Marta Jara, quien fue elegida por el presidente Tabaré Vázquez para sustituir a José Coya al frente de ANCAP, es ingeniera química e hizo carrera en la multinacional Shell, donde llegó a ocupar la presidencia de su filial mexicana. El domingo el presidente la definió como una “frenteamplista independiente”, pero ayer matizó sus dichos y aclaró que se trataba de una suposición, ya que “lo único que significa ‘frenteamplista independiente’ es que votó al Frente Amplio, y el voto es secreto, así que no queremos opinar sobre la cuestión”. Desde el oficialismo la designación fue vista con muy buenos ojos, y varias de sus principales figuras, incluyendo al propio Vázquez, elogiaron su “gran trayectoria en materia de gestión”. Un dirigente frenteamplista aseguró que “Uruguay y la izquierda se deben una discusión a fondo sobre el rol de las empresas públicas en las estrategias de desarrollo. Pero para eso tenemos tiempo. Ahora hay que asegurar el tema de la gestión, que en realidad es lo único que realmente nos importa, sobre todo ahora que nos llevamos tan bien con [el presidente argentino] Mauricio Macri. No podemos mandar a un sindicalista que lo único que hizo fue resistir a la dictadura a negociar con este prohombre del mundo de los negocios”.
Pero hay otros dirigentes frenteamplistas para quienes la designación de Jara no inclina la balanza en favor de quienes defienden la gestión como el punto más importante en la conducción de una empresa pública. “En realidad, lo que pasa es que hay pocos dirigentes dispuestos a escracharse ocupando la presidencia de este buque a punto de naufragar llamado ANCAP. Pero Jara tiene un gran currículum, por lo que este fracaso seguro no la afectará demasiado. Tiene crédito para terminar de fundir una empresa y que la sigan contratando después de eso. ¿O me van a decir que una multinacional petrolera se va a andar preocupando porque entre sus antecedentes se encuentra haberle dado el tiro de gracia a una empresa de un país insignificante?”, declaró un diputado oficialista.