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Foto: Juan Manuel Ramos

La tendinitis: un mal frecuente en los trabajadores.

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A la inflamación de los tendones o de las estructuras que unen al músculo con el hueso se la denomina tendinitis. Si bien esta dolencia es frecuente entre los deportistas, también lo es entre los trabajadores de diferentes oficios. Su principal causa es la práctica de alguna actividad que implique un aumento de la carga y de la frecuencia en el uso de los tendones. El hecho de que unos músculos trabajen más que otros vulnera la zona de los tendones y produce el dolor, que muchas veces es causante de importantes perjuicios en la calidad de vida de las personas. En el año 2011 esta afección fue incluida en el listado de enfermedades profesionales, registro realizado por el Consejo Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, órgano presidido por la Inspección General del Trabajo y la Seguridad Social, del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, e integrado por el Ministerio de Salud Pública, el Banco de Seguros del Estado, el Banco de Previsión Social y representantes del PIT-CNT y de los empleadores.

En diálogo con la diaria, Fernando Tomasina, decano de la Facultad de Medicina y profesor titular del departamento de Salud Ocupacional del Hospital de Clínicas, dijo que “en la policlínica de medicina laboral del Hospital de Clínicas, según los registros de los años 2015 y 2016, la primera causa de consulta fueron los problemas osteomioarticulares. De ellos, la mitad son vinculados a lumbalgias y patologías de columna y la otra mitad tiene que ver con tendinitis, síndrome de túnel carpiano (se manifiesta con dolor a la altura de la muñeca) y otros tipos de lesiones tendinosas a nivel del hombro. Estas son las patologías más frecuentes de las consultas. No me animaría a decir que los casos de tendinitis aumentaron en los últimos tiempos porque no tenemos números que así lo avalen, pero lo que sí está claro es que están entre las primeras causas de consultas vinculadas al trabajo, no sólo en Uruguay sino en el mundo”.

Las tendinitis más comunes que se registran por causas laborales son en hombros, codos, los extensores del antebrazo, los flexores de los dedos y la tendinitis de de Quervain, que afecta mayormente la muñeca y la mano.

“Cuando se habla de afecciones vinculadas al trabajo, algunos autores dicen que lo que se dan son lesiones por esfuerzos repetitivos”, afirma Tomasina. “En general estas lesiones responden a problemas ergonómicos del diseño, de la organización del trabajo. Se registran principalmente cuando se dan ciclos cortos de trabajo que no respetan los tiempos de descanso fisiológico de la articulación. Entonces este tipo de lesiones se ven clásicamente en los trabajos en el viejo modelo fordista taylorista en serie, en el que el trabajador realiza la misma tarea durante un largo período de tiempo, en ciclos cortos que se reiteran muchas veces en un minuto, forzando excesivamente una determinada articulación. Por ejemplo, en el caso del síndrome de túnel carpiano, que provoca tendinitis y sinovitis, es típico de los fileteadores en las plantas procesadoras de pescado, en los trabajadores de los frigoríficos cuando realizan el desosado, en las fábricas de armado de diferentes productos, al igual que en los procesos de envasado que se realizan frecuentemente en la industria alimenticia. Eso nosotros lo vemos mucho en las consultas”.

¿Qué es la tendinitis y cómo tratarla?

La tendinitis también suele afectar a personas que trabajan durante largos períodos de tiempo con computadoras, ya que la utilización del teclado en forma constante y el empleo del mouse implica el uso reiterado de determinadas articulaciones del brazo y la mano.

Al respecto dijo Tomasina: “En el caso de las personas que trabajan con computadoras se dan sobre todo fallas en los aspectos ergonómicos en los que realizan sus tareas. Para mejorar las posturas existen algunos diseños que permiten que los brazos no estén sueltos sino que tengan un buen apoyo, e incluso hay algunos teclados y también dispositivos específicos para evitar los movimientos de muñeca excesivos sobre el mouse”.

