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Jóvenes participan en el proyecto Expreso Adolescente, ayer, en el Museo de Arte Precolombino e Indígena. Foto: Javier Calvelo

Ciudad abierta

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Jóvenes de distintas zonas del área metropolitana participan en recorridos turísticos por Montevideo.

Se concretó ayer el primer viaje del Expreso Adolescente, un ómnibus de tipo turístico que realiza recorridos por la ciudad con un enfoque juvenil. Visitará museos, espacios al aire libre y sitios de interés de la capital. También contará con actividades recreativas y charlas con personalidades o referentes barriales. La iniciativa está destinada a beneficiarios del programa Jóvenes en Red, del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), y su objetivo es fomentar el uso productivo y recreativo del tiempo libre.

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El Expreso Adolescente partió ayer de Ciudad del Plata y pasó por los barrios Santa Catalina, Cerro, Casabó, La Teja y Cantera del Zorro, donde recogió a los 20 jóvenes que iban a participar en el paseo.

La propuesta está orientada a beneficiarios de Jóvenes en Red, un programa interinstitucional coordinado por el Mides, que “busca atender la realidad de jóvenes que no estudian ni trabajan y que se encuentran en situación de exclusión social”, dijo a la diaria su coordinador, Diego Olivera. “Está destinado a aquellos que tienen mayores indicadores de pobreza y que han avanzado menos en el sistema educativo. El objetivo es la llegada directa a ellos, para reconstruir una trayectoria personal cuyo objetivo sea la inclusión educativa, así como el acceso a la capacitación laboral y al trabajo”, explicó. Según Olivera, el proyecto está diseñado con una metodología integral que implica no solamente acciones que repercuten en el plano laboral y educativo, sino también otras vinculadas al acceso a la documentación, a la salud y a la cultura y la ciudad, como es el caso del Expreso 
Adolescente.

Esta propuesta cultural y recreativa con enfoque en los jóvenes pretende favorecer el acceso a bienes culturales y patrimoniales que se encuentran en distintas partes de la ciudad de Montevideo. Está gestionado por la organización El Abrojo, en conjunto con Jóvenes en Red. “Trabajamos en barrios donde la accesibilidad social es limitada y son escasas las posibilidades de salir de la zona. Este expreso pretende ser un estímulo y un facilitador para que los jóvenes se apropien positivamente de los espacios culturales y públicos de la ciudad”, dijo.

De visita

La primera parada que realizó ayer el Expreso Adolescente fue el Mercado del Puerto. Los participantes lo recorrieron rápidamente y luego fueron al Museo de Arte Precolombino e Indígena (MAPI), donde vieron la muestra permanente. Una guía les dio información sobre la colección de piezas arqueológicas y etnográficas de las diferentes culturas originarias del continente americano. La mayoría de los visitantes seguían atentamente las explicaciones de la guía, que facilitaba su participación mediante preguntas y comentarios. Algunos, celular en mano, sacaban fotos. Es que una de las propuestas es compartir en Facebook las fotos de los paseos, para participar en un concurso fotográfico en el que se les entregarán diversos premios.

Fátima, una de las jóvenes que participaban en el paseo, dijo a la diaria que no conocía el museo y que le gustaba la propuesta de visitar distintos lugares. Contó que tiene 18 años y que este año comienza cuarto de liceo.

Agustín tiene 15 y es uno de los más jóvenes del grupo. Para él, “está bueno conocer un poco más; vamos en el ómnibus y nos van señalando algunos lugares”. Recordó que ya había visitado el Museo Blanes, en un viaje del liceo. Vive en La Teja y este año comienza primero de liceo, porque si bien ya lo había empezado, dice, luego lo dejó.

Thalía tiene 17 y es una de las tres jóvenes que participaron en el paseo junto a sus hijos. Su hija, Luana, tiene un mes. Thalía cuenta que nunca había visitado ese museo y que lo que más le llamó la atención fue la reconstrucción de los animales prehistóricos. Cuenta que el año pasado, cuando estaba embarazada, hizo un curso de reparación de PC por intermedio del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional, además de un curso de carpintería y otro de panadería. Este año, dice, va a estudiar gastronomía en la UTU. “Yo antes no estudiaba, salía de joda, pero tenía que sentar cabeza. Nunca pensé que iba a salvar los cursos, y me encantó”, cuenta.

