Hasta mañana podrá visitarse en la explanada de la Intendencia de Montevideo el III Encuentro de Economía Solidaria. Además de una feria con venta de productos provenientes de cooperativas o colectivos de trabajo solidarios, se puede participar de talleres y mesas redondas.
Ayer de tarde se desarrolló el taller Consumo Solidario. En el espacio del hall del edificio departamental destinado al intercambio, colgaban papelógrafos escritos por participantes de alguna actividad anterior. Allí podía leerse: “Expectativa ventas”; “Protección nacional del artesano”; “Lograr puntos de venta fijos”; “Fortalecer lazos en este colectivo”. Asimismo, se veían dibujados árboles con manos en lugar de hojas y ramas, un plato de comida con varios tenedores reposados sobre él, y un sol con los nombres de los participantes en su interior.
El taller que estaba por comenzar fue organizado por el Núcleo de Estudios e Intervención de Economía Solidaria de Extensión Universitaria de la Universidad de la República (Udelar), y convocado por la Red de Economía Solidaria de Montevideo. En diálogo con la diaria, Leticia Mazzini, del núcleo de la Udelar, explicó que el consumo solidario “intenta ver el consumo desde otro lugar y romper con algunas lógicas que propone el consumo del sistema hegemónico”. Detalló que en este tipo de consumo, “el hombre es el centro” y por ello se rompe con algunas lógicas.
Rosario Rossi, de la Red de Economía Solidaria, también reflexionó sobre esta modalidad. Indicó que “no responde a una cuestión de ahorro, sino que es una cuestión filosófica”, puesto que se contempla que se trabaje desde lo colectivo y que se cumplan algunos criterios productivos, como el no uso de agrotóxicos, el cuidado del medioambiente o la equidad de género dentro del colectivo.
Helena Almirati, integrante de la red, amplió el concepto y dijo que la economía solidaria es más que la producción. “Para nosotros es otra economía. Incluye la distribución, las finanzas, el consumo y la producción; es un sistema social, cultural y económico. Y viene a competir con el sistema de la economía hegemónica”.
En el taller se abordaron las experiencias de la Asociación Barrial de Consumidores (Asobaco), Consumidores de Productos Agroecológicos del Uruguay y Ecotienda. Los primeros dos colectivos corresponden básicamente a grupos de consumo, mientras que el último reúne tanto a productores como consumidores. Los expositores de Asobaco y Ecotienda en todo momento destacaron que “todos somos consumidores” y no hay nada de malo en ello. El tema está en saber “cómo elegimos”, “qué compramos”. Gabriel, integrante de Asobaco, contó que el grupo nació con diez o 12 integrantes y ahora lo conforman unos 80, aunque en las compras que realizan participan en promedio 50. Detalló que en forma rotativa, los integrantes organizan compras colectivas directas a los productores, y un sábado cada tres semanas se hace la distribución en la casa del organizador de turno. Ese día no sólo levantan su pedido sino que participan en un espacio de encuentro. En su opinión, el beneficio no está en el precio sino en la calidad del producto y en los vínculos que se generan.
En la lista de actividades previstas en el encuentro, se destaca la del viernes a las 14.00: “Hacia una ley de economía solidaria”. Almirati adelantó que ese día presentarán el primer borrador de una ley de economía solidaria. Aseguró que es necesaria para que pueda competir de igual forma con otras economías, al tiempo que requiere de políticas para su desarrollo.