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Gaston Pereiro, de Nacional, y Óscar Murillo, de Atlético Nacional de Medellín, ayer en el Parque Central ./Foto: Nicolàs Celaya

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Nacional perdió toda ilusión en la Libertadores ante Atlético Nacional de Medellín: 1-0.

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Con un juego impreciso, tenue -si uno piensa en el estilo de encarar el juego de los equipos uruguayos en su suelo- y pocas variantes de desequilibrio tanto en lo colectivo como en el aspecto individual, Nacional perdió 1-0 con Atlético Nacional de Medellín y quedó a nada de la eliminación matemática, y a todo de la eliminación real de la presente edición de la Copa. No debería ser preciso explicar que Nacional ahora sólo podría llegar a tener 7 puntos y para eso debería contar con una impensada ingeniería de resultados, para igualar el puntaje que ya tienen los colombianos y que también tendrían los rosarinos de Newell’s en definición por diferencia de goles, en la que los tricolores también son los peores. Fue malo lo de Nacional, ya no por la presumible valía de cada uno de sus rivales de grupo sino fundamentalmente por la exposición de un equipo que nunca encontró brillos ni fortalezas.

Gerardo Pelusso presentó un cuadro con mayoría de jugadores formados en Nacional: Pablo Álvarez, Maxi Calzada, Rafael García, Renato César, Gastón Pereiro y Carlos de Pena. La visita, Atlético Nacional de Medellín, realizó algunas variantes con respecto al encuentro que habían jugado la semana pasada en el Atanasio Girardot: Franco Armani, Diego Peralta, David Valencia y Jefferson Duque fueron parte de la alineación titular ayer.

La pelota la manejó el visitante, que atacando por la derecha y por la izquierda se hacía local en el Parque Central. Ninguna fue del todo peligrosa; los remates que ejecutó cerca del área tricolor fueron bien controlados por Jorge Bava, el más activo de Nacional. La sorpresa la podría haber dado el tricolor con remates desde afuera; por ejemplo, cuando Juan Cruz Mascia, con una media vuelta y un tiro potente, obligó la buena estirada de Franco Armani, que, como el famoso diseñador, se jugó la ropa para que el resultado siguiera 0-0. Nacional se notó impreciso en la primera etapa; las pelotas que recuperaba las perdía rápidamente al llegar al área grande de los colombianos. La visita se apoderó del balón y seguramente la posesión haya sido bastante mayor que la de Nacional. Atlético Nacional incluso podría haber llegado al gol en una buena jugada de ataque, pero la anotación fue correctamente invalidada por posición adelantada. Tocó de izquierda a derecha y también intentó por el sector central del mediocampo con la llegada del pelilargo Sherman Cárdenas. El 0-0 se adueñó del primer tiempo.

El que hace el gol gana

En los primeros minutos del segundo tiempo, Nacional se acomodó y tuvo los mejores minutos en el partido. Además, entró Iván Alonso, que siempre obliga y que en la primera que tocó estuvo cerca del gol, pero la tapó el arquero argentino Armani. Al toque, Juan Cruz Mascia tuvo el gol con un zurdazo tremendo que reventó el horizontal y la sacó despedida, casi el 1-0 para levantar a la gente. Pero en ese momento vino el gol de la visita, en un gran contraataque que comandó Sherman Cárdenas y definió bárbaro Edwin Cardona, que tiró la diagonal, recibió dentro del área grande y se la cruzó al palo derecho de Jorge Bava. 1-0 y desconcierto para los tricolores. Atlético Nacional supo cortar el juego y controlar la pelota con facilidad, y, si bien se llenó de tarjetas amarillas, pudo mantener los 11 jugadores en la cancha. Después del gol, el partido fue un monólogo de los colombianos, que llegaron sobre todo por el sector derecho del campo de juego, y no marcaron el segundo porque no fueron profundos y porque Bava siempre responde. El partido terminó 1-0 y la derrota a Nacional le cae pesada, porque está rozando la eliminación, cuando aún faltan dos partidos para que se cierre el grupo. No está eliminado matemáticamente pero será difícil que pase a octavos de final, no sólo porque tiene una sola unidad, sino también porque la diferencia de goles en contra es muy abultada. Todavía le quedan dos encuentros: uno con Newell’s en el Parque Central el 26 de marzo, y el otro con Gremio en Porto Alegre, con el que cerrará su participación en el grupo 6 de la Copa Libertadores. A priori, cuando se sorteó la Copa en diciembre, se sabía que iba a ser muy difícil, ante rivales muy complicados, y quedó demostrado en estos cuatro partidos. En el medio, Nacional enfrentará a Juventud por el Torneo Clausura; a esta altura, el objetivo tricolor, junto con el uruguayo.

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