Luego de la visita al MAPI, volvieron al ómnibus. La siguiente parada era la Plaza Independencia y luego recorrerían el Teatro Solís. También estaba previsto visitar la Escuelita de Candombe, donde referentes del lugar les iban a dar una charla.

Generar el hábito

“Muchos de los jóvenes participantes ya están trabajando o estudiando. La idea es fomentar un uso productivo y recreativo del tiempo libre. La filosofía es que aprendan a ir a estos lugares y que sepan que pueden volver cualquier otro día. Tiene que ver con el derecho al uso de la ciudad, que también implica la adquisición de habilidades sociales que impactan al momento de acceder a otros servicios. Es importante que puedan saber qué ómnibus necesitan para llegar a los lugares, qué horarios tienen y si son de acceso gratuito”, señaló Olivera.

A su entender, muchos jóvenes no participan en propuestas culturales y recreativas porque no se ha construido un hábito. “El acceso a la cultura es algo que se aprende, y muchas veces la persona no ha tenido oportunidades de generar el hábito. La pobreza está vinculada también a lo reducido de los espacios por los que se circula, y a propuestas que casi siempre son limitadas. Por lo general, se asocia a la sobrevivencia cotidiana y no a cómo generar ese plus del desarrollo personal. Es importante que ellos sepan que la ciudad tiene ofertas y oportunidades para ser aprovechadas”, dijo.

Jóvenes en Red funciona desde agosto de 2012 y hasta el momento incluyó a 3.300 jóvenes de nueve departamentos, fundamentalmente de la zona metropolitana y del norte del país. El 75% de ellos se integró a alguna de las distintas modalidades educativas: cursos de formación, aulas comunitarias o educación formal, y en el mercado formal de trabajo.

El Expreso Adolescente funcionará de lunes a sábado durante dos meses. Contará con un circuito diferente cada semana, que será acompañado por dos guías turísticos. Se realizarán siete circuitos, durante siete semanas, con recorridos distintos. Los circuitos están armados por regiones geográficas y atienden a destinos y atractivos turísticos interesantes para los jóvenes. Cada uno incluye visitas a museos, recorridas al aire libre, charlas con personalidades o referentes barriales, intervenciones artísticas (actores, músicos) y actividades recreativas. Durante el trayecto se mostrarán previamente, en el ómnibus, piezas audiovisuales o gráficas.

Esta semana, de lunes a viernes, se realizará el circuito Ciudad Vieja y se visitará el Teatro Solís, el MAPI, el Museo del Carnaval y el Museo Interactivo “De la naturaleza a tu mesa”. También se harán recorridas por el barrio en el Mercado del Puerto, la Plaza Matriz y la Catedral, la Dirección Nacional de Identificación Civil, el Cabildo, la Puerta de la Ciudadela, la Plaza Independencia, el Palacio Salvo y la Torre Ejecutiva. Los barrios que se visitarán en los siguientes circuitos serán: Cerro, La Teja, Prado, Carrasco, Punta Gorda, Pocitos, Punta Carretas, Parque Rodó, Prado, Peñarol, Colón, Aguada, Centro y Parque Batlle.

Patricia Moreno, integrante de El Abrojo y coordinadora del Expreso Adolescente, dijo a la diaria que el recorrido se lleva a cabo en un ómnibus similar al bus turístico. Cada joven tendrá un mapa del recorrido que incluye pasatiempos relacionados al paseo. “Tratamos de ver qué es lo que tiene la ciudad para mostrar. Visitamos puntos comunes, pero tratamos de encontrar en cada zona algo más actual, para que no sea un paseo sólo de turismo histórico, sino también cultural, y donde se estén manifestando los jóvenes ahora. Hay lugares a los que muchos seguramente no fueron, y de este modo pueden conocer la ciudad desde otro lado. También vamos a contarles cómo llegar a cada lugar en un ómnibus urbano, para incentivarlos a que sigan recorriendo la ciudad e incluso a que traten de ver en su barrio las movidas y las plazas”, cuenta.

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