma de que sea más motivante y recreativo, también en las clases de natación. Pienso que eso aumentaría la base, no sólo de waterpolistas, sino también de gente a la que le guste el nado y el agua. Después se verá si elige ser waterpolista, o habrá alguien en cada club que según sus condiciones los guíe. Tenemos que lograr que más gente nade. Hoy en día el grupo de gente es reducido, la natación es aburrida y no es para cualquiera, llegan muy pocos”.

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