El decano de la Facultad de Medicina dijo además que una cuestión clave para evitar las tendinitis y otro tipo de afecciones es respetar los tiempos de descanso durante las jornadas laborales. “Con las computadoras no se debería trabajar más de dos horas en forma continua, aunque esto rara vez ocurre porque lo usual es que se trabaje en la computadora durante toda la jornada laboral. Pero estas pausas son importantes porque además en este tipo de tareas también se dan en muchas ocasiones afecciones a nivel cervical, por las malas posturas. Ahí entran a incidir también los factores ergonómicos. Entonces es importante que las sillas en que se trabaja sean regulables al igual que la altura de las pantallas. Lo ideal para las personas que realizan este tipo de tareas sería tener pausas con movimientos activos que eviten las situaciones estáticas y de mala postura que luego generan las contracturas”. Asimismo, Tomasina afirmó que la causa más importante de este tipo de lesiones es un mal diseño de la organización laboral. “Ese es el problema de fondo”, concluyó.

Prevenir es curar

“La visión desde la fisioterapia aparece a partir de la disfunción que se genera con la patología. Nosotros no atendemos la patología en sí misma sino lo que la genera. Entonces nosotros a lo que apuntamos en primer lugar es a la prevención”, dijo a la diaria Carlos Planel, quien es el director de la Licenciatura en Fisioterapia de la Escuela Universitaria de Tecnología Médica de la Facultad de Medicina y también del Centro Universitario de esta especialidad que funciona en la ciudad de Paysandú.

“Lo que hay que hacer es mantener los equilibrios motores dentro de las estructuras corporales. Por ejemplo, si la realización de una determinada tarea implica que una persona deba realizar movimientos repetitivos en flexión, lo que hay que hacer es trabajar para fortalecer la musculatura opuesta, la que hace la extensión. Eso es básico para mantener los equilibrios, porque una cosa que hay que tener en cuenta es que desde el punto de vista biomecánico los seres humanos tenemos una estructura muy móvil. Además, cada una de nuestras articulaciones en determinadas circunstancias puede desarrollar funciones mucho más extremas que las que son normales para el cuerpo. Nosotros como especie hace aproximadamente 120.000 años que somos lo mismo, que nuestro cuerpo no cambió. Entonces los movimientos que desarrollamos son aquellos que podía hacer el hombre en aquel tiempo, y la diversificación de las tareas llevó a que ahora hagamos muchísimos más trabajos que los que se hacían antiguamente. Entonces, lo que sí podemos hacer para evitar estas lesiones es entrenar esas estructuras del cuerpo. Pero lo que sucede actualmente es que no hay un entrenamiento preciso para el desarrollo de determinadas actividades laborales, no hay movimientos complementarios a los que se realizan durante esa tarea con mucha frecuencia”, aseguró.

Planel señaló que los fisioterapeutas hacen hincapié en que la tendinitis es una afección previsible, porque se da con más frecuencia en unos trabajos que en otros, y que por esa misma razón también es una patología prevenible.

Los profesionales, tanto médicos traumatólogos como fisioterapeutas, recomiendan que en caso de sentir algún dolor es necesario el cese de la actividad que lo provoca para impedir que la molestia se agudice y termine siendo un padecimiento crónico. Porque otro factor que hay que tener en cuenta es que las lesiones de tendones pueden llevar un largo tiempo de recuperación. En la mayoría de los casos estas lesiones mejoran con el tiempo, pero a veces, cuando la tendinitis se hace crónica y no mejora, se deben realizar procedimientos quirúrgicos.

Planel dijo además que el elevado uso de medicamentos, como analgésicos y antiinflamatorios, suele ser contraproducente: “Las personas cuando sienten un dolor como el que puede producir una tendinitis muchas veces buscan paliar el síntoma tomando antiinflamatorios y analgésicos, pero no apuntan a la causa que origina ese síntoma. Y lo que pasa en muchos casos es que cuando la gente llega a la consulta lleva un largo tiempo tomando este tipo de medicación y suele tener lesiones a nivel de tendones que son mucho más difíciles de recuperar. Ese es un gran problema que tenemos, porque el consumo indiscriminado de analgésicos –que es algo que está muy arraigado en la gente– genera que se desestime al dolor como síntoma. Entonces frecuentemente la gente llega al consultorio cuando pierde funciones, cuando hay un avance significativo de la lesión que fue la causante del síntoma. Ya no es que le duele el hombro, el brazo o la muñeca, sino que no puede mover un brazo o realizar determinada tarea o que simplemente perdió fuerza. Ese es un problema grande con el que nos encontramos, que la gente llega a la consulta usualmente cuando ya presenta una disfunción”, aseveró.

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